¡¡Exijamos lo Imposible!!
“Ni narcos ni revoltosos”
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Busca el Ejército limpiar su imagen
Festejos con desfile aéreo privado
Millonario robo de gasolina: Lozoya
Ligan michoacanos con Templarios
Obama condecora a Mario Molina
“Cuando más siniestros son los deseos de un Político, más pomposa en general se vuelve la nobleza de su lenguaje”.- Aldous Huxley
Tal parece que los senadores no pudieron escoger mejor fecha para
presentar una iniciativa de Ley represiva que ayer, cuando se celebraría
la conmemoración del 103 aniversario de la Revolución Mexicana. Y
señalamos “se celebraría” porque argumentos no faltaron para la
cancelación de un desfile que forma parte, entre otros, de la enseñanza
cívica a nuestros niños y jóvenes. Uno a uno han ido despojando a los
ciudadanos de este tipo de festejos que incluso permitían la convivencia
familiar, el disfrute de las calles del centro capitalino, el captar el
resplandor en los ojos de los niños al admirar la gallardía militar,
los uniformes, los tanques de guerra, las armas, todos ellos componentes
de muchos de sus juegos. Al igual que el 5 de febrero o los días 15 y
16 de septiembre, este día 20 tuvo su “desfile de honor” privado. Aunque
a decir verdad, privados quedaron los viajeros en el Aeropuerto
capitalino por el retraso de decenas de vuelos, ante el uso que harían
las aeronaves militares en una exhibición que decidieron de última hora y
de la que no hubo ningún aviso previo.
Como prácticamente todo lo que se lleva a cabo dentro del Gobierno
federal y particularmente las actividades ligadas al titular del
Ejecutivo, todo estuvo dispuesto para las fotos, sobre todo para las
cámaras de televisión. Hubo, por supuesto, un discurso que corrió a
cargo del mexiquense, en el que refrendó el “origen revolucionario y el
compromiso con la justicia social de nuestras instituciones”, al tiempo
de reiterar que espera concretar los cambios que demandan las mayorías
del país. Es kafkiano escuchar hablar del “origen revolucionario” cuando
se ha dado la instrucción de cancelar la ceremonia que lo traslada al
presente; ese compromiso con la justicia social no aparece en los
presupuestos de la Federación recientemente aprobados y mucho menos en
la carga tributaria; sobre las instituciones: ¿se refería a las
encargadas de dar seguridad a los ciudadanos, incluyendo a los mílites, y
sus decenas de violaciones a los derechos humanos?
Habló Peña Nieto de los cambios que demandan las mayorías y seguramente
que no se refirió a las que han llenado el Zócalo capitalino, una y otra
vez, en demanda de democracia, de respeto al voto, de eliminar los
fraudes electorales, de entregar cuentas claras y, en los últimos
tiempos, de abortar la intentona de privatizar la renta petrolera y con
ello hundir a Petróleos Mexicanos, olvidando una frase que es célebre en
su contenido sin importar quien la expresó y menos aún hacia quién fue
dirigida ya que ambos están muertos: “se hunde Pemex, se hunde el país y
se hunde Usted”. Para colmo, el general comandante de la 34 zona
militar en Quintana Roo, General José Luis Castañeda Rodríguez, aseveró
que la Sedena ha trabajado para recuperar la imagen del Ejército
mexicano y del país a fin de que se vea que “no somos narcos y
revoltosos, sino ciudadanos”.
Parecería que recuperar esa imagen es labor de la televisión, de los
anuncios comerciales, de la presentación de faenas y escaramuzas como si
fueran charros, de sus despliegues y repliegues, de evitar enseñar las
armas para no causar más miedo entre la población. Dejaron a un lado la
información y la presentación de todas esas labores que los llevaron a
ocupar un sitio de respeto y respaldo, y que estaban ligadas al auxilio
en todos los órdenes en las zonas abatidas por fenómenos naturales o en
donde las desgracias se hicieron presentes. Más que sacudirse una mala
imagen, pretendieron borrar la del “Ejército de paz” y quedándose en el
centro ya no despiertan seguridad sino todo lo contrario. Ahora que
¿será que en el extranjero piensen que el pueblo de México es narco y
revoltoso?
Quisiera creer que lo que se opina es que somos aguantadores,
ignorantes, obedientes, sumisos hasta la indignidad por permitir ser
gobernados por quienes, en el mundo entero, están ocupando los primeros
lugares en corrupción, por los que son señalados por estar ligados a las
mafias, por aquellos que hacen del coyotaje la forma de ir entregando
al país, por dejar pasar y aceptar resultados electorales fraudulentos,
me parece que siendo México una nación atractiva para comercio e
inversiones no se considera que sus pobladores vivan del narcotráfico y
ojalá fuéramos revoltosos porque así se habría construido la barrera
contra el neoliberalismo y, sobre todo, el saqueo.
Al respecto, el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador
lanzó de nuevo una convocatoria para realizar otra movilización el 1 de
diciembre, en el Zócalo capitalino, reforzando la lucha contra la
reforma energética. Señaló: “Hay que defender el petróleo como se pueda,
con lo que se pueda y hasta donde se pueda”. Dijo también que luego de
30 años de retrocesos y privatizaciones que han causado la ruina de las
actividades productivas, el desempleo, el empobrecimiento, la
descomposición social y la violencia, “existe una minoría rapaz que
busca despojarnos del sector energético nacional con lo cual se termina
de destruir al país”. Y no parece que sus palabras estuvieran erradas,
ya que se ha llegado al colmo de escuchar al director de PEMEX, Emilio
Lozoya, expresar que para que pueda construirse la refinería en Hidalgo
“es necesaria la reforma”. ¿En cuál país en el mundo se requiere de un
cambio constitucional para hacer una construcción de esta naturaleza?,
pregunto.
Además el funcionario señala que la petrolera perdió el año pasado 7 mil
300 millones de pesos por el robo de hidrocarburos en tomas
clandestinas y volvemos a preguntarnos ¿dónde están guardados sus
sistemas de seguridad? Transformados en litros es una suma
extraordinaria que, suponemos, tendría que ser fácilmente detectable, lo
que parecen no encontrar es la forma en la que pueden eludir que esas
extracciones cuentan con todas las bendiciones oficiales y que se
expenden, se asegura, en lugares destinados a la carga de combustible
para los vehículos que transportan estupefacientes. Recordamos que
cuando el titular de la SSP era Alejandro Gertz Manero, establecieron
toda una red para detectar estas tomas y al ser denunciadas… lo
despidieron.
En fin, en pleno aniversario de la Revolución, nos venimos a enterar de
la iniciativa panista para cercar, limitar las manifestaciones.
Amparados en una cifra que revela que este año en el DF hubo 5 mil
marchas, plantones, bloqueos y mítines –así de conformes están los
ciudadanos con sus respectivos gobiernos y sobre todo con el federal-,
proponen el establecimiento de sanciones, como multas que van de los 11 a
los 150 días de salario mínimo, arresto y reparación de daños.
Quedarían prohibidos los bloqueos y las manifestaciones en vialidades,
en entradas o salidas de edificios públicos o privados, el uso de ropa
tipo militar o policiaca y que los manifestantes se cubran el rostro.
Obviamente queda autorizado el uso de la fuerza pública en todos los
casos y de acuerdo a las circunstancias, la utilización del armamento
que devuelva la tranquilidad a los ciudadanos.
Así, el panorama en este renglón nos asegura que, como sucede en nuestro
país cíclicamente, estamos a punto de otra Revolución que, para nuestra
desgracia no es la esperada que sería la tecnológica, sino la que se
dará por conservar el petróleo, la energética, la que puede, sin
violencia ni armas, retornar al país a la producción, al desarrollo y a
sus ciudadanos a una vida más digna.
TANTA TRANSPARENCIA NO SE VE
Un año y tres meses duró la etapa de aprobación de la Ley de
Transparencia, la que estaba empantanada, la que no se asomaba por
ningún lugar y que, finalmente, sale a la luz sin contar con todos los
elementos necesarios para que los ciudadanos cuenten con información
directa y veraz sobre el destino de sus impuestos, sobre la aplicación
de los créditos, sobre los nombres y los montos de los fideicomisos que,
a decir de los que integran la Auditoría Superior de la Federación, no
se sabe cuántos son y hacia dónde encaminaron sus saldos. Ya se verá
cuánto tiempo tardarán en la reglamentación para que pueda empezar a
surtir los efectos que, dicen los legisladores, se esperan.
Aunque por otro lado, son estos mismos políticos, senadores panistas,
los que protagonizaron un encuentro digno de ser narrado, ya que se
trata de michoacanos que se presentaron en el inmueble senatorial y
causaron un gran revuelo porque los diputados de esa entidad se negaron a
entablar diálogo alguno con ellos porque el tema a tratar era sumamente
delicado: seguridad. A esto se añadió que la hermana de Felipe
Calderón, Luisa María, advirtió que se trataba de integrantes del grupo
“Los Caballeros Templarios”, por lo que decidieron retirarse y dar aviso
a Gobernación sobre un supuesto grupo de ciudadanos con vínculos con el
crimen organizado. Emilio Gamboa fue informado y éste, a su vez, hizo
lo propio con Osorio Chong y los que fueron a exigir a los legisladores
actuación inmediata ante la crisis que se vive en su entidad salieron
confundidos con mafiosos.
Y, si usted piensa que solamente en ese terreno hay indecisión,
confusión y cobardía, se equivoca. En el terreno político también y más,
cuando se ha dejado en claro el grado de corrupción que rodea a los
ocupantes de las curules. Resulta que con relación a la creación del
Instituto Nacional Electoral, señalan que tienen varios caminos a
seguir, pero todos ellos basados en el acuerdo de que los gobernadores
no tengan control sobre consejos y tribunales estatales, para ello es
menester que queden eliminados los Congresos locales de tales
nominaciones. De ahí que propongan que se mantengan, que no desaparezcan
y que su nombramiento sea aprobado por dos terceras partes del propio y
recién nacido INE, que, a su vez, es aprobado por las dos terceras
partes de la Cámara de Diputados. Otra decisión advierte la desaparición
de estos consejos y tribunales y otros quieren mitad y mitad.
¿En manos de quiénes estamos?
SIN AVANCES
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