¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
La trampa como regla
María Teresa Jardí
Propongo ir a ver una película argentina de un director que me gusta y
vamos al medio día a la Plaza de “Las Américas”, también para ver la
respuesta al atraco a favor de los grandes comerciantes —en el caso de
Soriana como pago— que se conoce como “buen fin”, para lo cual a los
burócratas se les ha adelantado el aguinaldo.
Y de casualidad me encuentro un garbanzo de a libra de lo que en México se impulsa para convertir al pueblo en esclavo.
Como tenemos hambre, antes de entrar al cine nos damos una vuelta por
las ofertas que en colectivo se hacen y aunque nos decidimos por comer
lo que en Luciano (pasta, pizzas, bocadillos estilo italiano...) se
oferta, de camino a la mesa, veo que se retiran de otra mesa, en la que
dejan los restos de su consumo, otras personas y dejan abandonada una
cajita de Burguer King cerrada que me llama la atención porque en la
tapa consigna: “Tú eres parte de La BURGUESIA”, encerradas las palabras
en mayúsculas en un ovalo bajo una corona para asegurar más abajo “Lo
mejor de lo mejor”.
Dado que es basura abandonada de una hamburguesa, supongo, comprada en
el Burger King tomo la caja. Y, ¡oh! Sorpresa, al abrirla dice sobre el
reverso de la tapa:
“Ahora tú también eres parte de la burguesía, no te resistas, deja que
tu dedo meñique se levante todo lo que quiera. Acéptalo, con cada
mordida te vas volviendo más refinado. Saborear la deliciosa y refinada
carne a la parrilla con los frescos y elegantes ingredientes te vuelven
(sic) parte de la crème de la crème; lo mejor de lo mejor”.
Me doy una vuelta por el espacio de mesas casi vacío y justo veo a otra
persona que abre en ese momento una caja similar, empezando a comer, y
cerrando y dejando de lado la caja, sin leer lo que dice dentro.
¿Realmente creerán los de Burger King que los que ahí comen son los
burgueses? Por supuesto que no, se burlan del pueblo. ¿Realmente se
soñarán los que eso comen que son burgueses?
Burgueses son el puñado de ricos que manejan los medios de producción,
porque el resto, les guste o no les guste, somos proletarios y en
entenderlo de manera rauda, quizá y sólo quizá, se podría todavía
revertir lo que están haciendo con nuestra nación.
Nos damos una vuelta rápida por la tiendas y los comercios están vacíos y
no se digan las librerías Dante que en esa Plaza son dos.
En los aparadores ofertan televisores medianos de plasma que igual ya
son basura porque quién sabe si sean digitales y pienso mientras andamos
que, por la hora, en particular las mujeres amas de casa, deben estar
en los Casinos gastando el aguinaldo del marido.
Quizá en la tarde se llenaron los comercios y fue un éxito el atraco.
Como al parecer lo fue en el Distrito Federal, según consigna en su
primera plana, con una foto incluida, La Jornada, donde la gente como si
se le regalasen los televisores carga cajas de tamaños similares a los
que en los aparadores se ofertaban como muy baratos en esa Plaza de
Mérida.
Aparatos los de ahora que de tan anoréxicos ya no sirven para
reciclarlos haciendo con ellos peceras o camas para gatos y perros
pequeños como se puede hacer con los que quedan de antaño.
En fin... Es claro que en particular a la clase media mexicana se le ha
cancelado la capacidad de razonar y las capacidades ya se sabe que
cuando no se usan se atrofian llegando incluso al exterminio total de
las mismas.
Les recomiendo la película que se exhibe en Mérida, extrañamente en
varias salas, se llama “Metegol” y su director es Campanella. Es un
thriller de caricaturas, imperdible y para disfrute de todos los
espectadores sin importar la edad que se tenga.
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