La Jornada
Estado paranoico
Pedro Miguel
Uno no querría
describirlo así porque suena desorbitado, pero ahí están las pruebas:
entre las administraciones de George W. Bush y las de Barack Obama,
Estados Unidos se ha vuelto el gobierno más paranoico del mundo y hoy lo
es mucho más que en los tiempos del macartismo y de la guerra fría,
cuando poseía, al menos, argumentos verosímiles –aunque no
necesariamente verdaderos– para mantener a millones de personas,
estadunidenses o no, bajo un régimen de vigilancia estrecha y secreta:
en aquellos tiempos la confrontación entre las superpotencias tenía
entre sus perspectivas la del cataclismo nuclear o destrucción mutua
asegurada (MAD, por sus siglas en inglés) y era propagandísticamente
fácil dividir al mundo en buenos y malos. Ese telón de fondo dio a
Washington pretextos para espiar y hostigar a individuos tan ajenos a
una bomba atómica como Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes, por
ejemplo.
Pero, en vez de redimensionar a la baja sus fuerzas ofensivas y de vigilancia, la Casa Blanca, entonces a cargo de George Bush padre, optó por proyectar a Estados Unidos como superpotencia única, autoerigida en promotora de un
nuevo orden mundialde matriz neoliberal. Esta decisión se tradujo, en el ámbito del espionaje electrónico, en la reorientación de los sistemas de
inteligencia de señales(Signint) hasta entonces usados para espiar a la URSS y sus aliados, cuyo conjunto se conoce popularmente como Echelon. Operado por los integrantes del Acuerdo Ukusa (EU, Inglaterra, Canadá, Australia y Nueva Zelanda), actualmente es empleado para monitorear señales satelitales, telefónicas, celulares y de microondas, lo que pone a sus operadores en posibilidad de espiar el contenido de toda suerte de mensajes. En diversas ocasiones se ha señalado que Echelon es usado por sus socios como mecanismo de espionaje industrial y comercial que ha sido aplicado contra la Unión Europea. Ya en 2001 un informe del Parlamento Europeo recomendaba a ciudadanos y corporaciones del viejo continente que usaran sistemas de encriptación en sus telecomunicaciones, a fin de evadir la vigilancia ilegal por medio de Echelon (http://goo.gl/BVwRn).
En el ámbito interno, la FBI instaló en 1997 un software conocido como Carnivore (DCS1000) para monitorear
los intercambios de correo electrónico en territorio estadunidense.
Tres años más tarde la Electronic Frontier Foundation presentó un
documento al Congreso, en el que señalaba los peligros del sistema y la
respuesta de la FBI fue que no había motivos de preocupación, porque el
programa permitía a las autoridades distinguir
Los programas de espionaje masivo dados a conocer el mes pasado por Edward Snowden se refieren a llamadas telefónicas dentro y fuera del territorio estadunidense (Verizon, Sprint y At&t), así como la intromisión mundial en correos electrónicos, chats, videos, fotos, videoconferencias y transferencias de archivos, e involucra a las compañías Microsoft, Yahoo, Google, Facebook, Paltalk, Youtube, Skype, Aol y Apple. De acuerdo con lo revelado por Snowden, el gobierno de Washington ha espiado por igual a estadistas, universidades, empresas y ciudadanos privados de un sinnúmero de países.
Uno de los problemas obvios de esa red de espionaje es que su operación requiere de grandes cantidades de personas. Hoy, casi 5 millones de personas –tanto empleados públicos como personal de empresas contratistas– tienen acceso a información
En cuanto a su debilidad política y moral, nada la ilustra mejor que el hecho de que el gobierno de Obama haya presentado contra Snowden cargos por... espionaje.
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks
Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks
navegaciones.blogspot.com
Twitter: @Navegaciones
entre las comunicaciones que pueden ser legalmente interceptadas de las que no. Durante el gobierno de George W. Bush, Carnivore fue remplazado por NarusInsight, software desarrollado por una subsidiaria de Boeing de origen israelí.
Los programas de espionaje masivo dados a conocer el mes pasado por Edward Snowden se refieren a llamadas telefónicas dentro y fuera del territorio estadunidense (Verizon, Sprint y At&t), así como la intromisión mundial en correos electrónicos, chats, videos, fotos, videoconferencias y transferencias de archivos, e involucra a las compañías Microsoft, Yahoo, Google, Facebook, Paltalk, Youtube, Skype, Aol y Apple. De acuerdo con lo revelado por Snowden, el gobierno de Washington ha espiado por igual a estadistas, universidades, empresas y ciudadanos privados de un sinnúmero de países.
Uno de los problemas obvios de esa red de espionaje es que su operación requiere de grandes cantidades de personas. Hoy, casi 5 millones de personas –tanto empleados públicos como personal de empresas contratistas– tienen acceso a información
confidencial y secretadel gobierno de Washington, en tanto que un millón 400 mil empleados gubernamentales tienen acceso a información clasificada como
ultrasecreta. La debilidad estructural del sistema es evidente.
En cuanto a su debilidad política y moral, nada la ilustra mejor que el hecho de que el gobierno de Obama haya presentado contra Snowden cargos por... espionaje.
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks
Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks
navegaciones.blogspot.com
Twitter: @Navegaciones
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