La Jornada
Propaganda y prepotencia
Manuel Pérez Rocha
Con una actitud militante, provocadora, prepotente,
Televisa/Mexicanos Primeroy los demás
mediosque los apoyan continúan su lucha contra el magisterio, en especial contra la CNTE. Exhibiendo sin tapujos su criterio de mercaderes afirman:
Sale más barato liquidar a todos los afiliados a la CNTE que atender sus demandas(lo
calcularonen pesos y centavos). En efecto, eso es lo que quieren, que se despidan a los maestros disidentes; su engaño es obvio, grosero, ¿cómo calcularon el precio de las demandas de éstos? La mayor parte de ellas son inconmensurables, ¿cuántos pesos cuesta derogar las reformas a la Constitución? ¿Cuántos pesos cuesta establecer un verdadero diálogo en torno a las reformas? Estas son las demandas centrales del movimiento magisterial.
medios, para lo cual están adiestrados pues acciones de esa índole son su profesión y negocio. El gobierno priísta se ha sometido al ritmo y tonada de esta campaña. Por ejemplo, la falsedad de la defensa que dichos mercaderes hacen de los
derechos de los niños a educación, demostrada el sábado pasado en estas páginas por Hugo Aboites, fue secundada de inmediato por el gobierno federal que nada hace para sacar del
rezago educativoa más de 35 millones de mexicanos, ni para meter en cintura a esos
mediosque explotan bienes de la nación y corrompen a los mexicanos.
La tramposa pregunta que
Televisa/Mexicanos Primerohace acerca de
cuántos maestros haymetió en apuros a dos secretarios de educación, Lujambio y Chuayffet. Este último acudió disciplinadamente a un examen que le aplicó Carlos Loret de Mola, reportero de Televisa y coautor del panfleto De panzazo.
La escena puede verse en YouTube, vale la pena. La imagen dice tanto como las palabras. Atrás de su enorme y lujoso escritorio, el reportero le demanda con firmeza al secretario de Educación que, antes que nada, le dé cuenta
de lo más importante:
¿Ya saben cuántos maestros hay?Enfrente, del otro lado del escritorio, visiblemente incómodo en una pequeña silla que le hace mantener las piernas dobladas, el titular de Educación se turba, pide permiso para
hablarle de túal reportero, a lo que éste accede; el secretario se arrepiente y sigue hablándole de usted y responde con titubeos: “bueno… son un millón y pico… No sabemos con precisión, pero pronto lo sabremos pues se está realizando un censo. En diciembre tendremos los resultados preliminares”.
Realmente, saber si los maestros son un millón 200 mil o un millón 300 mil, ¿es el asunto
más importante? ¿Podrá confiarse en los resultados de un censo que ha despertado ya tanta resistencia? Es más, ¿existe la cifra? ¿Acaso en un conjunto tan grande los datos no están cambiando cada semana, cada día?
Los temas del discurso gubernamental (y de su programa de acción, entre ellos la evaluación de los maestros) los han impuesto esos poderes fácticos dueños de este país en función de su interés central: tomar la dirección de la educación pública, deshacerse del magisterio disidente, del magisterio que se opone a la embestida en contra de la relación laboral bilateral colectiva, en suma, en contra del sindicalismo democrático.
La imagen y las palabras de la entrevista mencionada ilustran con nitidez quién manda ya en la educación de este país. El proyecto de
reforma educativade Televisa/Mexicanos Primero fue adoptado por el gobierno de Peña Nieto e impuesto a ambas cámaras del Congreso de la Unión. A pesar de que la obligación que la Constitución impone a diputados y senadores es
examinar,
analizary
discutirlos proyectos de leyes que se les presentan, con cinismo impúdico la mayoría se limitaron a levantar la mano para impedir que se escucharan las razones discrepantes y para aprobar ese proyecto de
reforma.
La propaganda de Televisa/Mexicanos Primero se disfraza de
estudios serios,
novedosos, de discurso
humanitario; es sensiblera y maniquea, su análisis carece de seriedad, no indaga causas, no tiene perspectiva histórica (es más, la rehúye), señala con dedo flamígero a los demonios sin nombre: los corruptos, y a los estereotipos: los políticos, los burócratas, los aviadores, el gobierno, los maestros faltistas, los líderes, y a todos ellos los hace culpables del desastre de este país. El único nombre que menciona es el de la CNTE, agrupación a la que hace chivo expiatorio de todas las desgracias de los mexicanos.
Tanto el gobierno, en concreto la SEP, como la Cámara de Diputados y la de Senadores, tenían (y tienen) a su alcance muchos elementos para hacer un análisis serio de la educación y para formular proyectos de auténtica reforma educativa. Ya he señalado que, por ejemplo, el Senado incluso organizó un seminario con ese propósito y que derivado de él se generaron valiosos textos académicamente muy sólidos. Sin embargo, la mayoría de los legisladores los ignoró y siguiendo las consignas del Pacto por México acató irresponsablemente las propuestas interesadas de Televisa/Mexicanos Primero.
¿Quieren saber quiénes son estos nuevos
educadoresde los mexicanos? Asómense a la bien documentada novela Nación TV, de Fabrizio Mejía.
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