¡¡Exijamos lo Imposible!!La punta: Certificación en derechos humanos
2009-07-28
2009-07-28
• El agua y Peña Nieto
• De coberturas y facturas
El amor al poder, mi estimado, es el amor a uno mismo.
Sugerente la imagen de México cuando noticias como el despilfarro millonario de programas como Procampo terminan siendo un imperdonable escándalo del saqueo y los niveles de impunidad y corrupción con que se manejan dineros del erario público…
Que sumado al reciente ejemplo del periodista español, José María Siles, director de ANews con sede en Bruselas, quien reveló en su blog que el gobierno del Estado de México paga con dinero público las coberturas de televisión de la nueva estrella de Televisa, el gobernador Enrique Peña Nieto… quien lamentablemente ha hecho de su vida personal un frívolo episodio público para entronizarlo en Los Pinos, como si al mexiquense le faltaran oficio y talento político.
El acontecimiento, involucrando a Televisa que contrató sus servicios para cubrir durante una semana el… el… look de Peña Nieto en Estambul, reveló que a la hora de cobrarle al consorcio de Chapultepec 18 le dijeron básicamente que sería el gobierno de Enrique, el “próximo presidente de México” (really?) el que pagaría la factura. Después entraría en escena David López, encargado de… de… la comunicación social aclarando que sí, el gobierno local pagaría sus servicios, a lo que Siles se negó, no sin antes balconear las formas y el fondo de la divertidísima relación de la empresa televisiva con Alejandro Quintero (quien funge literalmente como manager) y este brillante artista-político.
A quien José María señaló a sus lectores que aunque ustedes no estén puestos de lo que se cuece en la escena política mexicana, detrás del cubilete y de la morosidad de Televisa, está la suculenta historia de cómo se fabrica un presidente, desencadenando en el mordaz respetable un ¿dêja vú? de una historia semejante con Fernando Collor de Melo en Brasil y su aventura presidencial con TV Globo aunque claro, Brasil no es México.
El suceso ocurrido en Estambul durante el Foro Mundial del Agua, al cual acudió Peña Nieto, está evaporado de su agenda política, donde no han acusado recibo de utilizar dineros públicos para la apabullante promoción de este gobernador. Pero aprovechando el viaje a Estambul habría que preguntarle a Enrique qué tanto aprendió y se informó sobre el próximo caos originado por la falta de agua que, ante la emergencia por la falta de lluvia, desencadenó importantes anuncios por parte del jefe de Gobierno Marcelo Ebrard y por el titular de Conagua, José Luis Luege.
La ingenua pregunta aflora porque, no me lo va a creer, pero en el Edomex parece no ser un espléndido foco naranja (tirándole a rojo) ya que la atinada administración de Peña Nieto en el marco de su programa denominado Ciudades del Bicentenario a través de su secretaría de Desarrollo Urbano, está impulsando la creación de seis de ellas en los municipios de Almoloya de Juárez, Atlacomulco, Jilotepec, Huehuetoca, Zumpango y Tecámac.
Aunque ooooppssss… hay un pero.
De acuerdo a la delimitación de acuíferos publicadas en el DOF por Conagua, Almoloya tiene un déficit de -46.40 Mm3, Atlacomulco uno de -14.30 Mm3, los tres últimos presentan el mayor déficit que es de -40.49 Mm3 y Jilotepec sí cuenta con disponibilidad.
O sea, en resumen y sin rollo acuífero... no hay agua.
¿Cómo estar presumiendo obras no, no, mejor aún, fraguando un negociazo (¿qué, hay de otros?) cuya proyección inicial es urbanizar 28 mil 597 hectáreas que albergarán 245,800 nuevas viviendas que no tendrán el vital líquido…?
Sobre todo cuando la superficie total del Edomex se encuentra sujeta a condiciones de veda por la sobreexplotación que no permite nuevas concesiones para el uso del recurso hídrico. La única posibilidad es a través de la Ley de Aguas Nacionales utilizando la figura denominada transmisión de derechos y/o... de modificar los usos previamente autorizados.
O sea, lo que se puede detonar con este chistecito mexiquense, my friend, es una guerra doméstica (¡¿ooootra?!) por el agua.
Por la Mirilla
Tener razón es generalmente un problema. Tal y como platicamos en este irreverente espacio se detonarían señales internas y externas por el rol de nuestras fuerzas armadas en la mal llamada guerra contra el narcotráfico, la defensa del fuero militar y el delicado asunto sobre los derechos humanos. Ayer la señal externa llegó: el gobierno de los Estados Unidos certificará a este (des)gobierno con base en las acciones que realizan las policías federales, locales y… el Ejército mexicano. Peor, imposible.
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