Norberto Rivera protector del pederasta
El camaleónico Norberto Rivera debería asumir como propia la derrota vaticana de Nicolás Aguilar Rivera, pues este sacerdote pederasta fue ampliamente protegido, desde que veinte años atrás comenzó su historial de agresiones sexuales, por quien ahora es cardenal de México. La decisión papal de revocar las facultades sacerdotales del citado Nicolás Aguilar es una forma indirecta, como suelen ser las decisiones de esa iglesia, de reconocer la culpabilidad de quien fue constantemente denunciado por los abusos cometidos contra menores, tanto en México como en Estados Unidos, pero que siempre fue escamoteado a la justicia, con jefes clericales como Norberto Rivera que le cambiaban de lugar y le dejaban continuar con sus maniobras de engaño a familias católicas con los resultados que cualquiera, con la información adecuada del caso, podía prever. Más allá de lo que jurídicamente suceda con Nicolás Aguilar, y con sus protectores, Norberto Rivera y, en Los Ángeles, el también cardenal Roger Mahony, éstos, al igual que el directamente agresor sexual, deberían considerarse moralmente revocados de sus facultades sacerdotales y corresponsables del daño a casi cien pequeños, y sus familias, que pudo haberse evitado..
No hay comentarios:
Publicar un comentario