Julio Ricardo Blanchet Cruz
El que según el señor Calderón y su escudero de volumen completo, el señor Agustín Carstens, ya se comienza a ver la mejoría económica y que para el segundo semestre la recuperación va a ser notoria…
Después de los números exhibidos por el Secretario de Hacienda que llevaron al Gobierno al segundo recorte para el presente año (ya van 85 mil millones) las optimistas palabras presidenciales vuelven a dejar de nueva cuenta al michoacano como un hombre que vive fuera de la realidad, o como un mitómano irredento muy parecido al anterior a quien sucedió, como se prefiera…
Pretender que nos vamos a recuperar cuando el empleo es cada vez más difícil de encontrar y la desocupación ha llegado a límites nunca antes vistos, es, como se expresa líneas arriba, vivir en la irrealidad…
Y aunque el honorable Secretario de Hacienda y Crédito Público, ayer nos sacudió con la terrible noticia de que no hay dinero para más, no se puede soslayar que acorde a sus capacidades (mentales, no digestivas) don Agustín propuso una maravillosa solución: ¡aumentar los impuestos!…
Lo que ciertamente ya era un secreto a voces, pues por todos era ya sabido que en terminándose las democráticas “elecciones”, el Gobierno federal, tendría de alguna manera que reconocer su fracaso económico…
Dejando atrás las triunfalistas declaraciones del famoso “catarrito” y las siempre fallidas adivinanzas de “crecimiento” que, según el obeso individuo, que ya harto de la Secretaría de Hacienda ahora aspira ser el Gobernador del Banco de México y suceder a su archienemigo Guillermo Ortiz, se han convertido en “crecimiento negativo”…
A nadie se le ha ocurrido recortar el escandaloso numero de diputados (con que quitaran a los plurinominales sería suficiente) quienes por cierto, y solo como un dato sin importancia…
Se acaban de despachar con la cuchara grande (cuchara de a millón de pesos cada uno) como premio por haber “trabajado” (¿?) durante tres años en bien de sus representados (¿?)…
O que los funcionarios se bajaran el sueldo a cifras más o menos decentes; o que dejaran tantísimos viajes inútiles que realizan (entre los que se incluyen los del Presidente, que solo le interesa pasear a su familia a lo grande, pero que no han redituado nada bueno para la Patria)…
Pero no. Lo único que se les ha ocurrido (no dan para más) es ¡subir los impuestos! Y como ya no pueden subirlos más, ni aumentarle a la gasolina, al gas, o la luz, con las que de por sí nos cuentean…
Pues se van sobre lo que queda, los alimentos y las medicinas, a las que a toda costa tratarán de grabarlos con un IVA que pretenden que sea del 15 %; a negociar…
El que desde luego los honorables representantes del Pueblo aprobarán; no sin antes negociar algunas prebendas en beneficio exclusivo de ellos y de sus honorables Institutos Políticos…
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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