Ya a nadie engañan…
María Teresa Jardí
María Teresa Jardí
Gómez Mont tiene alma de pugilista, está claro. Pero sus bravatas son mucho más que el signo de esa característica. Son un peligro para el conjunto del pueblo mexicano, al que busca hacer estallar la derecha fascista que tiene hoy el control del poder y del dinero.
A los delincuentes se les investiga y se les detiene y, si se logra probar aquello de lo que se les acusa, se les juzga y se les castiga. A los delincuentes nunca se les reta. Cuestión de sensatez. Y menos aún cuando en su haber tienen incluso la característica de cortar cabezas. No se reta a los paramilitares que se les salieron de las manos a sus creadores ni siquiera por los que los crearon. Aunque también es muy probable que no se les hayan salido de las manos y que todo esté debidamente acordado con los paramilitares. Tampoco es que Gómez Mont sea tan valiente como para decirles “vengan por mí”, sin saber que a él no van a ir a cortarle la cabeza.
Salta a la vista que está hecho todo para ver si de una buena vez se logra el estallido, que le urge al fecalismo panista, que se dé de una buena vez.
La más elemental de las lógicas estipula, incluso para incultos del tamaño de la inculta derecha mexicana, el peligro que entraña retar a grupos criminales del tamaño de los “Zetas” y de “La Familia”, si no se tiene el control de esos grupos y se sabe lo que se busca.
Ni Calderón ni Carstens van a poder explicar nunca el tamaño del retroceso por lo que a la pobreza toca. El PAN en el poder ha acabado por completo con las instituciones y está liquidando al país, de manera tan brutal e inmoral y falta de la más elemental de las éticas, que necesita dejar a México viviendo el horror de la dictadura para salvarse del destino seguro de pisar la cárcel.
Necesita el PAN, y más aún luego de su debacle electoral, hacer estallar al país, para poder dejarlo por completo militarizado, al estilo de lo que han hecho en Michoacán, incluyendo a su capital Morelia.
Me escriben conocidos, que allá viven, que es el horror más absoluto, la pérdida total de derechos y de garantías, la angustia de no saber, bien a bien, de qué se trata, el no poder dormir a causa del miedo que se apodera de las entrañas…
En algún diario leí, hace unos días, una encuesta que se realizaba con una pregunta, a los lectores vía Internet, cuestionándoles qué opinaban sobre la detención, ahora sí, por parte de la PGR, de los asesinos del hijo de Alejandro Martí.
Las respuestas, todas, iban en el sentido de la incredulidad también con relación a esa detención. Pero una decía algo que, por tener visos de ser la respuesta más atinada, de inmediato pensé en compartirla con ustedes. La vida, al ritmo del mil por ciento, la dejó unos días en el cajón del olvido. Hoy se las comparto, dado que ya se preparan a liberar a “La Lore”, “haiga sido como haiga sido”, que haya sido consignada con muchas pruebas, al parecer, en su caso sí, por parte de la PGJDF, como una de las integrantes de la banda que secuestró y asesinó al niño Martí. Pero policía que formaba parte del equipo cercano de García Luna y que sigue estando protegida por él.
Dice el lector que como seguramente a “La Lore” le habría pedido García Luna que se callara y sacrificara un tiempo, prometiendo que la sacarían de la cárcel a la brevedad posible. Al surgir el rumor de que se iba, por fin, ese impresentable, “La Lore” debió amenazarlo conque si no la liberaba “soltaba toda la sopa”. Y, por eso, a pesar de las ligas encontradas por la PGJDF, de ambas bandas, como parte de una misma banda de secuestradores asesinos. Buscan liberarla a base de videos de casetas, obviamente montados para eso, en aras de probar que se encontraba en Acapulco el día del secuestro de Fernando Martí. Como si fuéramos estúpidos todos lo mexicanos. Si los videos existían ¿por qué la tardanza en presentarlos como prueba de descargo, no les parece a ustedes?
Ante los rumores de la salida del impresentable, al que le regaló, su amigo Calderón, nada menos que el negociazo de la policía, que no es policía, porque en México no tenemos policía, desde la que se secuestra y asesina, como parte del aporte de la policía, que hace tiempo dejó de ser policía, a la delincuencia organizada, se les ocurrió el montaje de un nuevo show televisivo, sacrificando, quizá, a un elemento de segunda, parte de la misma banda, de la que, sin duda, sí forma parte “La Lore”, e incluso puede ser que el sacrificado, de segunda, sea el asesino material de Fernando Martí. Ya a nadie engañan y por eso, para salvarse, buscan que el país estalle.
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