Por Esto!
El México del “PRIAN” y la era de la perdición
Ricardo Andrade Jardí
Los tecnócratas que han desgobernado México, adiestrados en sus caras escuelas extranjeras o extranjerizantes en el consenso de Washington y en una profunda cultura de la corrupción, son incapaces de entender y de ver el daño que su apego a la política terrorista de los organismos financieros internacionales le está causando al país; y además de su manifiesta ceguera son incapaces también de entender que el desprecio y el desapego que sienten por su patria es lo que los hace ser la pandilla de ladrones y asesinos, que son, aunque se nombren gobierno.
Los tecnócratas que han desgobernado México, adiestrados en sus caras escuelas extranjeras o extranjerizantes en el consenso de Washington y en una profunda cultura de la corrupción, son incapaces de entender y de ver el daño que su apego a la política terrorista de los organismos financieros internacionales le está causando al país; y además de su manifiesta ceguera son incapaces también de entender que el desprecio y el desapego que sienten por su patria es lo que los hace ser la pandilla de ladrones y asesinos, que son, aunque se nombren gobierno.
Hace unos días el precandidato presidencial que sigue siendo titular de Hacienda nos anunciaba que para el 2016 habrá un presupuesto base cero que, por supuesto, contempla recortes considerables en tres de las áreas más sensibles para la sociedad: Derechos Humanos, Educación y Cultura, faltaba menos.
En seguridad veremos el aumento de recursos para que el desgobierno siga comprando a Estados Unidos y Alemania las armas que nos seguirán matando, a conveniencia siniestra de los gobiernos de esos países, que, igual que el Fondo Monetario Internacional (FMI), saben que los pobres de este lado del mundo no cabemos en su proyecto económico global, como no caben los ancianos del Sur de Europa y “hay que hacer algo”, como ya lo declaró la “socialista” presidenta del FMI. Y sumado a la noticia del recorte presupuestal, se nos anuncia ahora que PEMEX, como “empresa productiva del Estado” no participará en la Ronda Uno. Hay que dejar a las transnacionales saqueadoras el pastel completo. Hay además que enfrentar que somos una sociedad que, mayoritariamente, no ha sido capaz de entender que la reforma energética y el conjunto de reformas estructurales impuestas por el manual del FMI no es otra cosa que la sumisión absoluta del país al neoimperialismo -en realidad colonialismo- financiero global; esta ceguera puede ser producto tal vez de que como sociedad tampoco vimos con claridad, en los años de corrupción prianista, los beneficios que la otrora paraestatal petrolera le otorgó durante más de 70 años al país, entre otras el pago salarial de la burocracia estatal y un presupuesto que durante siete décadas alcanzó para repartir entre los súbditos, comprar o callar conciencias y sobre todo para que los políticos y empresarios robaran de lo lindo.
Otro ejemplo de esa falta de entendimiento es ver cómo los “creadores artísticos” piden participación en la elaboración del nuevo presupuesto de base cero, en lo que a cultura se refiere, en lugar de accionar toda su fuerza creativa en la organización social para desconocer a un desgobierno de asesinos impuesto por los poderes fácticos, que ha entregado al país a la rapiña capitalista global, sin la más mínima consulta o mediación de nuestra parte. Imaginarios oprimidos de un sector de la sociedad que desde hace más de 30 años vive de las prebendas estatales, idotizando el nivel de “sus talentos” a cambio de “los prestigiosos reconocimientos” del criminal narcoestado.
La situación nacional es grave, y cada mexicano tendrá que hacerse responsable moral y éticamente del papel que juega en el momento histórico y de los reconocimientos que les otorga a los actores políticos del despojo.
El asunto ahora es la necesidad de buscar mecanismos que permitan impulsar el urgente empoderamiento de una sociedad enajenada y marginada que está siendo despojada de todo. Despojo que nos está arrastrando a convertirnos en uno de los países más violentos del planeta, empobrecido material y espiritualmente. Estamos entrando en una fase sin retorno que nos arrastrará a una era de absoluta decadencia. Mientras los burgueses crean frentes para combatir la disidencia magisterial al tiempo que exigen silencio a los padres de Ayotzinapa las clases medias seudo-intelectualizadas juegan a ser reconocidas por los cretinos administradores del poder que frente al despojo llenan el país de desaparecidos forzados, de presos políticos y de fosas clandestinas con la más absoluta impunidad...
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