lunes, 27 de julio de 2015

El cierre del sexenio de Peña es desastroso

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!

Rectoría del Estado
Alberto Híjar Serrano 
Jubilosos, los lectores de noticias recibieron el informe del golpe militar contra la Sección XXII del magisterio de Oaxaca y se dieron vuelo insultando a los maestros en lucha contra la reforma educativa. Claudio X. González, atendido por sus lacayos, fue entrevistado como héroe combativo pese a no contar más que con un membrete vacío y una opinión fascista semejante a la de Amparo Casar, sacada de alguna piadosa institución privada dispuesta a la explotación de escuelas e institutos. En el noticiero de CNI hubo una posición sorpresiva a cargo de uno de los apellidados Reyes-Heroles Márquez que bien podrían suprimir el Heroles para liberarse de la carga paterna y dejar de jugar a la aristocracia priísta. Frente a un entrevistado que afirmó que si a Peña le va bien lo mismo será para los mexicanos, Jesús el joven respondió que mejor sería que a Peña le fuera mal y corrigiera. Añadió la ausencia de argumentos reflexivos de un gobierno autoritario. Cierto, no hay más que una mecánica repetición publicitaria de los grandes beneficios que traerán las reformas constitucionales en marcha. Los gobernadores todos aplauden y publican su aprobación sin el menor pudor crítico y mientras, la moneda pierde valor a diario, la Ronda 1 de licitaciones de Pemex fue un fracaso porque de los 14 contratos, sólo dos interesaron a los socios de Salinas para contradecir la pregonada confianza de los inversionistas. Una vez más, el jueves 23, Peña presidió un acto militar con una de sus previsibles peroratas militaristas.

 El cierre del sexenio del peñísmo es desastroso, los planes reaccionarios no funcionan y los incidentes como la fuga del Chapo o el fraude arbitral para garantizar a los futbolistas de la FEMEXFUT en la final de la Copa Oro descubren la corrupción profunda en todos los niveles del Estado. Ante el desastre económico-político, el gobierno recurre a la última instancia del poder, el Ejército, coordinado con la Policía Federal y la gendarmería, para evidenciar el fracaso de la política, en especial, frente a los trabajadores organizados. Esto no es nuevo, Calderón ocupó a sangre y fuego las instalaciones de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro y emprendió una campaña de exterminio del SME desconociendo todos los derechos históricos de los trabajadores. La protesta nacional e internacional no fue suficiente para resolver la situación evidentemente ilegal y la Suprema Corte de Justicia fue sometida al renunciar a hacer obligatoria la figura del patrón sustituto: la Comisión Federal de Electricidad que debiera asumir la relación obrero-patronal. “Empresa de clase mundial”, dice la propaganda del nuevo negociazo y en efecto, la globalización capitalista se concreta en maniobras ilegales de gobiernos constituyentes de un Estado indiferente al malestar de los trabajadores y a favor a toda costa de una clase mundial. Un nuevo constituyente y una nueva Constitución están en marcha desde el calderonato. Se llega ahora a la instrumentación de la economía política como operativo militar sin tregua ni fecha límite.

 Los historiadores del siglo pasado definían al fascismo como dictadura del capital financiero, poder represivo extremo con las fuerzas armadas del Estado y organización corporativa en la estructura política. El apoyo de las masas al Estado propio del nazismo y el fascismo, no se cumple en las dictaduras americanas, pero a cambio, están la industria del espectáculo y el control mentiroso y calumnioso de las noticias, para procrear un sujeto social acorde con la economía política desastrosa. Televisa y Telmex son, también, empresas de clase mundial y en efecto, todo México es su territorio de lanzamiento. Fascismo de la dependencia, acordaron llamar los teóricos de la izquierda a este peculiar poder ahora en plena acción gubernamental para definir un Estado represivo extremo sin argumentación y con una política de masas idiotizadora de gran eficacia. Nada de esto implica dependencia como si viniera de afuera la orden ejecutoria, sino que viene de adentro, de un Estado en acción constante y compleja de servicio e integración al capitalismo globalizado.

 Nunca como ahora, las televisoras se habían llenado de tanta bazofia a cargo de conductores obscenamente idiotas. Bien harían los diputados que exigen la expulsión del país de Laura Bozo, en solicitar algo semejante para los novísimos conductores idiotizadores. Si se ordena ocupar todo el tiempo la enorme plancha de concreto del Centro Histórico de México para evitar la ocupación de los disidentes, ahí están las invasiones de los cineastas de James Bond, la Fórmula Uno, la Ciudad Digital de Telmex cuyo adinerado dueño es ya propietario de más de 50 manzanas de lo que fuera patrimonio nacional. La destrucción sistemática de la Gran Tenochtitlan empezó con la invasión española y continúa hasta ahora, de aquí la zalamería del gobierno con la corrupta monarquía española y de los intelectuales de Estado que aceptan honores de la ex reina Sofía y el Príncipe de Asturias. La propaganda globalizada enseñó su raíz el 14 de julio en París con el contingente militar encabezado por Peña para celebrar la emblemática Toma de la Bastilla. Genevieve Garriga, presidenta de Amnistía Internacional de Francia, protestó al igual que Le Monde por la presencia de un ejército culpado de crímenes de Estado. Es clara la instrucción al 102 Batallón de Infantería de la 22 Zona Militar: “operar en la noche en forma masiva y en el día reducir la actividad a fin de abatir delincuentes en horas de oscuridad”. La reciente balacera en Ostula, que costó heridos y la muerte de Edilberto Reyes, de 11 años, fue mostrada en una breve filmación con una señora corriendo con unos niños y los transportes militares de donde salen los fogonazos de los disparos. El lector y comentarista de noticias José Cárdenas dijo que el Ejército había sido agredido con palos y piedras y había tenido que defenderse con disparos al aire, cuando la imagen evidente muestra los disparos de frente.

 La clase mundial construye como enemigo a los trabajadores organizados y reprueba que los maestros ocupen cargos de administración de la educación pública mientras organiza institutos y consejos sin participación de los trabajadores. Petroleros, electricistas, mineros están fuera del poder del Estado a cambio de ignorantes y serviles funcionarios. Es ésta la hora de la autogestión, de la autodefensa comunitaria y de la certeza de que el Estado, no sólo el gobierno, ha entrado en un camino sin marcha atrás que no duda en proceder a los crímenes masivos, la protección de los responsables y el encarcelamiento de dirigentes comunitarios de seguridad, como Juan Manuel Mireles, Nestora Salgado y Cemei Verdía, del municipio de Aquila, que no se explica por qué lo secuestran y encierran en el Penal de Alta Seguridad de Tepic si está en la nomina del gobierno que lo dotó de un arma y de poder relativo, mismo que orientó hacia la autodefensa popular. Algo esconden las fuerzas armadas cuando niegan el ingreso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a los cuarteles. Frente a la llamada por el gobierno “rectoría del Estado” con su poder de fuego en acción contra el pueblo, la ocupación autogestiva de instituciones y territorios es punto estratégico principal como poder popular, legítimo, reflexivo, crítico, preparado para el largo plazo.

Tlalpan, 24 julio 2015

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