sábado, 11 de julio de 2015

Determinan no ejercicio d la acción penal

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!

Mancera-PRI, una alianza desesperada
Jorge Canto Alcocer

La increíble exoneración de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, quien hace más de un año fuera públicamente exhibido como líder de una amplísima red de prostitución anclada en las oficinas del PRI capitalino, no puede ser entendida de otra forma más que como un arreglo entre el gobierno de Miguel Ángel Mancera, el PRD -que será minoría en la próxima Asamblea Legislativa del Distrito Federal- y, por supuesto, el propio PRI capitalino que, a pesar de haber obtenido un puñado de cargos de elección popular merced a la división del voto izquierdista, sigue en absoluta decadencia en la capital del país

Es necesario recordar que las acusaciones contra Gutiérrez de la Torre no iniciaron hace 16 meses, cuando las dio a conocer Carmen Aristegui en el espacio noticioso que en ese entonces tenía en MVS, sino hace más de una década, cuando se acusó al llamado “rey de la basura” de manejar un “servicio de edecanes” siendo diputado en la Asamblea capitalina. Años después, en 2006, sicarios a su servicio asesinaron a varios pepenadores que protestaban contra sus formas despóticas, en tanto que en el propio PRI ha sido suspendido innumerables veces de sus derechos políticos por actos de violencia y amenazas.

Si
finalmente todo hubiese sido un montaje, como argumenta la defensa de Gutiérrez de la Torre ¿Por qué le tomó dieciséis meses a la Procuraduría capitalina, a cargo de Rodolfo Ríos, determinar el no ejercicio de la acción penal? Preciso es recordar que Ríos fue socio del despacho legal de Mancera y, por tanto, abogado plenamente vinculado a los intereses particulares y políticos del actual Jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Cabe mencionar que cuando las acusaciones contra Gutiérrez estaban en su apogeo, numerosos priístas, especialmente mujeres, declararon públicamente que el asunto era un secreto a voces en el partido, una absoluta vergüenza, y saludaron gustosamente que al fin se hiciera justicia en un caso tan deplorable y denigrante. También es pertinente recordar que Gutiérrez, cuando era presidente del PRI capitalino, siempre se afanó de su cercanía con Héctor Serrano, el Secretario de Gobierno de Mancera a quien se ha señalado como su principal operador político.

En una Asamblea Legislativa sin partido dominante, y en franca desventaja con MORENA, Mancera y sus operadores están pactando con lo peor del PRI, aún a sabiendas que ni de este modo alcanzarán la mayoría, pero confiados en poder defender, con un mayor número de legisladores, la administración y, sobre todo, la figura del Jefe de Gobierno, quien claramente ha sido lanzado como el candidato del PRD para el 2018. Es una alianza desesperada, pues lo cierto es que gran parte de la debacle perredista en este 2015 es justamente consecuencia de la actuación pro-oligárquica y anti-izquierdista de Mancera, quien inclusive ha llegado a autorizar la represión selectiva a las manifestaciones, y cuyas posturas político-ideológicas y propuestas económicas están mucho más cerca del espectro neoliberal que de los posicionamientos de la izquierda popular.

La exoneración de Gutiérrez de la Torre, realmente un lastre hasta para su propio partido, terminará siendo la tumba política de Mancera y del PRD entreguista. Haberse aliado con un mafioso de ese calado nos muestra el grado de corrupción y cinismo en que ha caído el Sol Azteca, y nos debe preparar para cosas peores, pues ese partido, cuyo proyecto alguna vez fuera de esperanza, ahora es un peligro para México.

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