¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Casos y Cosas
Por Edmundo Contreras
Premeditación, alevosía y ventaja (como los hampones)
El
caso de los ilícitos millonarios en el gobierno anterior del Estado de
Tabasco, durante la gestión a cargo del hoy ex gobernador Andrés Granier
Melo, que se mantiene en el escaparate de la atención nacional por su
gravedad, magnitud y mayores complicidades para darle forma al entuerto
que lesionó el erario de manera irreparable, integra pasajes de todo
tipo que exhiben no sólo la inmundicia que guió el proceder de los
implicados, funcionarios de primera línea y allegados al entonces
mandatario tabasqueño, sino la felonía institucional que ha permitido
manejos y certificaciones a todas luces indebidas y con evidentes fines
de engaño para lograr propósitos muy particulares.
Como por ejemplo todo lo inherente a esa condición de “ejidatarios” de
Yucatán que se ha acreditado en al menos siete u ocho de los implicados
en este ilícito monumental, todos ellos avalados como tales por la
otrora Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), hoy Secretaría de
Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), a partir de Leonel
Medina González, Esteban Correa Bolio, Lorenzo de Jesús Medina González,
Daniela Sala Arceo, Valeria Sala Arceo, Amílcar Fernando Sala Arceo y
José Amílcar Sala Villanueva, este último, mancuerna política del ex
gobernador Granier Melo.
Movimientos oficiales que resultaron obligados para sus afanes
perniciosos, como uno de los pasos para simular ser parte del ejido de
Umán, en el Municipio del mismo nombre, donde al igual que en Kanasín se
concretaron operaciones con superficies ejidales para lavar los fondos
mal habidos de este auténtico gang depredador, que son tan sólo una
pequeña parte de la gama de embustes, desvíos, sociedades para la
infamia y otras componendas que se integran dentro de lo que se conoce
como el Caso Tabasco y se extiende al Estado de Yucatán, donde
empresarios locales se han coludido con esos hampones de cuello blanco
para blanquear los fondos, que inició con la detención del ex tesorero
estatal, José Manuel Sáiz Pineda.
De hecho, como bien precisa este diario POR ESTO! en su edición de ayer,
“los dos compadres consentidos de Andrés Granier Melo (el ex gobernador
de Tabasco), Amílcar Sala Villanueva y Carlos “El Pelón” Pineda
Calcáneo, así como su ex secretario de Administración y Finanzas, José
Manuel Sáiz Pineda, fueron convertidos en “ejidatarios” de Kanasín,
Umán, Tixpéhual y Mérida, entre el 2009 y el 2010”, en franca validación
de la trama infame que los cabecillas del Grupo Tabasco desarrollaron a
fin de manejar esos fondos mal habidos, “lavarlos” y estar en
condiciones de usufructuarlos al quedar “limpios” con las operaciones de
compra-venta de tierras ejidales.
Esto es, una trama con premeditación, alevosía y ventaja (como los hampones).
Es la verdad de las cosas, todos los implicados en este asunto gravísimo
del Caso Tabasco y sus extensiones al Estado de Yucatán, a los
municipios citados donde se han realizado las operaciones para el
“lavado” del dinero saqueado al erario tabasqueño, han procedido como lo
hacen los hampones, con premeditación, alevosía y ventaja, al grado de
que de inmediato sedujeron a empresarios locales para que se asocien y
sean parte de esta verdadera “lavandería” que hoy, por todo lo que la ha
nutrido y generado, exhibe el peor talante, el de la delincuencia
organizada.
Porque a todas luces se observa que es algo planeado con toda frialdad,
esto es, como la premeditación requerida para recorrer los tramos
indispensables para ir cubriendo los pasos para hacerse de los recursos,
en primera instancia, y darle forma al entorno manipulado que convierta
a sus socios, empleados de confianza y parientes en “ejidatarios” de
Yucatán, lo que nos remite a la alevosía que surge del saberse una
autoridad que pone y dispone, en ese sexenio de Andrés Granier en el que
se perpetra el atraco al erario estatal, que no dudamos haya incluso
negociado con la instancia federal responsable de otorgar los derechos
ejidales, que acredita la ventaja de conocer las vías para el embuste y
contar con la fuerza oficial para llevar a cabo el tejemaneje.
Premeditación, alevosía y ventaja, como los hampones, es lo que se
observa en primera instancia en este asunto de los desvíos millonarios
de recursos del Estado de Tabasco durante el gobierno anterior de
Granier Melo, que conforma el caso y ha ameritado incluso que instancias
policiales internacionales, como la Interpol, se sumen a la búsqueda de
implicados que se han hecho “ojo de hormiga”, como es el caso de
Amílcar Sala Villanueva, el compadre, socio mayoritario y guía
político-financiero del ex mandatario tabasqueño, “latrocinio que
incluye, entre otras adquisiciones, 2 mil 500 hectáreas en Umán”.
Y es que, de a poco se ha venido corriendo el velo que ocultaba estas
transas, movimientos y manejos a modo de las ambiciones de los
implicados en el llamado Caso Tabasco, a partir del desvío monumental de
recursos públicos de dicho Estado que se magnifica por su obvia
PREMEDITACIÓN, ALEVOSÍA Y VENTAJA (COMO LOS HAMPONES).
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