¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
Ya que Calderón está de regreso… 
Alejandro Páez Varela 
Felipe Calderón Hinojosa está de regreso, haciendo política. Se reúne con incondicionales, los organiza, opina, intenta influir.
Quizás mantiene su intención de llevar a Margarita Zavala a la 
dirigencia nacional del PAN. Quizás sueña con ser Presidente otra vez, 
por la vía de su esposa. Quizás pretende mantener su influencia a través
 de los incondicionales, y seguir obteniendo recursos para financiar su 
cruzada personal por el poder.
Pues ya que está aquí y no optó por el retiro, deberíamos empezar por 
cuestionar por qué tenemos que pagarle una pensión de lujo. Sólo de 
sueldo, 215 mil pesos mensuales. Y 45 elementos del Ejército: un 
General, cuatro jefes de tropa, ocho oficiales y 32 miembros de tropa; y
 22 elementos de la Marina: dos almirantes, cuatro oficiales y 16 
miembros de tropa. Y 23 empleados administrativos, un aguinaldo anual de
 43 mil, un seguro de vida por 8 millones, un seguro de gastos médicos 
mayores para él y para su familia hasta por 390 mil 600 pesos.
Porque si no se ha retirado, ¿por qué un pueblo con tantos millones de pobres tiene que pagarle un “retiro”?
Ya que está de regreso en México, debería entrar por la puerta grande y 
no a escondidas. Sólo se escucha que se reunió con “sus” legisladores, 
los que se pelean el dinero del Senado. Aparece sonriente en alguna foto
 por allí, haciendo compras en puntos turísticos; o haciendo jogging, 
rodeado de guardias de seguridad.
Ya que el ex Presidente ha decidido seguir influyendo en la política 
mexicana, mandando mensajes en Twitter y movilizando a sus 
incondicionales, debería mostrarse en público y, ahora sí, rendir 
cuentas por algunas asuntillos que siempre fueron menores para él. Por 
ejemplo, tres:
• Los entre 70 y 90 mil muertos que provocó su estrategia equivocada contra las drogas.
• Los entre 25 y 30 mil desaparecidos que dejó su sexenio.
• Los entre 100 mil y 400 mil desplazados que provocaron las guerras internas.
Ya que ha decidido seguir en las esferas políticas del país, debería 
rendir cuentas por los 49 niños que murieron quemados en la Guardería 
ABC de Hermosillo, y aclarar cómo fue que sus familiares –parientes 
directos de Margarita Zavala, dueños de esa instancia infantil– y sus 
amigos cercanos no hayan pisado la cárcel, entre ellos Juan Molinar 
Horcasitas.
Ya que el ex Presidente anda por acá, debería explicar a la Nación por 
qué permitió, con estrategias de seguridad equivocadas, que cerca de 
1,200 funcionarios públicos fueran asesinados en su gobierno; o por qué 
aceptó como “daño colateral” que 68 periodistas fueran ejecutados, y que
 los culpables nunca hayan pagado por sus crímenes.
Ya que Calderón anda en México, debería explicar su alianza con Elba 
Esther Gordillo, con Carlos Romero Deschamps, con Valdemar Gutiérrez 
Fragoso o con Víctor Félix Flores Morales, los cuatro líderes corruptos 
enquistados en sectores estratégicos que, gracias a que él, llegaron 
intocados al nuevo gobierno del PRI.
Debería explicar en qué se gastó cerca de 3 mil 751 millones de pesos de
 los festejos del Bicentenario, o el manejo discrecional de 16 mil 752 
millones en fideicomisos. Debería permitir que estos expedientes se 
reabrieran –ordenó que se congelaran– para saber, por lo menos, cuántos 
de sus familiares cobraron y por cuáles conceptos.
El ex mandatario no ha rendido cuentas por la Estela de Luz, por 
ejemplo, o por los desvíos millonarios en Pemex para alimentar al 
sindicato petrolero. No ha rendido cuentas por los desvíos en la 
Comisión Federal de Electricidad; por la corrupción descubierta por The 
New York Times en Walmart; por el engaño de los detectores moleculares, 
esos que no sirvieron y que usó el Ejército en la lucha contra el narco.
Calderón no ha rendido cuentas por los vínculos de su equipo político 
con dueños de casinos; no ha explicado por las “mandarinas” mortales de 
Pemex, por los reportes de fraude en Fovissste, en el Issste, en 
Turissste…
Ya que anda por acá, creo que al PAN, por lo menos, le debe una 
explicación por la debacle. Perdió las dos elecciones federales, las de 
2009 y 2012, y se perdieron además bastiones históricos del panismo, 
como Jalisco. Perdió cerca de un 70 por ciento de la militancia y 
trastocó valores éticos y morales que habían sido parte de la marca 
Acción Nacional.
Ya que Calderón anda en México, y se pasea tan campante por zonas 
turísticas y se toma fotos con los despistados, debería dar la cara a la
 Nación. Y renunciar a la pensión, por dignidad, y empezar a explicar, 
de cara a los mexicanos, esos seis años en los que miles de mexicanos 
vivieron en zozobra, con dolor, sin justicia.
(SIN EMBARGO.MX) 

 
 
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