lunes, 1 de julio de 2013

La explotación esclavista y sistemática

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
Mucho más de 3 millones de niños trabajan como esclavos
Álvaro Cepeda Neri

Conjeturas

En lo que va del peñismo ha habido unos 20 cambios a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que sumados a los 680 de sexenios anteriores, la han modificado con reformas, contrarreformas, adiciones y supresiones; los cuales son bienvenidos en tanto sean para mejorar los fines de la Ley Suprema. Dentro de todas estas reformas, el señor Peña Nieto y sus asesores y secretarios del despacho presidencial, dispusieron una para que los niños puedan ser contratados para trabajar a partir de los 15 años de edad. Antes la ley permitía que lo fueran a los 14 años. De nada sirve la propuesta peñista. Pues se trata de que los niños sólo deben ser enviados a la escuela en sus diferentes grados de estudio, y bajo ningún concepto obligarlos a trabajar. Y menos como esclavos de patrones explotadores, de empresarios salvajes y de quienes, en el narcotráfico, los utilizan para delinquir.

Invariablemente las cuentas alegres del gobierno y de instituciones temerosas de decir la verdad, dicen que apenas poco más de 3 millones de niños trabajan en labores familiares con sus padres y madres que van al campo a labores de siembra y cosecha, a fábricas o a maquiladoras; cuando en realidad son muchos más, llegando a no menos de 5 millones, los niños entre 7 y 17 años, que en jornadas de más de 15 horas al día y de domingo a sábado, realizan esas duras tareas; estando mal pagados, mal comidos (¡una vez al día!) y sin descanso. Son los esclavos de empresarios agrícolas, ganaderos, avícolas y de pesca. Y no asisten a la escuela más elemental. Los gobiernos de todos los niveles permiten esa explotación como una continuidad del porfiriato, como si este país no hubiera tenido una Revolución social, que cortó de un tajo legal y político, lo que en la realidad persiste: nuevos peones encasillados desde los 7 años hasta que llegan a viejos.

Mienten en el INEGI y sus repetidores cuando afirman que apenas son 3 millones los niños contratados a partir de los 14 años, para trabajar como esclavos. Y aunque así fuera, es un crimen político que los gobernantes lo permitan, ya que para robar, abusar del poder y favorecer a sus cómplices en el empresariado, pasan por encima de la ley. En cambio, para hacer trabajar a los niños se dicen muy cumplidores de ella y desde los 14 años los envían a los más rudos y sucios trabajos.

El iluso peñismo creyó que aumentar un año la edad para que los niños trabajen, es una propuesta racional. Pero siendo niños hasta los 18 años, cuando inician su mayoría de edad, el gobierno está obligado a otorgarles las máximas facilidades para llevar a cabo su formación escolar. El peñismo se ha comportado como Pilatos lavándose las manos con su ridícula reformita y se comporta como el Herodes asesino de niños. De esta manera modernizada, se está llevando a la muerte a los niños mexicanos que son obligados a trabajar como esclavos desde los 15 años, para seguir alentando el capitalismo salvaje del devastador neoliberalismo económico.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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