¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
César Duarte, el gobernador “consagrado”
Juan José Morales
Escrutinio
Pocos
funcionarios públicos se han atrevido a violar la Constitución de una
manera tan abierta, flagrante y descarada como el gobernador de
Chihuahua, César Duarte Jáquez, quien el pasado 20 de abril, pasando
sobre lo dispuesto en varios artículos constitucionales que establecen
el carácter laico del Estado mexicano, organizó una gran ceremonia
religiosa en el edificio de una institución educativa propiedad del
gobierno, para “consagrar” el estado que gobierna y consagrarse él
mismo, en su carácter de gobernador, “al Sagrado Corazón de Jesús y el
Inmaculado Corazón de María”.
La fastuosa ceremonia, sin precedentes en el último siglo y medio
después de las guerras de Reforma que tanta sangre costaron a la nación y
establecieron la separación entre la Iglesia y el Estado, tuvo lugar en
el edificio central de la Universidad Autónoma de Chihuahua, con la
presencia de Duarte, su esposa, el rector de la propia institución, el
arzobispo de Chihuahua, todos los obispos de las diferentes diócesis del
estado, alrededor de 150 curas, el presidente municipal de Chihuahua,
representantes del Poder Judicial y el Poder Legislativo, el coordinador
parlamentario del PRI en la entidad, y miles de asistentes espontáneos o
acarreados, además de algunos invitados especiales entre quienes
sobresalía Patricio Slim, que en el apellido lleva la fama de hijo del
hombre más rico del mundo.
El acto, que duró varias horas e incluyó una misa y el reparto de
bendiciones, tuvo como objetivo central la “Consagración del Estado de
Chihuahua al Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María”,
según manifestó el arzobispo Constancio Miranda Weckmann. Por su parte,
después del acto, el obispo de la Diócesis de la Tarahumara, Rafael
Sandoval Sandoval, precisó que “consagrar significa dar en propiedad a
Dios algo o alguien, en este caso al Estado de Chihuahua”.
Y para que no quedara duda de lo anterior, el gobernador Duarte dijo
enfáticamente en el curso de la ceremonia, durante su intervención
oficial en la misma y ante todo el público y los medios de comunicación
presentes: “Yo, César Duarte Jáquez, por este medio me consagro a mí
mismo, a mi familia, a mi servicio público en la sociedad, pido al
Sagrado Corazón de Jesús que escuche y acepte mi consagración, que me
ayude a la intercesión del Inmaculado Corazón de María, le entrego a
Dios y a su divina voluntad todo lo que somos, todo lo que tenemos en el
estado de Chihuahua… Le pido a Dios que nos ayude a cambiar todo lo que
no sea de él, yo César Duarte declaro mi voluntad delante de Dios,
delante de los señores obispos y de mi pueblo, amén”.
Curiosamente, en los altos círculos políticos no se ha hablado mucho de
este asunto, pese a ser tan evidente la violación a varias normas
constitucionales, en particular el artículo 39, que marca como uno de
los principios que rigen la vida política, social y económica de la
nación, la separación Iglesia-Estado, y el 40, el cual estipula
claramente que “las autoridades federales, estatales y municipales… no
podrán asistir con carácter oficial a ningún acto religioso de culto
público, ni a actividad que tenga motivos o propósitos similares”.
El propio artículo establece que “en caso de incumplimiento a lo
dispuesto en este artículo, el servidor público de que se trata, será
sujeto de las responsabilidades y sanciones previstas en las leyes
aplicables”. Por ello la organización “Colectivo Ateos de México”, ha
pedido al Congreso de la Unión que se inicie juicio político contra el
gobernador Duarte y demás funcionarios que participaron en esa ceremonia
religiosa, y se les “finquen las responsabilidades a que haya lugar,
sean políticas, penales, administrativas, civiles, laborales, etc., por
violación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y
diversas disposiciones legales y reglamentarias, al atentar contra el
Estado Laico y la laicidad de los servidores públicos.”
La solicitud de juicio político está ampliamente fundamentada en
consideraciones jurídicas, pero a decir verdad, mucho dudo que sea
atendida por el Congreso, pues la política del gobierno es la de
consentir y tolerar violaciones a la Constitución por parte del clero.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
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