sábado, 18 de mayo de 2013

La cruda realidad del bla,bla,bla, insulso

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Desplome económico

Más allá de los discursos optimistas de los altos funcionarios del gobierno federal y del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, la cruda realidad se impone y el INEGI informa que en el primer trimestre del año la economía creció un magro nivel de 0.8 por ciento/ Esto lleva a la Secretaría de Hacienda a recortar el estimado de crecimiento de la economía mexicana para el presente año de 3.5 a 3.1%
 

MEXICO, D.F., 17 de mayo (Lilia Arellano/Estado de los Estados).- A lo largo de la presente administración federal los funcionarios de primer nivel, desde el presidente Enrique Peña Nieto, hasta los integrantes de su gabinete económico, no se han cansado de restregarnos “la fortaleza macroeconómica del país, la solidez de las finanzas públicas y de las instituciones, la madurez democrática y el consenso político social”, lo que en su conjunto constituye “el mejor momento para crecer, para incrementar la productividad, el crecimiento económico y el nivel de vida de la población”. Pero la cruda realidad y cruel verdad es que la economía nacional se desplomó al arrancar esta administración. El Producto Interno Bruto (PIB) creció apenas 0.8% en el primer trimestre de este año, una fracción del avance que registró hace un año y el peor desempeño desde finales del 2009, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Totalmente fuera del discurso económico del peñanietismo, la cruda verdad es que el manejo económico del país, en manos de Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Crédito Público, y Agustín Carstens, gobernador del Banco de México y destacado alumno del Fondo Monetario Internacional (FMI), esta siendo totalmente deficiente si la tasa de crecimiento del PIB, en el primer trimestre de este año, es apenas una sexta parte de la registrada hace un año, cuando tuvo un crecimiento a tasa anual de 4.9 por ciento del PIB. Algo muy mal están haciendo los tecnócratas neopriístas, cuando los tres grandes rubros de la actividad económica registran, entre enero y marzo de este año, caídas en su crecimiento, respecto del mismo periodo de 2012.

En efecto, según los datos ofíciales difundidos por el INEGI, el PIB de las actividades primarias, que incluye la agricultura, silvicultura y pesca, avanzó a una tasa anual de 2.8%, poco más de una tercera parte del desempeño que tuvo hace un año cuando, en el primer trimestre de 2012, creció a una tasa de 6.4 por ciento; cuando el PIB de las actividades secundarias, donde se incluye a la industria, minería, electricidad y construcción, mostró una tasa negativa de 1.5 por ciento, cuando en el primer trimestre del año pasado creció a 4.9 por ciento; y cuando el sector terciario, que incluye los servicios, como las actividades financieras, el comercio y el turismo, creció, en el primer trimestre de este año, 1.9 por ciento, cuando un año antes avanzaba a una tasa anual de 5.3 por ciento.

Muy mal se están haciendo las cosas en el gabinete económico de Enrique Peña Nieto, cuando tiene que salir la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a recortar su previsión de crecimiento de la economía del país para este año de 3.5 -que ya representaba una desaceleración- a 3.1 por cientoun claro frenón-. Un manejo deficiente debe estarse llevando a cabo en el manejo económico para que el subsecretario de Hacienda y Crédito Publico, Fernando Aportela Rodríguez, convoque a una conferencia de prensa, de emergencia, para advertir que el decrecimiento de la economía tendrá un efecto negativo en los ingresos públicos y, por tanto, en los gastos que tiene programados la administración federal. Mal está la situación, cuando el funcionario adelanta que el gobierno federal tendrá que recurrir a los recursos de los fondos de estabilización de ingresos y, luego, “realizar ajustes al gasto”. Poca credibilidad tiene este funcionario cuando asegura que los servicios básicos que provee el gobierno y las partidas destinadas a programas sociales, no se verán afectadas por los ajustes.

EPN, INSATISFECHO

Tras conocer los datos de la desaceleración de la economía del país, el presidente Enrique Peña Nieto consideró que el crecimiento marginal de 0.8% del PIB, durante el primer trimestre del año, “de ninguna manera es satisfactorio”. Durante la inauguración de una planta de café soluble de una trasnacional, en Toluca, Estado de México, explicó que si no existen estímulos internacionales que alienten el crecimiento económico, se debe impulsar reformas internas de carácter estructural y políticas públicas que fortalezcan al mercado interno”, el cual está totalmente descuidado porque se sigue apostando a la dependencia de la economía de Estados Unidos.

Peña Nieto justificó que si la economía de México no ha crecido más es porque la economía mundial no lo está haciendo, y dijo que el crecimiento que se observa en otras partes del mundo ha sido lento y, en algunos casos, negativo. El mandatario confió en que las acciones que está realizando su administración, las reformas que vienen impulsando a través del Pacto por México, “hagan posible que el país retome un camino de crecimiento más acelerado, de mayor desarrollo, de mayor beneficio para los mexicanos”. Sin embargo, si observamos el desarrollo económico del país en los últimos treinta años, dichas esperanzas están lejos de cumplirse, toda vez que se sigue apostando por las recetas económicas del neoliberalismo aplicadas desde el gobierno de Miguel de la Madrid y repetidas en las administraciones de Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, y ahora con Enrique Peña Nieto.

Dichas recetas o estrategias económicas, que nos llegan a través del FMI, el Banco Mundial o la OCDE, lo único que han conseguido es afianzar la dependencia económica de México a la economía de Estados Unidos, en rangos no de socios sino de subordinación, donde la gran mayoría de beneficios económicos se quedan en el vecino del norte. Incluso las reformas estructurales que se han aprobado en esta administración, la laboral, la educativa, en materia de telecomunicaciones, así como las que están a la espera en el horno legislativo, la energética y la fiscal, están diseñadas para fortalecer y reforzar la actual relación de dependencia económica de México a Estados Unidos

Hasta el propio embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, revela que las reformas que actualmente el gobierno de Enrique Peña Nieto está impulsando “reforzarán la relación económica entre Estados Unidos y México en los próximos años”. Durante la Asamblea Anual número 40 de la American Chamber of Comercio, en Monterrey, ejemplificó que el 85 por ciento de las exportaciones de compañías medias y pequeñas de Nuevo León se dirigen a territorio estadounidense.

Wayne destacó que durante la reciente visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, éste acordó con el gobierno de Enrique Peña Nieto, pasos para tener una América del Norte más competitiva para tener más oportunidades de inversión. El diplomático destacó que la meta de la relación económica Estados Unidos y México es llevar productos y servicios de muy alta calidad al mercado global.
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