¡¡Exijamos lo Imposible!!
De la ilusión a la pesadilla
México cumple 19 años en la Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económico (OCDE), club de los ricos, en el que incursionó
impulsado por Carlos Salinas de Gortari y su sueño de convertir a
nuestro país en parte destacada del primer mundo
CIUDAD DE MEXICO, 18 de mayo (SinEmbargo).– Hoy se cumplen 19 años de
que México se incorporó a la undo y dejar atrás los problemas
financieros que el país acarreaba desde la década de los 80′s y que no
terminaron -como se esperaba- en la década posterior.
A lo largo de estas casi dos décadas de reunirse con representantes de
países desarrollados y de asistir a múltiples encuentros sobre
diferentes problemáticas, la situación en México no es la mejor de los
34 países miembros del organismo, incluso ha quedado en los últimos
lugares en cuanto a desarrollo, educación y bienestar infantil, entre
otros.
En 2010 nuestro país se colocó en la última posición de los miembros de
la OCDE en cuanto a bienestar infantil. En el estudio “Haciendo lo mejor
para los niños” este organismo empleó seis indicadores para calificar
el bienestar infantil: bienestar material, vivienda y medio ambiente,
bienestar educativo, salud y seguridad, conductas riesgosas y calidad en
la vida escolar. En ninguno de ellos México superó la posición 26 de
los 30 países calificados entonces.
Al siguiente año, México fue calificado como el más corrupto y el menos transparente de los miembros de la OCDE.
En un informe de septiembre de 2012, el organismo internacional
encabezado por el mexicano José Ángel Gurría, reconoció la ejecución de
programas para combatir la pobreza y la desigualdad, pero al mismo
tiempo estableció que desde hace aproximadamente un lustro comenzó a
incrementarse la proporción de la población mexicana que vive en
condiciones de pobreza al pasar de 35 a 46 por ciento (es decir, 52
millones de mexicanos). Esta situación de pobreza se refleja en
distintos indicadores: México tiene una mortalidad infantil tres veces
mayor que el promedio de la OCDE, y registra un índice de analfabetismo
superior al promedio de los países miembros. Además, posee el mayor
índice de pobreza infantil después de Israel (el promedio es uno por
cada ocho niños y en México el dato es uno por cada cuatro).
La situación no es más alentadora en materia de igualdad de género: 43
por ciento de las mujeres mexicanas tiene un empleo remunerado mientras
que el promedio de la OCDE es de 60 por ciento.
Además, en México la brecha entre ricos y pobres es la más amplia y una
de cada cinco personas tiene un ingreso que cubre menos de la mitad del
promedio nacional.
Esta semana, la organización estimó que en México debe considerarse
eliminar la tasa cero del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en medicinas,
alimentos y productos procesados, ante la baja recaudación tributaria
del país. Se precisó que esto no significa aplicar a dichos productos el
mismo impuesto de la tasa general del IVA, pero si se necesitan
reformas para aplicar este gravamen a entradas de cine, que no es común
en los países que integran el organismo.
En su búsqueda del primer mundo, México ha quedado mal parado ante los
demás miembros de la OCDE con cifras alarmantes que parecen no mejorar a
los largo del tiempo. Quizá uno de los logros más importantes que se ha
tenido en estos 18 años ha sido el nombramiento en 2006 de Gurría
Treviño como Secretario General de la organización, pero este hecho no
ha significado una mejora significativa en la calidad de vida de los
mexicanos con respecto a los habitantes de otros países.
INCORPORACIÓN A LA OCDE
La incorporación de México a la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) se dio durante el sexenio de Carlos Salinas
de Gortari, el 18 de mayo de 1994.
La investigadora Soledad Loaeza detalla en el libro Instituciones y
procesos políticos (Colecc. “Los Grandes Problemas de México”, 2010) que
Salinas tuvo que implementar diversas medidas de índole económico para
contrarrestar “la debilidad del Estado que desde los años ochenta se
impuso como un tema recurrente en el debate público”.
“El modelo económico que se implantó a partir de los años noventa debía
contrarrestar el deterioro del Estado. El eje de la propuesta reformista
del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) era la reducción
del intervencionismo estatal, con el argumento de que así se
fortalecería el Estado”, dice Loaeza.
El priista fijó como principales ejes estratégicos “la redefinición del
intervencionismo, la liberalización de los mercados, la privatización de
empresas públicas, la instalación de la gobernanza como una estrategia
de gobierno y la internacionalización de la economía”.
Justo en este ámbito, Salinas de Gortari decidió incorporar a México
como miembro número 25 de la OCDE con el sueño de que el país se
convirtiera en una nación de primer mundo, por lo que se dispuso su
retiro del Grupo de los 77 al que pertenecía como economía en
desarrollo.
Hace 19 años, México se convirtió en el miembro de la OCDE. El “Decreto
de promulgación de la Declaración del Gobierno de los Estados Unidos
Mexicanos sobre la aceptación de sus obligaciones como miembro de la
Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos” fue publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 5 de julio de 1994.
Se pensaba que una vez que México ingresara al “Club de los ricos” su
condición tendería a mejorar; sin embargo, a lo largo de los años se ha
mantenido en los últimos lugares de los distintos índices de desarrollo.
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