¡¡Exijamos lo Imposible!!
Televisa, Peña, el PRI, Dresser, contra el “Yo Soy 132” por ser independiente e incontrolable.
Pedro Echeverría V.
Imaginen nada más: el movimiento estudiantil Yo soy 132 nació en mayo
luchando contra Televisa y la imposición de Enrique Peña Nieto como
candidato del PRI y la misma televisora. Durante dos meses –con más de
20 poderosos actos de protestas- logró sacudir la conciencia nacional y
conseguir muchos apoyos que –de paso, sin proponérselo- le dieron fuerza
al movimiento progresista y en parte al PAN. Pero realizadas las
elecciones del 1 de julio y habiéndose declarado a Peña Nieto como
presidente electo, la lucha justa y honesta del 132, fue abarcando más
objetivos con el fin de lograr mejor cobertura. Prendió su movimiento en
todo el país, aunque sólo se consolidó en los estados con mayor lucha
social. Pero el 132 no podía quedar estancado porque su gran objetivo,
el combate contra la manipulación que ejercen los medios, no ha logrado
por lo menos disminuirlo. La batalla tiene que seguir.
2. El peor golpe sufrido por el movimiento de parte del gobierno y
los empresarios –muchos ya lo esperábamos, porque era obvio- era lograr
alejar a los estudiantes de universidades privadas de los de las
escuelas públicas. ¿Cómo poder aceptar que los padres de esos muchachos
sigan en sus cargos como gobernantes u hombres de negocios? Pero los
estudiantes, a pesar del retiro de los “hijos de papi”, se han
reagrupado, continuado con sus grandes asambleas, con sus guardias en
los campamentos, sus visitas a los estados y cumpliendo decenas de
comisiones de apoyo a las luchas sociales. Sin embargo, después de las
reuniones masivas realizadas en San Salvador Atenco y en Oaxaca,
Televisa y el gobierno han estado golpeando con mucha habilidad sus
visitas en los estados y sus apoyos solidarios con las luchas sociales.
Ayer en mi artículo hice un comentario sobre la contratación de un
dirigente del 132, Antonio Attolini, por Televisa.
3. Hoy Denise Dresser habló del movimiento #Yosoy132; lo calificó
como diluido y radicalizado, sobre todo (dijo) cuando realizó alianzas
con la Coordinadora (la CNTE), el Sindicato de electricistas (SME) y
los movimientos que se reunieron en Atenco. Apuntó: “Me entristece
porque creo que de haber seguido adelante con la sola agenda de la
democratización de los medios, habrían logrado mantener su identidad y
un mayor grado de apoyo social, el cual han ido perdiendo con el paso
del tiempo, lamentablemente a mi juicio”; también relató que fue testigo
de la creación de este grupo y que fue maestra de Antonio Attolini, en
el ITAM. Dresser ha tenido una carrera ascendente en muchos medios de
información en los últimos cinco años y, siendo crítica del PRI y del
lópezobradorismo, le ha disgustado el movimiento de masas y, en el caso
de Yo soy 132, dice que le agradaría que sea muy puro, muy limpio y que
no alíe sus luchas con los radicales.
4. Obviamente la Dresser no es una intelectual de izquierda, sino de
derecha. Lo que ha pasado es que escribe cosas interesantes contra el
PRI y de crítica contra el “populismo” de AMLO que la colocan en la
misma línea de Paz, Krauze y todos los intelectuales que exigen
actitudes elevadas a la izquierda; por eso su discurso es esencialmente
de un derechismo muy anticuado que busca las buenas conciencias, formas y
costumbres, el buen vestido y presentación. Ella escribe y habla
correctamente, realiza cientos de viajes al extranjero y por muchas
ciudades del país impartiendo conferencias, pero no deja de pensar en la
“alta política”, en la “política culta” que complican las
manifestaciones, bloqueos o tomas de edificios. Por eso ha repetido
varias veces que está decepcionada del “Yo soy 132” desde que comenzó a
reunirse con las organizaciones radicales como la Coordinadora, Atenco y
los electricistas.
5. Me recuerda a los escritores Octavio Paz y Enrique Krauze que
nunca se han considerado derechistas y el primero dijo siempre que era
de izquierda pero que no comulgaba con el falso socialismo o el
socialismo no democrático. Pero se entregaron estos escritores tanto a
Televisa que en lugar de ser una buena tribuna para expandir sus ideas,
la empresa se los comió convirtiéndolos en simples figuras domesticadas a
su servicio. Por ello la rebeldía e independencia del movimiento 132 es
insoportable para el poder y por eso se le acusa de radical y se busca
acabarlo. Por eso las declaraciones de Attolini y su maestra la Dresser
son alarmantes en estos momentos. La realidad es que a un movimiento de
masas no debería importarle, pero tampoco puede dejar de denunciar que
Televisa, el PRI y Peña, tratan de destruirlos.
6. El movimiento Yo soy 132 es mucho más grande que los del PRI,
Televisa, la Dresser, Attolini o el panismo porque sus objetivos están
plenamente identificados con los del sector mayoritario de la
población. Se puede salir a las calles a gritar y a luchar –con la cara
en alto- cuando se lucha por los intereses evidentemente mayoritarios,
pero no se puede hacer lo mismo cuando se están defendiendo intereses
inconfesables. En tanto el capitalismo sea poderoso en todos los campos,
las minorías seguirán imponiéndose en lo económico e impulsando a los
gobiernos que necesitan, tal como lo hizo el PRI y Televisa; pero las
batallas como las del 132, la Coordinadora, Atenco, los electricistas,
mineros y demás, continuarán. Por eso hay que apoyar todas las luchas en
todos los sectores de los trabajadores y estudiantes. (26/X/12)
Ver Blog: http://pedroecheverriav.wordpress.com
pedroe@cablered.net.mx
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