¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Se le descompone a Ebrard el futuro
Por María Teresa Jardí
Su
gusto por las obras faraónicas o por el dinero o por ambas cosas, que
ya se sabe suelen ir de la mano unas de la otra, dejan mal parado a
Ebrard a unos días de la entrega.
Impresionantes metros y metros de construcciones para el traslado de los
millones de autos que los capitalinos compran como consumo necesario.
Obras que me dicen que van a tener continuidad hasta lograr el
transporte público que la ciudad demanda, necesita y merecen los
capitalinos. Ojalá y sea cierto y entonces sí a futuro se pueda decir
que fueron un acierto.
Al escándalo, dejado crecer, de lo que parecía simplemente una
mentirosa, en cuanto a títulos, mujer rectora de la Universidad de la
Ciudad de México, se le suman las corruptelas previas de la dama en
cuestión y la estatua de un dictador extranjero que también le dio una
enorme derrama de dinero al gobierno del DF.
La rectora debió ser cesada de inmediato. ¿Por qué? Por mentir en cuanto
a los títulos que la acompañan. Pero sobre todo porque una parte de la
comunidad de maestros y estudiantes no la quiere en el puesto que ocupa.
Cuestión de inteligencia. Escuchando o incluso fingiendo que se
escuchaba a los afectados. Debió ser resuelto el problema que hoy se le
complica a Ebrard con lo de que Orozco benefició a empresas yanquis
cuestionadas por estar ligadas nada menos que a desforestar y al
armamentismo. AMLO para 2018 estará muy viejo y al otro posible se
le van descubriendo errores que a futuro lo inhabilitan.
No sé si es común que un país dé dinero a otro para obras públicas a
cambio de monumentos a personajes de esa otra nación. Pero queda claro
que hay que enterarse a tiempo para no meter la pata acerca de qué clase
de personaje se trata y si es o no un héroe en el más amplio sentido de
la palabra.
Grave es que se haya acordado la puesta de una cosa y el país en
cuestión, Azerbaiyán, haya puesto otra, tomando el pelo al país
anfitrión y al gobernante que como “inquilinos” de un parque lo admitió.
Pero más grave aún son los desmentidos en cuanto al dinero entregado.
Habla de corrupción el que el país dueño de la estatua asegure que
fueron diez millones de dólares los entregados a cambio de esa puesta de
la estatua del padre, del dueño actual de ese país, y no seis como
informa el gobierno de la capital de la república, que acaba en medio de
tan grandes enredos. Cuatro millones de dólares son muchos millones y
más aún cuando la entrega fue para la puesta de una estatua de un
exmiembro torturador de la KGB.
Puede que sea cierto que los segundos pisos de pago son un logro para
los pobres. Porque los pobres no tienen coche y los ricos que sí tienen
en general también tienen dinero para pagar por circular más rápido,
Aunque muchos pobres en México también tienen coche y simplemente
tendrán que seguir transitando lento por los pasos que dan a desnivel.
Muchos pobres tienen coche en México aunque en sus mesas no sobren las
viandas destinadas a la alimentación. Ese también es un problema de
cultura que va mucho más allá del mal transporte público. Un problema
que, entre otros muchos, espera por ser cambiado para poder transitar a
cualquier otro lugar menos lúgubre que el que nos deja Felipe Calderón
como herencia envenenada del paso de la derecha panista por el Ejecutivo
federal. Derecha panista que deseamos nunca más regrese. Pero ya se
sabe que aquí nada es lo que se espera y el PRI se encuentra de regreso
a sólo doce años de su salida, que esperábamos era para siempre.
En fin... que o cambiamos como sociedad rescatando el manejo de la cosa pública o estamos perdidos para siempre.
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