Por Esto!
¿Nos interesa el diagnóstico del caos?
Gilberto Balam Pereira
Decimos que nuestro desarrollo socio-económico atraviesa por un bache cuando que lo justo es que digamos que se trata de un espantoso despeñadero del que no se percibe una mediana recuperación al breve plazo.
Decimos que nuestro desarrollo socio-económico atraviesa por un bache cuando que lo justo es que digamos que se trata de un espantoso despeñadero del que no se percibe una mediana recuperación al breve plazo.
Pues bien, en recientes fechas nuestro Diario POR ESTO! ha mostrado, entre múltiples y fundamentales inquietudes, los hechos sobresalientes de nuestro cotidiano acontecer de manera oportuna y veraz.
Por ejemplo, son muchísimos los adjetivos que pueden anteponerse a nuestros bárbaros vecinos del Norte que ven la paja en el ojo ajeno y se hacen disimulados de la salvaje ceguera de sus endemias en el propio (ojo). Lamentablemente, al parecer, guardamos silencio ante las verdades que nos atribuyen y sólo saltamos cuando los señalamientos proceden de una bestia gringa, racista, ignorante, salvaje, megalómano y arrogante como el tristemente célebre senador republicano precandidato presidenciable de los EU Donald Trump: “los mexicanos son narcos, violadores” y más todavía. Este tecleador se pregunta: ¿y quiénes son los clientes de estos narcos mexicanos? Son la mayoría de drogadictos vecinos nuestros. Sin vergüenza del imperialismo.
Y hablando de Washington, no podemos negar, desgraciadamente algunas verdades que nos achacan y que hieren. Por ejemplo:
El informe anual del Departamento de Estado sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, destaca los casos de Ayotzinapa y Tlatlaya. El documento elaborado por el gobierno del Presidente Barack Obama y presentado este jueves 25 por el secretario de Estado, John Kerry, menciona que el gobierno o sus agentes cometieron asesinatos arbitrarios o ilegales, a menudo con impunidad.
Otros problemas relacionados con los derechos humanos incluyen también a la policía y a los militares como perpetradores de crímenes contra la población.
El año pasado, el Departamento de Estado explicó en 40 páginas que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto los violadores de las garantías individuales son intocables. “La impunidad y corrupción continúan siendo un problema serio, particularmente a nivel estatal y local, en las fuerzas de seguridad y el sector judicial”. “Los grupos del crimen organizado persisten en llevar a cabo altos niveles de secuestros y de violencia en contra de periodistas y otros, lo que limitó la libertad de expresión”.
“La impunidad por los abusos de los derechos humanos continúa siendo un problema en todo el país, con tasas extremadamente bajas de procesos judiciales para todos los tipos de crímenes cometidos”. El Departamento de Estado anota finalmente que el crimen actúa con impunidad en connivencia con funcionarios estatales, locales y de las fuerzas de seguridad que son iguales de corruptos”.
Por lo anterior, es de considerarse que el Informe aquí brevemente comentado tiene mucho que ver con el diagnóstico de las condiciones que prevalecen en el país.
Así tenemos que nuestro diagnóstico sobre las condiciones que pulsa el país deriva de las políticas que ejerce el gobierno y que datan de varias décadas. Todo parte del hecho de que hay una distribución inequitativa de la riqueza, las empresas de los cuatro millonarios más ricos del país, acaparan el 9% del PIB.
El bajo crecimiento que se da es “excluyente” e “impide que la parte más baja de la población se beneficie”.
El país no cuenta con una política tributaria progresiva, sino que está diseñada para beneficiar a las grandes fortunas; por el contrario, se siguen tendencias que perjudican al resto de la población, como mayores impuestos en el consumo. El golpe más reciente en este sentido es el tributo por alimentos convencionalmente preparados en tiendas comerciales.
Por otra parte, ¿cómo no vamos a tener la fama de “narcos” si entre diciembre de 2012 y febrero del presente año, en el rubro de los aseguramientos, los datos señalan que se decomisaron un total de 82 mil 115 kilogramos de drogas, como marihuana, cocaína y metanfetaminas, que iban con destino a los EU?
Con relación a otros decomisos, se reportan cuatro millones 721 mil 433 pesos mexicanos y un millón 885 mil 389 dólares americanos; mil 135 vehículos; 377 mil 177 litros de combustible; 717 armas; 100 mil 539 cartuchos y cargadores; así como 344 equipos de comunicación y cómputo.
Para terminar, la cereza del pastel, algunas diferencias estadísticas:
Robo de vehículos: en Yucatán se dan 7 casos por cien mil habitantes, siendo la tasa nacional de 137.
Robo a comercios: 15 por cien mil habitantes en Yucatán. Tasa nacional de 58.
Robos a casas habitación: Yucatán 101 casos y la tasa nacional es de 82.
La violación sexual en Yucatán es de 12.1 por cien mil y la tasa nacional es de 10.6 por cien mil.
Con todo este panorama lúgubre de calamidades, ¿qué proyectos tienen el Ejecutivo, los legisladores y los partidos para Yucatán y el país en los próximos años?
(Continuará)
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