El hundimiento de Osorio Chong y la presión por extraditar al Chapo Guzmán
Jenaro Villamil
El responsable de la seguridad interior, de la seguridad pública y del gabinete de seguridad nacional no consideró necesario que la fuga de El Chapo, a año y medio de su reaprehensión, pueda generar renuncias mayores o cambios fundamentales en la política contra el crimen organizado.
Osorio Chong informó que entre los funcionarios de menor nivel que fueron cesados están el director del penal de alta seguridad de Almoloya, Valentín Cárdenas Lerma, la coordinadora nacional de Centros Federales de Readaptación Social, Cecilia Oseguera, y del titular del órgano desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, Juan Ignacio Hernández.
El titular de Gobernación justificó a lo largo de la conferencia de prensa las “fallas” ocurridas sin mencionar que exista un asunto de corrupción al más alto nivel. Presumió que el penal de Almoloya cuenta con el mejor sistema de seguridad y de monitoreo, que hubo “un momento de fuga” en las cámaras de vigilancia al Chapo y que el brazalete que tenía el capo no contaba con geolocalizador por recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
A lo largo de la conferencia de prensa, Osorio Chong tartamudeó. Su lenguaje verbal no transmitió seguridad. Por el contrario, evitaba sentenciar y no ofreció certeza del plazo para la reaprehensión de quien es considerado el líder del narcotráfico más importante de la actualidad.
Describió con precisión el túnel de 1.5 kilómetros que mandó a construir El Chapo “con alta tecnología” para su fuga, incluyendo la iluminación en bombillas que fueron reventadas a su paso. Sin embargo, el secretario de Gobernación no atinó a explicar cómo pudo construirse este sistema a las puertas del penal y cómo obtuvieron los ingenieros de Guzmán Loera los planos de Almoloya para llegar hasta el sitio de su fuga.
Las presiones de EU
El único tema que no se mencionó en abundancia durante esta rueda de prensa fue la solicitud oficial del gobierno de Estados Unidos para la extradición de El Chapo.
Según publicó este martes 14 de julio el periódico Reforma, el Departamento de Justicia norteamericano estaba por tramitar 6 solicitudes con fines de extradición hasta por 35 cargos de lavado de dinero, tráfico de cocaína y mariguana, y por asociación delictuosa.
Al momento de su fuga, El Chapo Guzmán estaba sujeto a 11 procesos por ilícito cometidos en México, entre ellos delitos contra la salud, delincuencia organizada y cohecho.
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