sábado, 4 de julio de 2015

México en la más grave crisis de derechos

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Terrorismo político
Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

Crimen, corrupción e impunidad, acusa EU
Fácil en el Norte ver “la paja en el ojo ajeno”
Baja de nuevo expectativa de crecimiento

“En México no hay pena de muerte. Hay cosas por las que te mueres de pena”.- Jorge Saldaña

Un binomio funesto para los mexicanos representa la actual administración federal: por un lado, un pésimo manejo de las finanzas públicas y de la economía, que día tras día decrece en las expectativas de los especialistas hasta alcanzar a la fecha sólo 2.6% del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) este año, y que multiplica el número de pobres en territorio nacional; y, por otro lado, la ausencia del Estado de Derecho en el país, en donde imperan la inseguridad, la corrupción, la impunidad y un “terrorismo político”, que contempla violaciones a los derechos humanos, tortura y desaparición forzada. México atraviesa la más grave crisis de derechos humanos en su historia reciente, lo que ha resultado en miles de personas muertas o desaparecidas.

El embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, durante la celebración anticipada del 4 de julio, aseguró que en México persisten serios retos, como son poner fin al crimen, la corrupción y la impunidad. Al mismo tiempo, en Washington, también más de 80 congresistas estadounidenses remitieron una carta al Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, para expresarle su preocupación por las violaciones de derechos humanos en México, e insistieron en que se trata de un “padrón amplio” más allá de los casos de Ayotzinapa y Tlatlaya.

Dicha carta fue impulsada por el congresista demócrata por California, Alan Lowenthal, miembro del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, y fue suscrita por 81 legisladores, quienes apuntaron que esos dos casos “no son incidentes aislados en México; sino que ilustran un patrón más amplio de graves violaciones de los derechos humanos en el país, incluidos los casos de tortura, detenciones arbitrarias, secuestros y ejecuciones extrajudiciales”.

Destacaron que la desaparición de los 43 estudiantes en Ayotzinapa “es uno de los 25 mil casos registrados de gente que ha desaparecido en México desde 2007. Decenas de miles de familias están aún esperando respuestas sobre dónde se encuentran sus seres queridos y para que aquellos que causaron esos crímenes sean investigados y paguen por ello”. Los congresistas expresan su apoyo a la labor del grupo de expertos internacionales relacionado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el gobierno de México para revisar este caso y dar asistencia técnica durante la investigación, así como presentar recomendaciones a las autoridades.

Además de ese caso, los congresistas se refirieron a la muerte de 22 personas en Tlatlaya, Estado de México, en junio del año pasado. También la semana pasada, el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió su informe anual sobre la situación que guardan los derechos humanos en el mundo, y acusó a funcionarios mexicanos de ejecuciones extrajudiciales.

Y este jueves, ante diversas personalidades que acudieron a su residencia para la recepción del aniversario 239 de la Declaración de la Independencia de su país, el embajador Wayne sostuvo que “el crimen, la corrupción y la impunidad ponen obstáculos en nuestro camino. Estas cuestiones desarrolladas con el imperio de la ley tienen un impacto en nuestros ciudadanos. Estos flagelos evitan que nuestra gente desarrolle todo su potencial y nos roban nuestro futuro”.

El diplomático estadounidense señaló que “luchar contra ellos demanda vigilancia constante, lo que a su vez necesita de un esfuerzo concertado de todos nosotros, trabajando juntos: gobierno, empresas, grupos de la sociedad civil, la prensa y nuestros ciudadanos. Esencialmente se trata de una responsabilidad compartida”.

Wayne refirió que México y Estados Unidos coordinan trabajo contra los narcotraficantes, los tratantes, los contrabandistas de armas y los que lavan dinero; luchan contra la corrupción y la impunidad, al tiempo que buscan proteger los derechos humanos y la libertad de prensa.

Y si bien el diplomático expresó situaciones que están en la diaria realidad en nuestro país, también debe puntualizarse que, en el suyo, campea una escenario igual y que no han resultado ejemplos de un respeto absoluto a los derechos humanos y eso se refleja en muchos de los actos policíacos que son exhibidos y que se ejecutan tanto con los nacidos en esas tierras como con los latinos, a los que atacan con fiereza. Ni qué decir del blanqueo de dinero o de las acciones de una mafia que es desconocida porque hasta ahora no han atrapado a ciudadanos estadounidenses a los que se exhiba como capos de la droga en aquel país.

Según lo expresado por periodistas de EU, enfrentan también restricciones en cuanto a la libertad de prensa y éstas se centran cuando se pone en entredicho la actuación presidencial.

Retornando a las violaciones de derechos humanos cometidas por agentes del Estado mexicano, también fueron exhibidas y reprobadas por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP). Su Índice Global de Paz calificó a México con 4 de 5 puntos en “terrorismo político”, que contempla violaciones de derechos humanos, tortura y desaparición forzada. México es una de las 23 naciones que están a punto de llegar a la peor calificación, en la que se encuentran Corea del Norte, Siria y Paquistán.

Patricia de Obeso, representante del IEP, explicó que esto “quiere decir que las violaciones a derechos humanos, las desapariciones forzadas y la tortura están llegando a un punto en donde lo que sigue es que la mayoría de los homicidios estén relacionados a ese tema”.

El “terrorismo político” es una de las 23 variables con la que se forma el Índice Global, en el cual México ocupa el lugar 144 de 162 países evaluados. Los indicadores en los que el país alcanzó la peor evaluación son en homicidios, crímenes violentos y muertes por conflictos internos. En este último rubro se encuentra a la par que Afganistán, Irak y Siria. México es el país menos pacífico de la región centroamericana y el Caribe debido a su tasa de homicidios y por la alta percepción del crimen.

El costo económico de la violencia para el país es alto: en 2014, según el IEP, México destinó 221.4 billones de dólares, equivalente al 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), para enfrentar directamente la violencia, y éste le costo otro 7 por ciento de manera indirecta.

De nueva cuenta en este rubro habrá que hacer patente que no sólo estamos poniendo los muertos, sino también recursos en momentos en los cuales existe una paralización económica grave, nunca antes registrada y que conlleva cancelaciones que afectan lo social, la generación de empleos y retrasan la infraestructura competitiva.

Bajan crecimiento, otra vez

Analistas económicos y financieros privados bajaron el pronóstico de expansión de la economía mexicana en 2015, a un 2.60 por ciento desde 2.66 por ciento, y subieron el pronóstico para la paridad de la moneda mexicana contra el dólar, a 15.26 pesos por billete verde desde 15.08. Este pronóstico suma 10 recortes a la baja para ubicarse en su menor cifra desde que se tiene registro de la proyección.

De acuerdo con la encuesta aplicada en junio por el Banco de México, los estimados de crecimiento económico para México fueron revisados a la baja también para 2016 y 2017, de 3.32 a 3.20 y de 3.75 a 3.66 por ciento, respectivamente, y las perspectivas de tipo de cambio apuntan a una divisa estadounidense más fuerte.

Según los resultados más recientes del sistema de indicadores cíclicos que elabora el INEGI, la economía mexicana no da señales claras de alcanzar una sólida recuperación. El componente coincidente, que busca reflejar el estado general de la economía, reportó en abril pasado su tercera reducción mensual consecutiva, reflejo del frágil desempeño de la planta productiva del país.

De los pasillos

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