La violencia despierta deseos de venganza

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!

Triste 14 de julio habrán pasado ayer los franceses

María Teresa Jardí

Es obvio que el imperio yanqui necesitaba un operador del narcotráfico cuya falsa lucha organizó una guerra en México impuesta por el mediocre asesino Felipe Calderón Hinojosa y convertida en genocidio por Enrique Peña Nieto ambos traidores y ambos al servicio de ese imperio maldito. Le abrieron la puerta a El Chapo para que vaya a arreglar los desarreglos de los Calderón y de los Peña Castillo en Michoacán. Malas personas, si se les puede llamar personas, corruptos malditos a secas, ni Fox entendió ni Peña tampoco que el sacar a un capo a hacer el trabajo sucio lo que trae es más violencia y que la violencia despierta deseos de venganza y que al final se acaba con un país como se está acabando con México. 

Por eso les urge la entrega a los también canallas, como la esperpéntica cabeza actual de la Francia de la Declaración de los Derechos del Hombre que ha sido enterrada por François Hollande. Qué vergüenza, La Sorbona entregando una medalla a Enrique Peña Nieto a cambio de negocios mal habidos para empresas francesas de dudosa pulcritud moral. 

La vieja Europa despierta vergüenza ajena en la humanidad. Aunque no es que sea nada nuevo. Ni lo de los alemanes ni lo de los franceses y ni qué decir de los ingleses... Europa colonizadora alzada como asesina en todo lugar donde puso y pone los pies. 

De la “fuga” del Chapo ¿habrá hablado en el Centro Cultural de América Latina en París, Peña Nieto, invitado por el presidente francés? O no. Y allá si habrá explicado cómo se le abrió la puerta al capo en aras de que haga el trabajo que no ha podido hacer el desgobierno encabezado por quien a Francia fue a exhibir sus excesos, mientras asesina por hambre al pueblo mexicano. La ejecución extrajudicial en México se ha convertido en forma de funcionamiento del producto televisivo sentado en la silla del Ejecutivo federal. Desapareciendo forzadamente personas y legalizando la pena de muerte, sin ser legal. Una chulada de país el nuestro. 

Pero mucho más inmoral es el presidente actual de Francia que más de tres libros, estoy segura, habrá leído en su vida. 

Un impresentable el actual presidente de la Francia que a Maigret como ejemplo novelístico de una policía ejemplar inmortalizó Georges Simenon, suizo de origen, pero quien eligió a un policía francés, porque luego del fracaso en la materia, habiendo puesto a un delincuente a dirigir esa policía con el falsamente probado argumento de que sólo un malo puede perseguir a los malos, lo que de ejemplo podría haber servido a los impresentables mafiosos, adueñados del poder en México, para entender la mala idea de sacar a un capo preso, en aras de controlar lo que varios ejércitos en la calle no pueden hacer, habiendo nacido en Francia la receta que en el mundo civilizado sigue funcionando. El jefe probadamente honrado y de ahí para abajo los castigos implacables e impecables contra el policía y militar transgresor de las leyes. Exhibido ese país, como esperpéntico, entregando medallas a Peña Nieto, ese país que logró dar marcha atrás y construir una policía impecable al servicio de los ciudadanos franceses. Qué vergüenza ajena da Hollande, un gobernante que se exhibe con los excesos incluso de acompañamiento de un producto televisivo al que se recibe, a sabiendas de que es un corrupto canalla, traidor y entreguista, como si fuera un “gran gobernante” porque va a hacer la entrega de la patria donde nació a la que ni quiere ni respeta.