Griegos dan ejemplo al mundo de lo justo

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!

El NO a la condena

María Teresa Jardí

El pueblo helénico de nuevo se alza como orgullo de lo culto y humano, los griegos dan ejemplo al mundo de lo justo, moral y correcto, diciendo no a la condena de la globalización, convertida, de múltiples manera, pero todas por dinero, en asesina del hombre, de los animales, de la naturaleza... 

El 68 mundial de regreso en Europa como ejemplo para el resto de la humanidad. La construcción sin sentido, por parte de la ONU convertida en instrumento del imperio yanqui, del entramado internacional de defensa a los derechos humanos, empezando de nuevo en la cuna de la civilización para desde ahí llegar a cada rincón del mundo. 

Y es momento, mexicanos, de regresar a Ricardo Flores Magón. Tomo de sus cartas apenas unos párrafos contenidos en un libro del FCE sobre la vida y el pensamiento de México titulado: “Epistolario y textos de Ricardo Flores Magón”. De cartas y escritos, entonces, en contra de la tiranía de Porfirio Díaz. Vigentes hoy contra la dictadura de Peña/Verde/Televisa, cuestionado su individualismo “... para gobernar solo, y ser el único amo... rodeado de un círculo de autómatas, de hombres que no tienen más voluntad que la del jefe (Chuayffet y Murillo Karam)... de hombres que siempre podrán ser mandados y obedecer... Se tachará de antipatriótica nuestra actitud por tales individuos, pero el pueblo, que es al que nos dirigimos, porque es el befado, el ultrajado, el oprimido; porque es el siervo debiendo ser el amo, ese pueblo comprenderá nuestros esfuerzos encaminados a su mejoramiento social a fin de que ya no se le explote ni se le tiranice, a fin de que pueda ejercitar sus derechos, y que sea libre y fuerte, y no se le tome como comparsa en los ridículos festejos de la adulación y el servilismo... Se tachará de antipatriótica nuestra tarea, (lo que viene sucediendo con los maestros de la CNTE), precisamente por los que, viendo a la patria en peligro, no dan un solo paso para salvarla, sino que se conforman con adular al poderoso y embrutecer a las masas, (PRI, Verde/Televisa, PAN y Chuchos perredistas y Peña al servicio como producto de Televisa) comprendiendo que de ese embrutecimiento depende su bienestar personal, que tiene por base la degradación del pueblo... La patria quiere hombres de trabajo y de orden y el militarismo, entre nosotros, no es el orden. Recórrase la historia del militarismo y se verá que aparte de unos cuantos soldados que han servido a la República, los demás la han traicionado, los demás han regado de sangre hermana nuestros campos (Ayotzinapa, Tlalaya, etc.), al unirse a ese partido cien veces maldito (repito, hoy PRIAN/Verde/Televisa y Chucho perredista) que nos ha traído déspotas europeos, (léase españoles y gringos, alemanes vendedores de armas y canadienses mineros y, y, y, y... extranjeros corruptos a los que se permite aquí hacer suculentos negocios), como si no fueran bastantes los tiranos de México. Unámonos; fijemos nuestra atención (como hizo el pueblo griego) en un hombre que pueda salvar la patria de la crisis política a que la condenó el presidente Díaz (hoy los tecnócratas mucho más corruptos y obscenos), al entregarnos a la voluntad del Congreso de la Unión (el mediocre Legislativo en manos de Televisa y el Judicial en manos de una esperpéntica Corte de injusticia), a ese Congreso de la Unión, que en sus actos oficiales no tiene voluntad, ni valor, ni patriotismo, porque es obra del absolutismo... El general Díaz (Peña Nieto y los otros, para atrás y en su gabinete y en otros, neoliberales), según declaran sus aduladores, ha querido que haya paz y que haya progreso. Excelente nos parece la idea, sólo que los medios para lograr su realización han resultado pésimos... Han sido imprudentes los medios empleados para obtener paz y progreso, porque ellos fueron el resultado de una (de varias en el caso actual) voluntad indomable, ciega, sorda a cualquier insinuación hecha por el pueblo, ha sido el resultado de una voluntad dictatorial, en suma...”.

A esto ha dicho que no el pueblo griego. ¿Los mexicanos cuánto vamos a tardar en hacer lo mismo?