Imagen del video que circuló en 2012 en el que Cossío acusaba la cooptación de #YoSoy132 por parte del PRD.
¡¡Exijamos lo Imposible!! Homozapping
Manuel Cossío Ramos, el espía del CISEN en el #YoSoy132
(Primera Parte)
Jenaro Villamil
Hace un año, el 18 de junio del 2012, un
joven que se decía estudiante de la Universidad Iberoamericana,
epicentro de las protestas contra Peña Nieto que dieron origen al
movimiento #YoSoy132, difundió un video para acusar a algunos líderes estudiantiles de estar “cooptados por Andrés Manuel López Obrador”.
Ese joven “decepcionado” con el
movimiento de estudiantes era Manuel Cossío Ramos. Ahora sabemos que es
director de Información de Fuentes Abiertas –dedicada a infiltrar
movimientos sociales para dividir y espiar a sus dirigentes– del Centro
de Información y Seguridad Nacional (CISEN). Su sueldo es de 171 mil
901.34 pesos, según los documentos a los que tuvo acceso la revista Contralínea. Su
jefe inmediato es Gerardo García Benavente, coordinador general de
Inteligencia, que le reporta a Eugenio Imaz Gispert, director general
del CISEN.
La revelación de Contralínea vuelve
a abrir la caja de Pandora sobre uno de los episodios más claros de
“guerra sucia” a través de Youtube y otras redes sociales contra el
movimiento #YoSoy132, contra algunos de sus integrantes, como Saúl
Alvidrez, entonces representante del colectivo del Tecnológico de
Monterrey, Campus Santa Fe, a quien Cossío grabó y editó sus declaraciones
para “probar” que recibía apoyos de Marcelo Ebrard, ex jefe de Gobierno
capitalino, del actual senador perredista Alejandro Encinas, y del
productor televisivo Epigmenio Ibarra.
La denuncia de Cossío, redactada en el war room (cuarto
de guerra) de la campaña priista, no tenía ni pies ni cabeza. Sin
embargo, los medios cercanos a la campaña de Enrique Peña Nieto lo
divulgaron como una “prueba” de que el #YoSoy132 estaba manipulado por
el candidato presidencial del Movimiento Progresista. El PRI, bajo la
dirección de Pedro Joaquín Coldwell, emitió días después un boletín para
acreditar las palabas de quien ya trabajaba para el CISEN, de acuerdo a
testimonios confidenciales de quienes trabajaban en el organismo de
espionaje e inteligencia política del régimen.
“Está medio loco”, dijo en su momento
Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, para desacreditar a Cossío
Ramos. Zambrano recordó el episodio del 2006, cuando Cossío embistió un
campamento del plantón lopezobradorista en la Avenida Reforma. Incluso,
quiso golpear con un bat a algunos de los asistentes.
No era locura, era provocación
perfectamente planificada. Para entonces, Cossío Ramos, sobrino del
ministro de la Suprema Corte, José Ramón Cossío, ya se dedicaba al
“coyotaje de marcas en páginas web”, según acreditó otro video subido a
Youtube, por el colectivo de ciberactivistas Anonymous.
Cossío Ramos se acercó a los jóvenes del
#YoSoy132 haciéndose pasar como empresario de la industria web, dueño
de Global Star 360.com y ProgeteTuMarca.com y “especialista en propiedad
industrial”, según testimonios de distintos integrantes del movimiento
estudiantil. Su objetivo fue quedarse con el dominio de la página web www.yosoy132.mx.
Antes de acercarse a los estudiantes,
Cossío Ramos participó en la organización no gubernamental fundada por
el hijo del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, Emiliano Salinas,
para difundir “la paz” y los cultivos alternativos entre comunidades
indígenas.
En particular, utilizó sus pláticas con
Saúl Alvídrez, estudiante del Tecnológico de Monterrey, para exhibir el
supuesto vínculo del #YoSoy132 con el perredismo. Alvídrez no tenía
ninguno antecedente perredista. Fue alumno lasallista de Chihuahua.
Participó en el organización no gubernamental Nuevo Proyecto, dedicada a
ayudar a los habitantes de las periferias de la capital chihuahuense.
En 2007, Alvídrez se trasladó al
Distrito Federal e ingresó como alumno del Tecnológico de Monterrey.
Antes de la irrupción del #YoSoy132 participaba en el proyecto de
información alternativa “México, Ahora o Nunca”. Se integró al
movimiento y participó en las convocatorias para integrar a estudiantes
de otras universidades privadas, distintas a la Universidad
Iberoamericana, en las marchas del 18 y 23 de mayo de 2012.
Cossío Ramos se hizo pasar como su amigo. Se ofreció a ayudar para manejar y difundir en páginas on line y
en las redes sociales todo lo relacionado con el #YoSoy132. En otras
palabras, quería tener el control del corazón cibernético de un
movimiento que surgió en internet y se convirtió en la principal amenaza
para la candidatura (y la presidencia) de Enrique Peña Nieto.
No sólo Cossío Ramos estaba infiltrado
en el #YoSoy132. Los estudiantes de la Universidad Iberoamericana y
otros integrantes del movimiento comenzaron a ver que hasta algunos
profesores que se acercaron a ellos tenían el mismo perfil: agentes del
CISEN. Esa es parte de otra historia.
Continúa mañana.
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