Contralínea
Que el PRI rematará al PAN en Baja California
Un lector-amigo-corresponsal y actuario bajacaliforniano, con una encuesta, fundamenta que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganará Baja California con el candidato de la coalición PRI-PT (Partido del Trabajo)-PVEM (Partido Verde Ecologista de México) y la agrupación local Encuentro Social, Fernando Castro Trenti, imponiéndose al panista Francisco Vega Lamadrid, apoyado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). La mezcla de corrientes salta a la vista borrándose las fronteras ideológicas sólo para obtener la victoria, y como en esos matrimonios de interés, en cuanto riñan, sanseacabó y cada quien buscará una nueva pareja.
El corresponsal de a de veras, Miguel Cervantes (Reforma: 26 de mayo de 2013), nos informa de la presencia del diputado federal Beltrones Rivera apoyando Castro Trenti y saliendo en su defensa por la campaña de su adversario. El PRI busca sacarse la espina haciéndose de esa gubernatura; y aunque unos aseguran un empate hasta el momento, está claro que el PRI ganará Tijuana y la nube expansiva puede (y debe) contagiar a los electores para darle el triunfo al PRI que tiene al resto de los alcaldes y 14 de los 25 legisladores.
Si el factótum de Jorge Hank no
se mete en contra, Castro Trenti-PRI aún con el 51 por ciento de los
sufragios, puede ganar la elección. Pero la ultraderechista Mariana
Gómez del Campo (prima de la esposa de Calderón, y sobrina de una de las
socias de la Guardería ABC, donde 49 niños perdieron la vida), aseguró
que a su candidato Dios lo cuida y es suficiente para que por
quinta ocasión desde 1989, el PAN gane, pues “no sabe de diablos”, pero
el señor del averno hace jugadas a los que invocan a su Dios para sus
maldiciones políticas.
Pero lo que sí los puede sorprender es la crisis maderistas-peñistas versus calderonistas-corderistas. Su dirigente Maderito
–porque quiere parecerse a su abuelo Madero–, quiere quitarle el
partido a los resabios foxistas y calderonistas. Y ya que en agosto debe
dejar esa presidencia. Tal vez Cordero la busque ahora que fue
defenestrado de la coordinación de los senadores del PAN. El conflicto
es por el poder en el Senado y evidenció las tensiones entre el
inquilino de Los Pinos y el “profesor” de Hard-Bar; y con tal de fastidiar a éste, Madero continuará su alianza con el peñismo para que siga la diarrea
de reformas aún sin medios para aterrizarlas, aunque parta a un PAN,
que sin líder ni ideólogo está a la deriva. Pero no pudo quitar a
Rosario Robles y sabe que el PRI, como insiste César Camacho, va por el carro completo.
Mientras, el pueblo ve que no hay resultados ni mejoras. Maderito y Cordero rompieron lanzas, sin que llegara la sangre al río,
porque Calderón quiere mangonear la elección del PAN y ya tiene en
Cordero a su candidato; pero Maderito querrá imponer a Cecilia Romano,
la exsuegra de César Nava, quien ahora está en líos por sobornos en
Pemex. Se volvió maldición la sentencia de Carlos Castillo: “no perdamos
el partido por ganar el gobierno”. Perdieron el gobierno y se les va de
las manos el partido. Ni a quien irle. Mucho menos cuando está de por
medio Calderón. Este trío representa el ocaso del PAN. Y junto con Peña
serán sus enterradores si pierden Baja California y reducen más su
minoría en las otras 13 elecciones.
*Periodista
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