¡¡Exijamos lo Imposible!!
La Jornada
Piden en el Zócalo poner freno a las ‘‘agresiones’’ del gobierno contra los obreros
‘‘Pacto social’’ y anular reformas, demandan gremios independientes
Anuncian la creación de una nueva central de trabajadores; surgen choques entre jóvenes y policías
Patricia Muñoz, Laura Poy y Alonso Urrutia
Un ‘‘pacto social’’, freno a las ‘‘agresiones’’
del gobierno contra los obreros, derogación de las reformas educativa y
laboral, ‘‘porque erosionan los derechos de los trabajadores’’, y cambio
del rumbo económico del país, pues el actual ‘‘va al desastre’’,
demandaron ayer las centrales sindicales independientes en el Día del
Trabajo. Anunciaron la creación de una nueva central obrera que
aglutinará gremios sindicales y sectores informales.
Participación variopinta
A los miles de los trabajadores de los sindicatos de la
UNAM, Conalep, Bachilleres, mineros, tranviarios, telefonistas, pilotos,
sobrecargos, de la industria nuclear, electricistas y más, se sumaron
organizaciones de colonos como la Unión de Pobladores Tierra y Libertad,
Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata, así como empleados de
dependencias públicas como el Nacional Monte de Piedad, Nacional
Financiera y Bancomext, entre muchos otros.
Tampoco faltaron las pedradas, botellazos y petardos. Estos últimos de integrantes de colectivos anarquistas que se colaron en la marcha y frente al Senado apedrearon a dos policías; en el Eje Central lanzaron objetos contra el Palacio Postal, y en 5 de Mayo los blancos fueron comercios y edificios públicos.
En esta marcha se tuvo un inusual operativo de seguridad, que incluyó vallas metálicas de más de tres metros de altura en gran parte de las calles del primer cuadro, para resguardar bancos, hoteles, comercios, instalaciones públicas y prácticamente se blindaron los accesos a la Plaza de la Constitución.
En ese contexto, el reclamo obrero se centró en que el Pacto por México, que impulsa el gobierno, ‘‘tiene que transformarse y ser también social’’. Apuntaron que no se van a dar por vencidos con las reformas y van a continuar con sus movilizaciones contra ellas.
Durante el mitin, dirigentes de varias secciones de la CNTE coincidieron en que arranca una nueva etapa de acciones y van a continuar las movilizaciones en sus estados; informaron también que marcharán en la capital del país para exigir la abrogación de la reforma educativa. Finalmente convocaron a instalar un plantón en el Zócalo (lo que fue impedido) y llamaron a un paro nacional indefinido.
Por la presidencia colegiada de la UNT, Francisco Hernández
Juárez y Agustín Rodríguez denunciaron que en el Pacto por México no
están considerados los sectores sociales, sino sólo los políticos; que
en las reformas no se tomó en cuenta la voz de los trabajadores y que la
Cruzada Nacional contra el Hambre no atiende los problemas centrales de
la pobreza y sólo es ‘‘clientelar’’.
A su vez, los dirigentes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza; la Alianza de Tranviarios, Benito Bahena, y de varias secciones de la CNTE, informaron que impulsan una nueva central que agrupará gremios obreros, trabajadores informales, desempleados y organizaciones sociales como la de usuarios de luz. Esparza planteó que las dos acciones inmediatas de esta organización serán organizar a todos los inconformes contra los altos cobros de energía eléctrica y se creará una red de cooperativas de consumo popular.
El mitin fue también foro para que los trabajadores demandaran solución al caso Mexicana de Aviación, los mineros reclamaran el cese del ‘‘hostigamiento’’ a su dirigente, Napoleón Gómez Urrutia, y los sobrecargos denunciaron que Aeroméxico ‘‘quiere arrasar’’ con sus salarios y prestaciones.
En la marcha, que según los organizadores reunió a más de 35 mil trabajadores y que datos del gobierno capitalino señalan que fueron 25 mil, hubo conatos de gresca entre policías y jóvenes vestidos de negro, con los rostros cubiertos y camisetas y banderas con la letra A de los grupos anarquistas. Los problemas se originaron en 5 de Mayo, donde los encapuchados lanzaron piedras contra las cortinas metálicas de los comercios e intentaron derribar una de las vallas en la esquina con Palma, usando tubos y cadenas.
Esto generó que un contingente de maestros de la sección 22 del SNTE en Oaxaca se replegara e hiciera un hueco para desmarcarse de las acciones. La policía contuvo a los manifestantes, quienes corrieron hacia el Zócalo a mezclarse con los trabajadores, luego de realizar pintas en casetas telefónicas y mobiliario urbano. No obstante, entre ellos mismos llamaban a la calma y a ‘‘no caer en la provocación’’.
Mientras tanto, en la plancha continuaban consignas como ‘‘¡Les guste o no les guste, el primero de diciembre les dimos en su madre y lo volveríamos a hacer!’’, y ‘‘Este día no es de fiesta, es de lucha y de protesta’’. También estuvieron presentes trabajadores de tierra de Mexicana, el sindicato independiente del Metro, jubilados tranviarios y ferrocarrileros. Los de SME portaron incluso ataúdes en los que llevaban ‘‘muerta a la justicia’’ y un burro de cartón que estaba ‘‘marchando con la prole’’.
A su vez, los dirigentes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza; la Alianza de Tranviarios, Benito Bahena, y de varias secciones de la CNTE, informaron que impulsan una nueva central que agrupará gremios obreros, trabajadores informales, desempleados y organizaciones sociales como la de usuarios de luz. Esparza planteó que las dos acciones inmediatas de esta organización serán organizar a todos los inconformes contra los altos cobros de energía eléctrica y se creará una red de cooperativas de consumo popular.
El mitin fue también foro para que los trabajadores demandaran solución al caso Mexicana de Aviación, los mineros reclamaran el cese del ‘‘hostigamiento’’ a su dirigente, Napoleón Gómez Urrutia, y los sobrecargos denunciaron que Aeroméxico ‘‘quiere arrasar’’ con sus salarios y prestaciones.
En la marcha, que según los organizadores reunió a más de 35 mil trabajadores y que datos del gobierno capitalino señalan que fueron 25 mil, hubo conatos de gresca entre policías y jóvenes vestidos de negro, con los rostros cubiertos y camisetas y banderas con la letra A de los grupos anarquistas. Los problemas se originaron en 5 de Mayo, donde los encapuchados lanzaron piedras contra las cortinas metálicas de los comercios e intentaron derribar una de las vallas en la esquina con Palma, usando tubos y cadenas.
Esto generó que un contingente de maestros de la sección 22 del SNTE en Oaxaca se replegara e hiciera un hueco para desmarcarse de las acciones. La policía contuvo a los manifestantes, quienes corrieron hacia el Zócalo a mezclarse con los trabajadores, luego de realizar pintas en casetas telefónicas y mobiliario urbano. No obstante, entre ellos mismos llamaban a la calma y a ‘‘no caer en la provocación’’.
Mientras tanto, en la plancha continuaban consignas como ‘‘¡Les guste o no les guste, el primero de diciembre les dimos en su madre y lo volveríamos a hacer!’’, y ‘‘Este día no es de fiesta, es de lucha y de protesta’’. También estuvieron presentes trabajadores de tierra de Mexicana, el sindicato independiente del Metro, jubilados tranviarios y ferrocarrileros. Los de SME portaron incluso ataúdes en los que llevaban ‘‘muerta a la justicia’’ y un burro de cartón que estaba ‘‘marchando con la prole’’.
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