¡¡Exijamos lo Imposible!!
El futuro de #YoSoy132
Sanjuana Martínez
Nacieron hace un año en repudio de Enrique Peña Nieto, exigiendo una
democracia auténtica y el fin de la dictadura mediática… ¿Siguen
vigentes las demandas de #YoSoy132? ¿Qué futuro tienen como movimiento
social?
En
el primer aniversario, los estudiantes hacen balance: “Seguimos siendo
los protagonistas de nuestra historia. De la que escribimos este año y
de la que somos herederos”.
En el retorno del autoritarismo estilo PRI, la criminalización de la
protesta, la persecusión contra los defensores de derechos humanos, la
represión de los movimientos sociales, son acciones cotidianas del
Estado más autoritario.
La necesidad de un movimiento como el #YoSoy132 es incuestionable. La
fuerza vital de los estudiantes de la Universidad Iberoamericana, la
UNAM, el ITAM, la del Valle de México, la Autónoma de la Ciudad de
México, la Autónoma Metropolitana, el Instituto Tecnológico Autónomo de
México y otras casas de estudio, sigue representando la gran esperanza
de este país.
Para algunos, la fuerza del #YoSoy132 se debelitó poco a poco por su
falta de cohesión y objetivos claros frente a las formas de lucha
social. Los estudiantes que se organizaron contra el status quo, en
algunos casos, cayeron en errores desafortunados.
En su declaratoria inicial aquel 23 de mayo dejaron claros dos puntos:
“Primero: Somos un movimiento ajeno a cualquier postura partidista y
constituido por ciudadanos. Nuestros deseos y exigencias se centran en
la defensa de la libertad de expresión y el derecho a la información de
los mexicanos. Segundo: #YoSoy132 es un movimiento incluyente que no
representa a una sola universidad. Su representación depende únicamente
de las personas que se suman a esta causa y que se articulan a través de
los comités universitarios”.
Con el paso de los meses, fueron ligados de manera inevitable a la
izquierda. Si el movimiento combatía al candidato priista a la
Presidencia, mientras la derecha del Partido Acción Nacional agonizaba,
era obvio que se le identificara con el PRD o el candidato de la
izquierda Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, #YoSoy132 siempre dejó claro que era apartidista. Y es un
elemento que sigue reivindicando en su aniversario porque dicen ninguno
de los partidos políticos de México los representan: “Hoy están
desaparecidos de la lucha por otras formas de hacer política”.
Por eso insisto en la pregunta: ¿Los principios del movimiento #YoSoy132
siguen vigentes? Ciertamente los partidos políticos siguen defraudando
las luchas sociales más apremiantes. Situados en el confort del Pacto
Por México, finalmente el PRI coptó las conciencias de la oposición y
atomizó al PRD y PAN. Ahora todos son lo mismo.
En su posicionamiento por su primer aniversario, el movimiento que
convocó a más de 350 estudiantes en la Estela de Luz fue claro: “Hoy,
cuando el PRI y el autoritarismo avanzan, cuando la represión se cierne
sobre los movimientos sociales, nos encontramos nuevamente donde empezó
todo”.
El repudio a la “dictadura mediática” del 132 fue contudente con
históricas manifestaciones frente a Televisa. Protestas que exhibieron
la censura y manipulación informativa de sus noticieros.
Sin embargo, el dupolio televisivo intentó engullir el movimiento de muy
diversas formas. Primero, invitando a sus líderes a sendas entrevistas
en horario estelar y luego “comprando” al famoso Antonio Attolini, ex
vocero y una de las caras más visibles del movimiento.
El mercenario Atollini finalmente fue consumido por el monstruo que
combatía, aunque su argumento fue precisamente que lucharía contra el
monstruo desde adentro. Mentira, el joven esbirro pasó a ser uno
comunicador corrompido y corruptor desde su inefable programa “Sin
Filtro”, transmitido por ForoTV, propiedad de la empresa de Emilio
Azcárraga Jean.
Bajo la premisa “divide y vencerás”, la dictadura mediática logró
debilitar al movimiento, aunque ellos insistieron desde las redes
sociales: “Repetimos: #YoSoy132 no tiene líderes para evitar que la
incongruencia de una persona afecte a todos. @AntonioAttolini,
oportunista, vendido”.
En la memoria colectiva de su primer año, el 132 logró mantener el cerco
a Televisa, la vigencia importantísima de la protesta juvenil, su
participación fundamental en la contienda electoral y los debates con
los candidatos presidenciales; sin olvidar la represión del Estado el 1
de diciembre con las 14 detenciones.
A pesar de todo, #YoSoy132 sigue con sus principios convocados desde el
principio. A pesar de sus retrocesos y avances; de su debilitamiento y
sus divisiones, el movimiento sigue más vigente que nunca. Son, como
dijo Alberto Patishtán, “la fuerza de los débiles”.
“Motivos no faltan para luchar, nuestra misión es triunfar, pero ya
estamos caminando para bien del pueblo. No se desesperen, utilicen su
miedo para ser más fuertes y no caigan en las trampas del sistema
opresor”, escribió el profesor tzotzil ilegalmente preso.
Frente a las injusticias del regímen priista sólo queda la resistencia
social. Frente al colapso del sistema político mexicano, la persistencia
de la protesta es vital. Frente al autoritarismo desde Los Pinos, la
lucha pasa por el combate pacífico contra el opresor. Frente a un
gobierno indolente y déspota, la respuesta es un grito de rebeldía.
Y el #YoSoy132 sigue siendo aire fresco, potencia renovadora, vitalidad
urgente para nutrir la revolución de las conciencias que requiere
México. Los estudiantes con su vigor y compromiso social pueden lograr
ese nuevo mundo por el que luchan los indignados del último rincón de la
tierra.
Como bien ha dicho el 132, “México no tiene presidente, tiene
ciudadanía”. Ahora más que nunca, ser estudiante significa ser agente de
cambio. Ser ciudadano tiene un mayor estatus que ser inquilino de Los
Pinos y una mayor responsabilidad: modificar el rumbo de la historia
democrática de México.
(SINEMBARGO.MX)
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