¡¡Exijamos lo Imposible!!
A la defensa de Pemex: MORENA
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
OCDE adelanta reforma energética
Recomienda privatización a Pemex
Da “línea” para otra reforma fiscal
IVA general y eliminar exenciones
Conflicto magisterial se enmaraña
Granier: “depredador de Tabasco”
“La riqueza es un poder usurpado por la minoría para obligar a la mayoría a trabajar en su provecho”: Percy Bashe Shelley.
La orientación que habrán de tomar las reformas estructurales en materia
energética y fiscal del gobierno de Enrique Peña Nieto no la adelantó
este jueves la Secretaría de Hacienda a cargo de Luis Videgaray, sino la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que
dirige José Angel Gurría, ex secretario de Hacienda en el gobierno del
ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.
Las recetas que da la OCDE a la administración de Peña Nieto en nada se
diferencian de las que se han aplicado en México en los últimos 30 años,
por lo que sus resultados, en caso de ser aplicadas como se espera, son
previsibles: mayor pobreza genérica en un país cuya población en su
mayoría es miserable.
La receta de las “grandes reformas estructurales” incluye como
ingrediente principal la apertura de Petróleos Mexicanos (Pemex) al
capital privado y, en el tema fiscal, la aplicación de un impuesto al
consumo de bienes básicos hoy exentos de ese gravamen. Subraya el hecho
de que los cambios introducidos en 2008, que iniciaron la apertura de
Pemex al capital privado, con un régimen para la contratación de bienes y
servicios, deben llevarse más lejos en ese sentido, a través de una
reforma constitucional que permita compartir los riesgos, pero sobre
todo los beneficios con el sector privado.
El tamaño de este pastel no es nada despreciable pues Pemex es la
empresa más rentable del país. Entre enero y septiembre de 2012, generó
720 mil 518.4 millones de pesos en utilidades antes del pago de
impuestos, ganancias que son más de tres veces superiores a las
obtenidas en el mismo periodo por todas las empresas privadas que
participan con sus acciones en la Bolsa Mexicana de Valores.
Según la OCDE, un entorno más competitivo para Pemex podría generar
incentivos de mercado adecuados para mejorar su eficiencia, aunque
también “se debería ampliar la regulación para incluir la supervisión de
los nuevos participantes”.
Los economistas de esa organización sostienen que todavía hay margen que
permita una mayor participación del sector privado en la industria
petrolera a cargo de Pemex, mediante el cambio de las bases de
licitación y los esquemas de contratación, así como de la implementación
de contratos de incentivos para atraer a “socios calificados que
cuenten con una capacidad técnica comprobada para aprovechar las
oportunidades”.
Una reforma energética con esta orientación iría hasta contra los
intereses de la propia administración federal y provocaría el
enriquecimiento de unos cuantos empresarios en perjuicio de toda la
población del país. Cabe destacar el hecho de que de acuerdo a los
estados financieros y de resultados de Pemex, ésta transfirió 688 mil
663.2 millones de pesos de enero a septiembre de 2012 en impuestos al
gobierno federal. Esa carga fiscal absorbió 95.5 por ciento de las
utilidades obtenidas en el mismo periodo y fue superior en 56 mil 635.6
millones de pesos al pago de impuestos, derechos y aprovechamientos
realizado un año antes.
Pero la administración de Peña Nieto, el Pacto por México y las
principales fuerzas políticas en el Congreso se toparán con una gran
oposición entre la población para sacar adelante una reforma energética
que privatice a Pemex, aún y cuando realicen una gran campaña mediática
“engañabobos” para tal efecto. Para empezar, el Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena) que encabeza el ex candidato presidencial
Andrés Manuel López Obrador, y que formalmente preside Martí Batres, ya
advirtió su total oposición a una reforma energética que implique la
privatización de la paraestatal, por lo que en el mes de marzo pasado
presentó una propuesta energética alternativa, para fortalecerla sin
privatizarla.
Dicha propuesta, diametralmente opuesta a la política oficial seguida en
esta administración, se constituye de 15 puntos: construcción de cinco
nuevas refinerías en el territorio nacional; ampliar el presupuesto para
investigación y tecnología; fortalecimiento del Instituto Mexicano del
Petróleo (IMP); bajar el precio de gas doméstico, gasolina y luz para
beneficiar a familias y empresas; reintegrar a Pemex en una sola empresa
nacional; crear un sola política energética que abarque gas, petróleo,
electricidad y energía alternativas; disminuir la exportación de
petróleo crudo; absorber la deuda de Pemex para que pueda invertir en su
desarrollo; combatir todas las formas de corrupción y saqueo que se dan
en torno al petróleo; rechazo a cualquier forma de inversión privada en
Pemex; ampliar la exploración de nuevos yacimientos; disminuir la
sobreexplotación; y aprovechar el gas del Golfo de México para dejar de
importarlo.
La propuesta de la izquierda mexicana hace énfasis en la necesidad de
disminuir el gasto oneroso de la alta burocracia directiva de Pemex;
cortar la transferencia de Pemex al Sindicato petrolero para gastos
políticos; cancelar los contratos de Pemex con compañías extranjeras que
tienen sobreprecios; incorporar estrategias sustentables y ecológicas; y
establecer una aportación fija de Pemex al erario.
Desde el mes de marzo, Morena arrancó el trabajo de mil brigadas en
defensa del petróleo y la economía popular a lo largo y ancho del país, y
pidió a sus simpatizantes informar a los mexicanos sobre “las
intenciones privatizadoras del gobierno”, a través de periódicos
murales, volanteo y otras acciones pacíficas.
LA RECETA FISCAL
A través de una videoconferencia desde París, Pier Carlo Padoan,
economista en Jefe de la OCDE, dictó a la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público (SHCP) los lineamientos de la próxima reforma fiscal
para fortalecer las finanzas públicas, en donde recomienda una mayor
agresividad para quitar los subsidios a la gasolina, eliminar la tasa
cero para alimentos y medicinas, así como exenciones en servicios
educativos y médicos.
Carlo Padoan señaló que la política de aumento a la gasolina en 11
centavos por mes desde enero de 2013 —que dicho sea de paso ha detonado
la inflación y el aumento de precios de los alimentos- es un paso
importante para cerrar la brecha en los precios de los combustibles
entre México y Estados Unidos.
Sin embargo, subrayó, “los precios actuales implican un importante
subsidio implícito que se eliminará gradualmente a menos que los precios
internacionales bajen”. Dichos subsidios representaron en promedio 1.7%
del PIB durante el periodo 2006-2012, “lo que estimuló el uso
ineficiente y excesivo de energía que repercutió en las finanzas
públicas, beneficiando desproporcionadamente a los grupos más ricos de
la población”.
La OCDE reprueba que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) rinde menos de
lo que debería. La tasa cero para alimentos y medicinas, exenciones a
servicios educativos y médicos, así como tarifas reducidas en la
frontera, bajan los ingresos tributarios en casi 1.5% del PIB. Por tal
motivo, recomienda eliminar el impuesto de tasa cero.
Padoan admitió que si se quitaran todas las exenciones que hay en
materia de IVA sí habría un impacto sobre la población que está en
pobreza, pero muchas de ellas van dirigidas a grupos de poder
adquisitivo alto.
El sistema fiscal en México se fundamenta en una base impositiva muy
estrecha y los ingresos fiscales son bajos en relación con muchos otros
países, a pesar de que las tasas impositivas legales no son menores que
en otros países de la OCDE.
La baja recaudación de impuestos se explica por el predomino de
exenciones y regímenes especiales en los sistemas de Impuesto Sobre la
Renta a las empresas y a las personas físicas, así como en el Impuesto
al Valor Agregado (IVA), que representan aproximadamente 3.1 por ciento
del PIB, o alrededor de 15 por ciento de los ingresos públicos reales.
Además, está una alta evasión fiscal.
PERSISTE POBREZA
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