jueves, 9 de mayo de 2013

Pacto: lo mismo puras buenas intenciones

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Adiós a la usura
Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

Reforma financiera de buenos designios
Priístas y panistas aplauden la iniciativa
No hay para comer, pero quieren ahorro
Grandes tragedias, sin un solo culpable
En septiembre va la reforma energética


“Los que aman el dinero no lo regalan”: Arthur Miller

El telón se corre y empieza la función. Una vez que se comprometieron como suelen hacerlo quienes integran grupos dedicados a fines específicos, se inicia la gran obra, una que advierte, una vez más de entre las miles que se han escuchado, que está el país y, por ende, sus ciudadanos, en la ruta del progreso, del desarrollo, de la incorporación al nuevo mundo que conforman las naciones emergentes.

Llegó y fue aplaudida la iniciativa de reforma financiera. Las loas de panistas y priístas se escucharon y fueron a rabiar. El escenario no pudo ser mejor para enviar más mensajes de los que las palabras emitieron: el Castillo de Chapultepec.

Ante toda la elite bancaria, de los que presumen saber cómo se maneja el mundo a través de las finanzas y de los enterados de números y estadísticas, Enrique Peña Nieto presentó su reforma financiera, documento que será turnado al Congreso para su debida y rápida aceptación. Se trata de 13 iniciativas que modificarán 34 leyes y según el mexiquense: “se busca fomentar el crecimiento de la economía y la generación de los empleos que demanda el país”.

Es aquí en donde surgen las interrogantes y las más severas dudas de cuáles serán en la realidad, dentro del marco cotidiano, las bondades de esta reforma para con los ciudadanos.

Porque está claro que se han convertido, de entrada, en los promotores del crédito bancario. Uno de los ejes del documento advierte de nuevos mandatos para la banca de desarrollo, para esa banca que han autorizado a manejar los fondos de las AFORES y de los que hacen inversiones de riesgo en un porcentaje que puede llevar a que de un momento a otro el dinero guardado por los trabajadores se esfume. En ese renglón nada se dice de crear una normatividad diferente que evite los abusos bancarios, la usura que ejercen y su falta de compromiso para con los renglones de desarrollo del país.

No está claro qué tanto le corresponde al gobierno fomentar la competencia en la banca comercial, no parece que ese sea su asunto ya que las diferencias entre unos y otros los lleva a captar más o menos cuentahabientes, aunque, visto está, el uniforme para mantener tasas elevadas de interés y someter a quienes requieren de créditos directos a un interrogatorio peor que el que aplican los judiciales a quienes pretenden convertir en culpables, no hay.

Ese eje, el fomentar esta competencia es el número dos y no queda suficientemente claro en qué consiste ya que, incluso, las tasas de interés que rigen a las instituciones de crédito las fija el Banco de México y al respecto Agustín Carstens no ha dicho ni media palabra.

Impulsar el otorgamiento de créditos conforma el eje número tres y de nuevo surge la pregunta: ¿se trata de un impulso o de un ordenamiento que advierta el porcentaje de captación que debe ser dedicado al crédito y con cuál jerarquización y hasta qué límites para las tasas de interés? Porque eso de “impulsar” también se queda en el limbo y lo que se requiere es que les exijan a los bancos que dediquen un porcentaje de los ingresos que reciben a través del ahorro y de otros manejos, al otorgamiento de créditos dedicados al desarrollo en todos los ámbitos, a la vivienda, etcétera, dejando al final lo referente a las tarjetas de crédito.
 
Finalmente, aparece el fortalecimiento al sistema financiero nacional y tampoco está debidamente explicado en qué consiste, ya que la banca es en mayoría, como se sabe, extranjera y pese a que en la Bolsa Mexicana de Valores se encuentra a la cabeza un funcionario mexicano está dominada por inversiones especulativas extranjeras.

En fin que, según explicó el mexiquense, se busca impulsar a las familias y a las pequeñas y medianas empresas a través de los créditos.

Se piensa que con pedir prestado a los bancos se ayudará a que muchos ciudadanos salgan de la informalidad y a que las empresas abandonen el estancamiento. Y, tal vez sin proponérselo, volvió al esquema del changarro propuesto por Vicente Fox al hablar de que quienes se beneficiarán directamente serán los dueños de una farmacia¿cuáles si todas están en cadenas, pertenecen a un reducido grupo que también controla la distribución e incluso la fabricación de genéricos? Además de que la aparición de cientos de ellas, en el DF, prácticamente una cada dos manzanas, en varias colonias, ha borrado del mapa a esos pequeños propietarios-, un taller mecánico, una tienda de abarrotes -¿cuáles si ya se trata de Oxxos, Extras, etcétera?-. Así de alejados se encuentran de la realidad nacional.

Dijo Luis Videgaray que México tiene una banca fuerte y sólida y debemos creerle sin que exista la menor duda ya que los reportes de las millonarias utilidades que reciben anualmente, la forma en la que han logrado evitar sus sucursales en nuestro país la quiebra de sus empresas matrices los ha hecho invencibles como no lo son en ninguna otra nación del mundo. Ya se verá si resulta cierto que la banca abandona la usura, que en verdad va a arriesgarse y a contribuir al desarrollo, o sea justo lo que no espera Jesús Zambrano, el líder perredista.

Porque, por otra parte, Gustavo Madero ya se dio el lujo de hablar de fomentar el ahorro y también habría que preguntarle si ya se enteró de lo que cuesta un kilo de huevo, de que este producto ha sido escondido para su especulación, que un kilo de tomate verde cuesta más que un día de salario mínimo, que vale a 40 pesos el kilo de limón, que no hay chiles verdes y, por lo tanto, el kilo llega a los 25 pesos. O sea que lo que antaño era la comida de los más humildes entre los humildes y que consistía en arroz con un huevo, frijoles y salsa verde con agua de limón, hoy es un platillo de lujo.

En efecto, en el México que añoramos se preocuparon por sembrar la cultura del ahorro, los niños teníamos una libreta que se llenaba con timbres de 20 centavos que después se cambiaban por un bono del ahorro nacional o se llevaban al banco para que en otra libreta le fueran a uno anotando el dinero que se guardaba. Y se hacía en todas las clases sociales. Hoy eso es imposible. Es precisamente ese desconocimiento de la forma en la que se vive de manera cotidiana, de lo que sucede en las familias mexicanas, lo que hace dudar de cada propuesta, lo que somete a la crítica cada iniciativa, lo que nos resulta inaceptable porque está a años luz de la realidad.

En fin, como cada que nos adelantamos a los hechos no nos queda más que expresar: ya se verá.

TRAGEDIA TRAS TRAGEDIA

Cuántas tragedias se han presentado en nuestro país y no hay responsables de ellas. Si las enumeramos no alcanzarían páginas y páginas de un medio y sólo nos remontaremos a una de ellas que al igual que la registrada en la autopista México-Pachuca, sacudió al país: la de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora. Han pasado meses, años, y no encuentran los padres de esos niños ningún alivio por saber que los responsables de esas pérdidas han sido castigados, presentados a la autoridad.

Ha sucedido todo lo contrario y quien estaba al frente del IMSS no sólo goza de cabal salud sino de buena fortuna.

En el caso de la explosión de la pipa, hasta ahora no ha salido la Secretaría de Comunicaciones y Transportes a decir esta boca es mía en cuanto a las responsabilidades y entonces quedará enterrado en el olvido el nombre o los nombres de los responsables de un vehículo con doble cabina que no se sabe si contaba con todos esos elementos que las unidades dedicadas a la transportación de estos combustibles tienen y que impiden las explosiones aún con choques, encontronazos o volcaduras.
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