miércoles, 1 de mayo de 2013

Otro de los nefastos ex-ombudsman

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
Del notable jurista Jorge Madrazo
Jorge Carrillo Olea

En este momento en que se hacen evidentes añejos vicios de la procuración de justicia federal, es útil traer a la memoria hechos con los que se acendró entre las formas “válidas” de procurarla, el modo en que el titular personalmente clasificaba como conveniente inculpar a un individuo. Todo ello al margen del dictado de la ley y en perjuicio, por supuesto, del presunto responsable inventado por el procurador.

Debe destacarse por la vergüenza del hecho, que el paladín de la práctica del testigo protegido fue el Dr. Jorge Madrazo Cuéllar. Había sido en su origen prestigiado académico en la rama de las ciencias jurídicas y uno de los pilares de la fundación del concepto y estructuras de defensa de los derechos humanos, la propia Comisión Nacional de la que fue presidente.

En 1987 alcanzó el grado de doctor en Derecho Constitucional. Fue director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM durante 7 años. Fue comisionado para la paz en Chiapas durante 1994 y 1995, además fue presidente de la Federación Iberoamericana de Defensores del Pueblo. Al fundarse la CNDH fue primer visitador y pronto su segundo presidente después de Jorge Carpizo.

Era titular de la PGR cuando ocurrió la Matanza de Acteal el 22 de diciembre de 1997, en el que un grupo de indígenas asesinó a 45 tzotziles, Las Abejas, mientras oraban en una ermita de madera en la comunidad de Acteal, en Chiapas. 79 de los indígenas presuntos asesinos fueron sentenciados de 28 a 36 años de prisión por la matanza. La SCJN ordenó la liberación de 51 personas acusadas y sentenciadas en instancias menores.

Los ministros consideraron que las sentencias se basaron en pruebas obtenidas de manera ilegal y en testimonios fabricados por la PGR. El procurador Madrazo rechazó haber recibido presiones políticas en el transcurso de las investigaciones, lo que fue falso. Ante su pasividad múltiples organismos internacionales demandaban justicia, la que él inventó para salir del paso.

También importa recordar, simplemente como antecedente de su ética, que el procurador Jorge Madrazo, ex-ombudsman, pagó 500 mil dólares en efectivo a Fernando Rodríguez por una declaración inculpatoria contra Raúl Salinas de Gortari en una supuesta responsabilidad intelectual por el asesinato de Francisco Ruiz Massieu, que condujo a diez años de prisión por un delito no cometido.

Las bajezas de Madrazo no acaban aquí. Ordenó que en la averiguación sobre el asesinato del Cardenal Posadas se me inculpara como autor intelectual. Negoció con quien sería un testigo protegido, Marco Enrique Torres García, el que a cambio de una reducción en su posible sentencia ante cortes norteamericanas declararía, como lo hizo, que el asesinato fue planeado en “las oficinas del gobernador Carrillo Olea con un grupo de militares” y que después para una celebración anticipada, “fueron a comer y beber durante toda la tarde al restaurante Las Mañanitas”.

El testigo declarante, durante su declaración hecha en una cárcel de Illinois, no tuvo en cuenta dos cosas: 1. El gobernador del momento era Antonio Rivapalacio y 2. Del interrogatorio a meseros, cateo y compulsa contable, efectuados en las cuentas de consumos en Las Mañanitas realizado por la propia PGR de aquellas fechas, no resultó ni personas ni cantidades de posible vinculación.

Aquella declaración en Illinois fue procesalmente tomada por un subprocurador de la PGR Everardo Moreno Cruz, con la presencia del delegado de esa institución ante Washington y el Obispo de la Tarahumara, Sr. José Luis Dibildox. Este último para que diera fe ¿notarial? de la eficacia de la operación.

En su momento, la Procuraduría General de la República informó mediante boletín 173/99 que la diligencia se llevó a cabo el día 21 de mayo de 1999 a las 11:30 horas, en la Ciudad de Chicago, de los Estados Unidos de Norteamérica (sic).

Terminado su encargo de Procurador General de la República, Madrazo todavía tuvo arrestos para seguir en la indignidad. Se presentó como potencial víctima del crimen organizado y por ende acreedor de protección por parte del gobierno. Este, condescendientemente lo nombró Cónsul General en la ciudad de Seattle, estado de Washington.

Su miedo ante posibles reclamos por su pérfido pasado fue tal que consiguió que el propio gobierno de Zedillo le proporcionara, para custodiarlo por todo ese tiempo, a un par de agentes de la Policía Judicial Federal a quienes se les acreditó como miembros del consulado, todo, claro, a costas del erario.

Después de refugiarse seis años en ese cargo y ante la negativa del siguiente gobierno de seguir con tal pantomima le suspendió cargo y protección. Incapaz de regresar a México para enfrentar los efectos de su propia vida, hoy Madrazo, sumido en su vergüenza, conduce un noticiero radiofónico en Seattle, Estados Unidos, dentro del programa “ Latinos Unidos” o bien participa en el programa de entrevistas “Rico Amanecer”. Son accesibles en “You Tube Jorge Madrazo o en el dominio jorgemadrazocuellar.com.

¡Esas son las peculiaridades de este campeón del derecho!

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