viernes, 10 de mayo de 2013

Discursos mentirosos y engaña pendejos

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Impactantes retos

El presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que los retos a vencer de su gobierno son la lucha contra la pobreza y la desigualdad; contra la violencia y la impunidad; contra el hambre, la baja calidad educativa, la falta de empleo suficiente y bien remunerado / Sin embargo, en lo que va de su gobierno la pobreza no ha disminuido, la desigualdad se amplía, la ola de violencia permanece y no se generan empleos suficientes y mucho menos bien remunerados / Es más, en el primer trimestre del año el PIB sólo creció 1 por ciento, lo que confirma la desaceleración de la economía mexicana y el incremento de precios conlleva graves riesgos sociales

MEXICO, D.F., 9 de mayo (ESTADO DE LOS ESTADOS/LILIA ARELLANO)- Ayer, en Apizaco, Tlaxcala, el presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que los retos a vencer de su gobierno son la lucha contra la pobreza y la desigualdad; contra la violencia y la impunidad; contra el hambre, la baja calidad educativa, la falta de empleo suficiente y bien remunerado. Y es precisamente en esos rubros donde se presenta un reto mayúsculo, ya que la pobreza no ha disminuido, la desigualdad no sólo se mantiene sino que se amplía, la ola violencia permanece pues no hay ningún cambio en la estrategia, no se generan empleos y mucho menos bien remunerados, y los alimentos se alejan cada vez más de las posibilidades de los trabajadores.

Un balance somero de los primeros cinco meses de Peña Nieto nos arrojan números negativos, incluyendo el crecimiento económico, con una ampliación del PIB de sólo 1 por ciento en el primer trimestre del año, lo que confirma la desaceleración de la economía mexicana, y un peligroso aumento en la carestía, que conlleva graves riesgos sociales.

A diferencia de Felipe Calderón, cuya actuación en el ámbito económico fue desastrosa, Enrique Peña Nieto ha podido contar con el respaldo de las principales fuerzas políticas del país, a través del Pacto por México, que ha subordinado la oposición de Acción Nacional y del Partido de la Revolución Democrática a los deseos del inquilino de Los Pinos. El Congreso de la Unión, las cámaras de Diputados y Senadores, han estado a su completo servicio y han aprobado prácticamente sin cambios sus principales reformas constitucionales, sobre las que destacan la laboral, la educativa, en telecomunicaciones, entre otras, y todo parece indicar que están abiertas a aprobar también las reformas que más le interesan al mexiquense, la energética y la hacendaria, por lo que no puede argumentar obstaculización por parte de la oposición o el Congreso de la Unión.

A pesar de todos los esfuerzos, los resultados son negativos, aunque el gobierno peñanietista sostiene su discurso en el sentido de que libra la batalla a favor de “la competencia económica y el crecimiento elevado, sostenido e incluyente” y como armas, dijo el propio Peña Nieto durante la conmemoración del aniversario de la carga del sable, de los cadetes de la escuela de caballería del Heroico Colegio Militar en Apizaco, se tiene los impulsos transformadores de las reformas que se discuten en el Congreso.

Es cierto que el gobierno de Felipe Calderón heredó un tiradero al de Peña Nieto, pero hasta donde vemos poco se está haciendo para ordenarlo, si tomamos en cuenta que en el país hay sólo 11 ciudadanosen la lista de Forbes- con más de mil millones de dólares, mientras el 46 por ciento de la población carece de la alimentación necesaria para sobrevivir.

Lo más grave del asunto es que se está poniendo en riesgo del futuro del país, pues alrededor de 21.4 millones de menores de edad, que representan la mitad de la población infantil y adolescente, son pobres e incluso un porcentaje importante enfrenta desnutrición.

Políticas públicas que llevan a la elevación de los precios de los energéticos y de los alimentos no hacen más que agravar esta situación y programas como la Cruzada Nacional contra el Hambre hablan sólo de la simulación de la actual administración. Ese programa no va acompañado de medidas dirigidas a combatir las causas de la pobreza, que tiene relación con el modelo económico que tenemos.

A pesar de las políticas públicas de contención de la inflación, a través del freno de los salarios, la inflación anual en abril alcanzó un incremento anual, según cifras oficiales, de 4.65 por ciento, la tasa de elevación más alta en cuatro años, impulsada nuevamente por alzas en los precios de los alimentos agropecuarios y del transporte público, según reportes del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
Con el alza de precios de abril, la inflación anual de ese mes fue superior a la de 4.25 por ciento registrada en el mes de marzo precedente y alcanzó un nivel 36 por ciento más alto en comparación al que tuvo en abril de 2012, cuando los precios crecían a una tasa anual de 3.41 por ciento.

El gobierno de Peña Nieto reconoce los efectos devastadores que ha tenido para la población mexicana la adopción del modelo económico neoliberal, pero no hace nada por modificarlo y, en cambio, sigue aplicando las mismas recetas que han empobrecido al país.

Durante el Foro México Próspero, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, admitió que desde 1980, la productividad en México ha caído 0.7 promedio anual, lo que a la fecha significa un derrumbe de cerca del 25 por ciento, lo que ha provocado que la economía esté estancada, “por lo que el Programa Nacional de Desarrollo buscará incrementarla”. Sólo que se mantiene el mismo modelo así como las mismas recetas económicas dictadas desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos financieros internacionales, interesados sobre todo en mantener a México como una nación subordinada a los Estados Unidos.

Y entre esas recetas destaca la disminución de los costos de las empresas, a través de la precarización del empleo y la disminución de los salarios de los trabajadores, así como la anulación de sus conquistas laborales a lo largo del Siglo XX, que se concretaron a través de la reforma laboral que se aprobó en el inicio de la actual administración.

El resultado de la aplicación de ésta es desalentador para la clase trabajadora mexicana, incluso en las cifras oficiales: la tasa de desempleo se ubicó en 5.01 por ciento en el mes de marzo de este año, lo que representó un aumento de 0.27% con respecto al mes anterior, según lo informó el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

México, un país con más de 115 millones de habitantes, el 57.83% de la población de 14 años y más, es decir cerca de 86 millones de personas, es económicamente activa. De la población que ha logrado mantener su fuente de empleo, la tercera parte lo ha hecho en el sector informal, aunque carezcan de servicios de salud y sus derechos laborales no existan.

Videgaray sostuvo que el país requiere una democratización de la productividad, cuando los medios de producción están en manos de una pequeña elite protegida por la clase política en el poder; dijo que se requiere energía más barata, cuando la actual administración se ha caracterizado por incrementar los precios de los energéticos, desde las gasolinas, y el diesel hasta el gas y la electricidad; pide que no haya incentivos a la informalidad, cuando la reforma laboral lo que ha provocado es que la iniciativa ciudadana se refugie en ese sector de la economía porque no puede hacerle competencia a los grandes actores económicos que cuentan con protección oficial, particularmente en cuanto al pago de impuestos.

Así, mientras México no sea un país incluyente, no podrá ser una Nación próspera, con empleos dignos, educación y salud para todos, como lo advirtió en el mismo foro Rolando Cordera, profesor emérito de la UNAM.

Otro punto destacable que tocó Peña Nieto en Apizaco, es el que se refiere a la lucha contra la violencia y la impunidad, para lo cual “el compromiso que nos une debe ser el respeto irrestricto a la ley y sobre todo a los derechos humanos de los mexicanos”. Y aquí los hechos son más que contundentes, como lo reflejan no sólo los reportes e informes internos, sino sobre todo los internacionales. Así, el más reciente documento procedente del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre derechos humanos en el mundo, subraya los “serios problemas” en México que representan la participación de los policías y militares en serios abusos de derechos humanos, incluyendo asesinatos extralegales, tortura y desapariciones, así como la “amplia impunidad y corrupción”, sobre todo a escala estatal, dentro de las fuerzas de seguridad y en el sector judicial.

A pesar de haberlo prometido en su campaña presidencial, Enrique Peña Nieto se ha negado a cambiar la estrategia seguida por Felipe Calderón contra las organizaciones del crimen organizado y los cárteles de la droga, en la que se privilegió el uso de las fuerzas armadas para confrontarlas directamente, aún y cuando éstas no estaban ni están preparadas para labores policíacas.

Así, la elevada presencia militar en las calles, el aumento de las violaciones graves de derechos humanos cometidas por elementos castrenses permanece. También se mantiene su participación en labores de procuración de justicia y de seguridad en la estrategia de combate a la delincuencia organizada a través de patrullajes militares y retenes en calles y carreteras del país, lo que ha tenido un serio impacto en la vigencia de los derechos humanos.

De esta manera, se mantienen los altos índices de quejas presentadas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por violaciones de derechos humanos cometidos por elementos de las fuerzas armadas.

Y las reformas que vienen, la hacendaria y la energética, no parece que vayan a cambiar el panorama. La energética está orientada a dejar entrar abiertamente el capital privado a Pemex y a engullir gran parte del pastel que la productividad de la paraestatal más importante del país genera sin enfrentar riesgos. La iniciativa privada nacional y extranjera ya se frota las manos y sus instituciones de investigación no dejan de aplaudir “la cantidad de recursos que puede captar la reforma energética, así como la mayor competitividad en Pemex que permita la participación de otros actores del sector de hidrocarburos, como sucede en Colombia, Brasil y Noruega”.

Para lo cual abogan por simplificar el régimen fiscal nacional, reducir el riesgo para las empresas, incrementar la recaudación y reducir la corrupción.

Hasta en Europa hay un gran optimismo por esta reforma. Embajadores de la Unión Europea en el país manifestaron ayer su optimismo sobre las reformas que se pueden aprobar al amparo del Pacto por México, entre ellas la energética, ya que podrían permitir la inversión de países con experiencia en esa materia. Los diplomáticos del viejo continente, encabezados por la embajadora de la Unión Europea, Marie Anne Coninsx, destacaron que se puede modernizar el acuerdo estratégico con México a la par que se negocia con Estados Unidos un convenio comercial trasatlántico.

En su discurso en Apizaco, Peña Nieto resaltó que una de las acciones primordiales para dinamizar la economía mexicana es la aprobación de la reforma hacendaria que, dijo, está encaminada a simplificar el pago de impuestoslo cual sería muy conveniente si se materializabajo un sistema progresivo y justo y que aliente la formalidad de la economía. Sobre esta materia, los empresarios están demandando que la reforma de referencia se enfoque en mejorar el gasto gubernamental y promover la productividad del país. Para ello, piden simplificar el régimen fiscal nacional, reducir el riesgo para las empresas, incrementar la recaudación y combatir la corrupción.

Un gran riesgo que ve el trabajador de a pie es que la reforma se quede en el aumento de impuestos, particularmente en la generalización del IVA, incluyendo alimentos y medicinas, para lo cual hasta los documentos básicos del PRI ya fueron modificados y aceptados en el IFE.

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