¡¡Exijamos lo Imposible!!
…Y el mundo no se acabó
Ricardo Monreal Avila
La historia registra más de 160 profecías sobre el fin del mundo.
Ninguna se ha cumplido, pero los anuncios apocalípticos siguen y
seguirán produciéndose, porque es una forma de encontrar explicación a
lo insólito y desconocido.
Con motivo de la profecía maya, haremos una síntesis de las profecías
fallidas más populares, desde las mitológicas y religiosas hasta las
“científicas”.
Grecia: La mitología griega registra a Casandra como el oráculo de las
catástrofes. Casandra (en griego antiguo, Κασσάνδρα: “la que enreda a
los hombres”) [ fue sacerdotisa de Apolo, con quien pactó, a cambio de
un encuentro carnal, la concesión del don de la profecía. Sin embargo,
cuando accedió a los arcanos de la adivinación, rechazó el amor del
dios; éste, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca:
seguiría teniendo su don profético, pero nadie creería jamás en sus
pronósticos. Tiempo después, ante su anuncio repetido de la inminente
caída de Troya, ningún ciudadano dio crédito a sus profecías.
Roma: El imperio romano vio con temor la erupción del Monte Vesubio en
el año 79 DC, ya que el filósofo Séneca había profetizado que el mundo
se convertiría en humo. “Todo lo que vemos y admiramos hoy se quemará en
el fuego universal que marca el comienzo de un nuevo mundo, justo y
feliz”, fue su vaticinio. Desde entonces se señala que cada crisis,
desastre o momento difícil debe verse también como una oportunidad para
crecer, mejorar o cambiar.
Nostradamus (1503-1566): El más famoso de los profetas del miedo y el
fin del mundo. Según sus seguidores, profetizó que entre 1999 y 2025
habrá guerras muy sangrientas, el “mal nacerá en la cuna de un hombre
poderoso”, “del cielo caerá algo y sus consecuencias serán grandes”, la
economía mundial tambaleará, la reina de Inglaterra morirá en 2015 a los
89 años, el último Papa será hispanohablante, una gran peste (gripe
aviar o el SIDA) arrasará con dos tercios de la humanidad, se encontrará
la Atlántida, el terrorismo será la plaga del siglo XXI, nacerá el
Anticristo, se descubrirá la forma de crear vida artificial y el hombre
colonizará otros mundos y dará cuenta de la existencia de vida
extraterrestre.
El número de la Bestia (666): Un año que estuvo asociado especialmente
al fin del mundo fue 1666, ya que contenía el número que según la Biblia
corresponde a la Bestia, 666. Lo más catastrófico de ese año fue el
incendio que destruyó más de 70 mil hogares en Londres y que dejó
cientos de fallecidos y miles de heridos por el infierno que se desató
en la capital de Inglaterra. Los londinenses vieron en este incendio la
ira de Dios.
El cometa Halley: la aparición del cometa Halley, que transita cerca de
la Tierra cada 76 años, se vio en un principio como una señal del fin de
los tiempos. En 1910, la llegada del cometa agitó la escatología del
fin del mundo entre europeos, estadounidenses y hasta entre los
revolucionarios mexicanos como Francisco I. Madero. Muchos pensaron que
la cola del cometa contenía un gas que impregnaría la atmósfera, dejando
una estela de veneno. Las ventas de máscaras y píldoras “anticometa” se
dispararon, dejando ganancias a los especuladores del fin del mundo.
La alineación de los planetas: Han inspirado muchas de las profecías
apocalípticas. Especialmente las que se presentan entre la Luna y Venus.
Por ejemplo, el 27 de febrero de 2009, cuando estos dos astros se
alinearon, Richard Noone predijo que el hielo se apoderaría del mundo,
mediante un deshielo glacial. El “arqueólogo síquico” Jeffrey Goodman
vaticinó en su libro de 1977: “Terremotos y volcanes agrietarán el suelo
y dividirán la Tierra para aliviar el estrés producido por el cambio”.
En 1982, dos astrofísicos, John Gribben y Plagemann Esteban, aseguraron
que la alineación de los nueve planetas del sistema solar provocaría una
alteración en la fuerza de gravedad que tensaría las placas tectónicas
de la Tierra, causando un verdadero Armagedón (terremotos, tsunamis,
ciclones al mismo tiempo).
El Armagedón o el regreso de Jesús: Las religiones son también
especialmente ricas en predicciones escatológicas. El evangelista
televisivo Pat Robertson anunció el regreso de Jesús a la Tierra en
algún momento de la década de los ochenta. Los Testigos de Jehová son
otra de las religiones que, desde su fundación en 1870, han anunciado en
diversas ocasiones el fin del mundo, siendo la primera en el año de
1914, antes de que estallara la primera guerra mundial. La iglesia de
“El Fin del Mundo” se creó a partir de la convicción de que Cristo
regresaría en medio de batalla devastadora entre el Bien y el Mal.
El error del Milenio (Y2K): Una profecía “científica” se presentó
durante el cambio de siglo y de milenio hace doce años (2000). Se
conoció como “el error del año 2000” o Y2K, que pronosticaba un caos en
los sistemas informáticos que podría colapsar una sociedad dependiente
de las computadoras, de manera especial aquellas programadas para
utilizar sólo los dos últimos dígitos de cada año. Otra de las profecías
“científicas” fallidas fue la del Gran Colisionador de Hadrones, en el
2009, cuando se afirmó que una vez que entrara en funcionamiento se
generaría un agujero negro que devoraría la Tierra. Lo único que ocurrió
es que el gran colisionador, después de funcionar una vez, se
descompuso.
El Apocalipsis Maya: Según el calendario maya de la Cuenta Larga, el 21
de diciembre de 2012 se producirá el fin del decimotercer baktún, un
ciclo de tiempo que equivale a 400 años. Para los mayas, el final de un
baktún suponía un motivo de celebración y conmemoraban una etapa de
tránsito, sin hablar en ningún momento de fin del mundo. Sin embargo,
ese dato se ha interpretado desde algunos sectores como el anuncio de
una especie de Apocalipsis y ven como señales las extrañas muertes
masivas de animales en todo el mundo, terremotos, huracanes y el mismo
cambio climático.
El reloj del Juicio Final: Para quienes no creen en las profecías
escatológicas, los científicos han desarrollado una advertencia más
racional: el reloj del Juicio Final, que alerta sobre el momento en que
el hombre puede destruirse a sí mismo por efecto de sus propias
acciones. Es un reloj simbólico, mantenido desde 1947 por la junta
directiva del Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de
Chicago (EEUU), que usa la analogía de la especie humana estando siempre
“a minutos de la medianoche”, donde la medianoche representa la
“destrucción total y catastrófica” de la Humanidad. La analogía
representa la amenaza de guerra nuclear global, cambios climáticos y
todo nuevo desarrollo en las ciencias y nanotecnología que pudiera
infligir algún daño irreparable.
El número de minutos para la medianoche es corregido periódicamente. Al
11 de enero de 2012, el reloj marca “cinco minutos para la medianoche”…
Mientras tanto, el mundo seguirá girando.
ricardo_monreal_avila@yahoo.com.mx
Twitter: @ricardomonreala
2 comentarios:
Es importante que ya este terminando el 2012 y a diferencia de lo que se dijo en distintos lados el mundo sigue girando. Justamente esperaba poder ir a mis vacaciones ya que me tocaban para esta fecha luego de trabajar todo el año en la venta de seguro de auto
Pues adelante compañero Mario que tengas felices vacaciones y pese a todo un FELIZ AÑO... gracias por tu comentario
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