¡¡Exijamos lo Imposible!!
Borrón y cuenta nueva
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
EPN presenta ejes de su política de seguridad
Desacreditan estrategia de la “guerra al narco”
Habrá total impunidad para los calderonistas
Impulsan creación de “Gendarmería Nacional”
PAN y PRD respaldan propuesta presidencial
Chuayffet bailará reforma educativa con EEG
Cancún: cinco trienios de impunidad y saqueo
“La conciencia del peligro es ya la mitad de la seguridad y de la salvación”.- Ramón J. Sénder.
Por fin el gobierno de Enrique Peña Nieto anunció su estrategia contra
la grave inseguridad que padece el país y anunció los ejes de su
política en esta materia: Planeación, Prevención, Promoción y Defensa de
los Derechos Humanos, Coordinación y Transformación Institucional. En
Palacio Nacional, donde se realizó la segunda sesión extraordinaria del
Consejo Nacional de Seguridad Pública, hubo fuertes críticas a la
estrategia que siguió el gobierno de Felipe Calderón, en la que se
despilfarraron miles de millones de dólares sin resultados positivos y
saldos totalmente adversos para el país. Aún así, destacó sin
mencionarse el hecho de que los acuerdos a los que llegaron Calderón y
Peña Nieto para una transición pacífica y sin sobresaltos, incluyeron la
impunidad por la responsabilidad de los funcionarios calderonistas que
propiciaron una masacre a lo largo del sexenio pasado. Borrón y cuenta
nueva es, en esencia, el principal anuncio gubernamental de este lunes.
Lo pasado, pasado y a otra cosa mariposa.
Aunque se respetan los acuerdos del gobierno de Felipe Calderón con
George W. Bush y Barack Obama, en torno a la injerencista Iniciativa
Mérida o Plan México, todo parece señalar que partimos de cero para
contrarrestar la trágica ola de violencia que sigue tiñendo de rojo al
territorio nacional. A lo más que se llegó ayer en el Salón de la
Tesorería de Palacio Nacional, fue a desacreditar oficialmente a los
métodos seguidos y aplicados por los funcionarios del régimen pasado,
principalmente a los operados por los ex secretarios de Seguridad
Pública, Defensa Nacional, Marina-Armada de México y la Procuraduría
General de la República (PGR) y la Policía Federal.
El hidalguense Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la Secretaría de
Gobernación, criticó que la publicitada captura de los principales capos
de algunos de los cárteles de la droga propició la fragmentación de los
grupos criminales, no su desaparición o extinción, lo que provocó mayor
violencia y más inseguridad pública en diversas regiones del país.
Reprobó que a pesar de que dos veces se aumentaron los recursos contra
la delincuencia, dos veces también aumentó la tasa de criminalidad, al
grado de que entre 2006 y 2012 se tienen un registro 10.56 millones de
delitos. El ex gobernador subrayó que México enfrenta altos niveles de
violencia, lo que reclama una acción coordinada para enfrentar este
fenómeno. Sin duda que le faltó señalar que los capos sobrevivientes
aumentaron su poder armamentístico y, sobre todo, económico. El lavado
de dinero floreció y sus fortunas aumentaron inconmensurablemente. La
revista Forbes lo ha corroborado año con año.
También el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, al
intervenir en la sesión extraordinaria del mencionado Consejo Nacional
de Seguridad Pública, aseguró que la dependencia arrastra desde hace
años una estructura que ya no responde a la impartición y procuración de
justicia que requiere la sociedad mexicana. Destacó que la irrupción de
una delincuencia con poder y dinero, propició que los gobiernos
federales y de los estados se vieran obligados a actuar siempre en base a
la coyuntura y sin una verdadera planeación y coordinación entre los
diferentes niveles de gobierno. Recalcó que las instituciones de
seguridad y las de procesamiento de información estratégica “padecen una
desarticulación que impide la correcta y eficaz coordinación que es
imprescindible para enfrentar con éxito sus funciones e impide también
contar con objetivos claros y resultados medibles”. No mencionó la
utilización que se hizo de esta dependencia para la persecución de fines
eminentemente políticos, como en el caso del “Michoacanazo” o el
“Moreirazo”, por citar tan sólo dos ejemplos diferentes, pero que
contribuyeron a la putrefacción de la dependencia.
NUEVOS EJES
Ante todos los gobernadores de los estados, el jefe de Gobierno del
Distrito Federal y los miembros del gabinete de seguridad, el presidente
Enrique Peña Nieto enumeró los ejes de su política en esta materia:
Planeación, Prevención, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos,
Coordinación y Transformación Institucional, y Evaluación, en las que
destacan la creación de una Gendarmería Nacional y la instalación de la
Comisión Intersecretarial para la Prevención del Delito. Antes, el
titular del Ejecutivo Federal sostuvo una reunión con los mandatarios
estatales y el jefe de Gobierno capitalino, con quienes abordó la
necesidad de la reforma constitucional para contar con códigos penal y
de procedimientos penales únicos en el país, así como la reforma para la
unificación de los mandos policíacos.
Peña Nieto sostuvo que la tarea de recuperar la seguridad, la justicia y
la paz social para el país no debe tener colores ni intereses
partidistas, y señaló que habrá una relación de respeto y
corresponsabilidad en los temas de seguridad, justicia y paz, que son
los reclamos de la sociedad. Advirtió que en las tareas por venir, todos
son corresponsables y deben cooperar, no competir. Aseguró que “no
habrá improvisación, y habrá fechas precisas para evaluar las
principales metas”, en las que los objetivos prioritarios son reducir la
violencia, recuperar la paz y tranquilidad de las familias mexicanas,
además de reducir los indicadores relacionados con homicidios,
secuestros y extorsiones.
Por lo que toca al primer eje de la nueva estrategia, la Planeación,
Peña Nieto subrayó que no habrá improvisación, por lo que se darán
fechas específicas para cumplir los compromisos. Este fue, precisamente,
uno de los puntos más criticados al gobierno anterior. Sobre el segundo
eje, la Prevención del Delito, se atenderán las causas de los fenómenos
criminales y no sólo sus consecuencias. Se aplicará un programa
transversal que combatirá las adicciones, rescatará espacios públicos,
ampliará la escuelas de tiempo completo y promoverá proyectos
productivos. Este programa contará con un presupuesto de 115 mil 625
millones de pesos, además de que se propone la creación de un Fondo para
la Prevención del Delito de 2 mil 500 millones de pesos.
Por lo que toca al tercer eje, protección y respeto a los Derechos
Humanos, otra de las grandes fallas de la gestión calderonista, anunció
que se pondrá en marcha un Programa Nacional de Derechos Humanos, se
crearán los protocolos de actuación para todos los cuerpos policíacos
del país, y se depurará el Instituto Nacional de Migración que se
destacó, precisamente, por la infiltración de la corrupción y la
negligencia en la atención a los migrantes centroamericanos. En la otra
cara del mismo problema, la organización Oxfam México acusó que el
actual gobierno federal no demostró interés en el tema de los migrantes
que parten a Estados Unidos, a pesar de la reducción de remesas y el
retorno de paisanos. Señaló que el Pacto por México no menciona el tema y
el proyecto de presupuesto tampoco es alentador, dijo.
En cuanto al cuarto punto, la Coordinación, Peña Nieto aseguró que se
fortalecerá el trabajo entre el Gobierno Federal, Estados, Distrito
Federal y municipios. También reiteró el anunció de Osorio Chong sobre
que el país se dividirá en cinco regiones operativas consensuadas con
los estados para lograr mayor eficiencia operativa. Asimismo, pidió a la
Secretaría de Hacienda revisar la situación de los fondos de seguridad
pendientes de entregar a las entidades federativas.
En cuanto al quinto eje, la transformación institucional, urgente desde
cualquier punto de vista, el presidente reiteró que la Secretaría de
Gobernación se hará cargo de las tareas de la extinta Secretaría de
Seguridad Pública y que se reorganizará a la Policía Federal. Ordenó la
creación de la Gendarmería Nacional, que será la responsable de
fortalecer municipios e instalaciones estratégicas, como aeropuertos,
puertos y fronteras. Para su arranque contará con 10 mil elementos.
También reiteró que las Fuerzas Armadas seguirán en las calles hasta que
se consoliden fuerzas estatales. Se pondrán en operación cinco centros
regionales para capacitar a policías y uno para formar a mandos.
Asimismo, se crearán 15 unidades de la Policía Federal dedicadas a
combatir el secuestro y la extorsión.
El sexto eje será el de la evaluación permanente, con indicadores claros
para dar seguimiento al desempeño de autoridades, lo que permitirá
retroalimentar y ajustar el curso de la política de seguridad.
Por desgracia, no se habló ni una palabra de llamar a cuentas a los
funcionarios del sexenio anterior, responsables del tiradero en que se
encuentra el país en materia de seguridad y que fueron los que operaron
la fallida estrategia contra los cárteles de la droga y el crimen
organizado que dejó 150 mil víctimas, más de 10 mil desaparecidos y más
de 300 mil desplazados. Tampoco se mencionó la necesidad de investigar
las fortunas de ex funcionarios y mandos que fueron permeados por el
crimen organizado y que incurrieron en actos de corrupción.
En cuanto a los costos económicos, por cuyos daños tampoco ha sido
llamado a cuentas nadie, el Instituto Nacional de Estadísticas y
Geografía (INEGI) reportó que el costo total que la inseguridad y el
delito tienen en unidades económicas del país, es de 115 mil 200
millones de pesos al año, lo que equivale a 0.75 por ciento del Producto
Interno Bruto (PIB). Según los datos de la Encuesta Nacional de
Victimización de Empresas 2011, el 37 por ciento de las unidades
económicas del país sufrió al menos un delito durante 2011.
RESPALDA PAN NUEVA ESTRATEGIA
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