¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
No fue bala perdida, sino tiro de gracia a García Luna
Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
Dice el refrán “que cada quien mata las pulgas a su modo”. Y Peña, el
presidente electo y aunque con protestas, en vías de la investidura
constitucional, para empatarle a Calderón envió dos iniciativas
“preferentes” para extinguir las secretarías de la Función Pública, y de
Seguridad Pública Federal. Creando para la primera que con un gasto
millonario para nada sirvió, una Comisión Anticorrupción y su apéndice
un Consejo Nacional de Etica Pública. La segunda fue la Gestapo de
Calderón y García Luna que, como último acto intentaron asesinar a los
agentes de la CIA y a los marinos mexicanos asaltados en el poblado de
Tres Marías. Y que no murieron, porque viajaban en una camioneta
súperblindada que recibió más de mil balas del máximo calibre. Calderón
entregó a García Luna un presupuesto millonario para su Gestapo
hitleriana que se comportó como un cártel de delincuentes uniformados
con al menos, 30 por ciento de los más de 100 mil homicidios de la
guerra calderonista.
Esta reforma no fue una bala perdida, como están de moda para matar
inocentes y, al estilo estadounidense… ¡un niño que estaba en un cine!
Fue una bala directa a García Luna. Un tiro de gracia, con las armas de
la política. Sigue su consignación ante el juicio político y penal, para
que responda de sus actos, de sus abusos. Con la protección de Calderón
fue el Chapo García Luna. Se construyó una mansión en la capital del
país y varias en otras entidades. Se dice que depositó millones de pesos
en paraísos fiscales. Puso en jaque las relaciones con Francia, por su
capricho de presionar al Poder Judicial federal para impedir que la
señora Cassez purgara su condena en su país.
Desaparecer la SSPF y que el secretario de Gobernación peñista tenga a
su cargo esa función en principio es una medida acertada, pues García
Luna había creado una especie de SS de Hitler. El favorito de Calderón
cometió los abusos que quiso con su segundo de a bordo: Luis Cárdenas.
Ambos violentaron todos los derechos humanos. Mataron a discreción.
Encarcelaron presionando a jueces, magistrados y ministros de la Suprema
Corte. Fue el Himmler que tuvo Hitler para eliminar todo lo que se
oponía a Calderón para el éxito de su guerra; y organizaba “noches de
los cuchillos largos”, tal y como cuenta Peter Padfiel, en su libro:
Himmler, el líder de las SS y la Gestapo, editorial La Esfera de los
Libros. Este debió ser el libro de cabecera de García Luna, en lugar de
la Constitución.
Tiro de gracia, pues de haber continuado la SSPF, el país iría a un
Estado Policiaco, cuando ya ronda el golpismo militar. Genaro García
Luna fue un funcionario perverso al que debe investigársele, ya que tuvo
mucho que ver en la criminalidad calderonista. Los militares fueron
sacados de sus cuarteles por orden del “general de cinco estrellas”:
Felipe Calderón. Y nombrado por éste, García Luna hizo del cargo una
súpersecretaría del crimen con sus huestes que violaron, secuestraron y
abusaron cuanto pudieron. El tiro de gracia político es el primer
capítulo para su muerte burocrática-administrativa. Falta enjuiciarlo.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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