¡¡Exijamos lo Imposible!!
TIC…TAC…TIC…
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Se atoran nombramientos de gabinete
No
logran partidos “Pacto por México”
“Reformas estructurales”
, sin respaldo
Millones
de amparos Vs reforma a LFT
Hoy
darán a conocer el nuevo gabinete
El gran robo Vs Mexicana de Aviación
“El mundo exige resultados. No le cuentes a otros tus dolores del parto. Muéstrales al niño”: Indira Gandhi.
Detener la escalada de violencia y detonar el crecimiento económico son,
a decir de Enrique Peña Nieto, las principales prioridades de su
gobierno. La primera no logrará alcanzarla sin el aval del Departamento
de Estado de Estados Unidos y el Pentágono norteamericano. Lo segundo,
sin el respaldo de las fuerzas políticas de oposición, PAN y PRD,
principalmente, pues se ha dejado totalmente de lado a los seguidores de
Andrés Manuel López Obrador, que apenas están consolidando a Morena
como partido político.
Este sábado, Peña Nieto asumirá el mando de la Nación en medio del
periodo más sangriento de la historia reciente de México, con más de 150
mil muertos según el Departamento de Estado, por lo que se espera que
no respalde la impunidad de los funcionarios salientes y corruptos como
Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública.
No obstante, los problemas “más graves” del país son pobreza, desempleo e
inseguridad. La economía está “peor” que hace un año, de acuerdo con
las consideraciones de los jóvenes de entre 12 y 19 años de edad, según
la Encuesta Nacional de Valores en Juventud, elaborada por la UNAM a
petición del Instituto Mexicano de la Juventud.
El mexiquense pretende llevar a cabo desde el inicio de su mandato una
serie de medidas económicas —recetas del mismo neoliberalismo que se ha
aplicado en los últimos treinta años en el país- para elevar el
crecimiento económico. Ya se echó andar y fue aprobada la reforma
laboral; le siguen una reforma tributaria para recaudar ingresos para
invertir en áreas como infraestructura y educación, en la que se
pretende incrementar el IVA y generalizarlo a alimentos y medicinas;
también leyes que eliminen los obstáculos a la inversión privada en el
sector energético, particularmente en Pemex.
Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón ya
fracasaron en este último propósito. Peña Nieto puede lograrlo con el
respaldo absoluto del PAN y una parte del PRD, la que comandan “los
chuchos”.
Muchas multinacionales están interesadas en esas reformas, por el
aumento de los costos laborales en China, por lo que sus ojos están
puestos en México.
Entre los problemas graves del país que habrá de enfrentar el nuevo
gobierno están la pobreza, el desempleo y la inseguridad; la corrupción,
la violencia y el narcotráfico, por lo que los jóvenes consideran su
futuro “inseguro o muy inseguro”; la falta de educación, la
drogadicción, el deterioro ambiental, la desigualdad, los valores
morales y la desconfianza, de acuerdo con la Encuesta Nacional de
Valores en Juventud.
HABRA SECRETARIOS SIN CARTERA?
Mientras los dirigentes de las tres principales fuerzas políticas del
país, Pedro Joaquín Coldwell, del PRI; Jesús Zambrano del PRD; y Gustavo
Madero del PAN, admitían no haber alcanzado los consensos necesarios
para constituir y firmar un “Pacto por México”, aunque siguen
“trabajando” en él, la fracción parlamentaria del PRI en el Senado de la
República tenía el hijo atravesado toda vez que los legisladores del
PAN y PRD se negaban, hasta el cierre de estas líneas, a aprobar la
reforma del presidente electo Enrique Peña Nieto, que le permita cambiar
el diseño del gabinete.
El senador hidalguense Omar Fayad ofreció a panistas y perredistas que a
cambio de aprobar la reforma peñista firmarían un compromiso para
avalar en los próximos días una reforma constitucional que deje
satisfechas sus demandas sobre la iniciativa para modificar la
Administración Pública Federal.
El legislador señaló que su coordinador en la Cámara alta, Emilio
Gamboa, propuso a los otros partidos signar un documento para que se
apruebe la reforma para cambiar el diseño del Gabinete en los mismos
términos que envió la Cámara de Diputados, a fin que sea turnada al
titular del Ejecutivo Federal, con el propósito de que éste la promulgue
a la brevedad y pueda iniciar así, con esa nueva estructura, la gestión
de Peña Nieto.
Panistas y perredistas impulsan modificar la minuta —para que el
secretario de Gobernación comparezca cada tres meses y que los
comisionados de la policía federal sean ratificados por el Senado- y
regresarla a la Cámara de Diputados y cuentan con los legisladores para
hacerlo.
El panista Roberto Gil Zuarth subrayó que no pueden dejar pasar la
minuta como vino de San Lázaro y que se requieren los candados
“mínimos”, a fin de evitar que la Secretaría de Gobernación se convierta
en una instancia de control político policíaco. El punto de desacuerdo
está en darle facultad al Senado para que ratifique los nombramientos
del secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, del
Comisionado General de la Policía Federal y del titular de la
Gendarmería.
Miguel Barbosa, coordinador del PRD en el Senado, contestó a la
propuesta de los priístas que “no son paleros de nadie” y recordó que la
ratificación de los mandos policíacos no es el único “pero” que han
encontrado, ya que, dijo, son necesarios otros cambios para garantizar
la rendición de cuentas y la no desaparición de la Secretaría de la
Función Pública hasta que se dé la creación de una nueva Comisión
Nacional Anticorrupción.
Los panistas estaban dispuestos a probar una versión modificada de la
reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, con lo
que la minuta sería devuelta a San Lázaro y la responsabilidad de
aprobar dicha reforma recaería en manos de los diputados.
De no lograrse la aprobación de dicha reforma, Peña Nieto tendría que
nombrar al gabinete, tal y como está actualmente, incluyendo a los
titulares de las secretarías que pretende desaparecer, de la Función
Pública y de Seguridad Pública, así como al de la Reforma Agraria.
EPN SIN PACTO
Pedro Joaquín Coldwell, Jesús Zambrano y Gustavo Madero citaron a los
representantes de los medios de comunicación para informarles que aún no
cuentan con los consensos necesarios para constituir el denominado
Pacto por México, pero aclararon que “siguen trabajando” en el mismo, el
cual le permitirá a Enrique Peña Nieto contar con el apoyo
parlamentario de las principales fuerzas políticas del país para sacar
adelante sus reformas estructurales, de la cuales ya se adelantó la
reforma laboral.
Al interior del Partido de la Revolución Democrática (PRD) hay muchas
resistencias a firmar un pacto de esta naturaleza con priístas y
panistas, por lo que “no hay condiciones para ese efecto”, como lo
admitió el propio Jesús Zambrano. Los perredistas no han logrado un
acuerdo interno que los ponga de hinojos y que les permita tener el aval
partidario para firmar dicho pacto. Las tribus perredistas se niegan a
seguir las indicaciones del “Chucho” Zambrano para impulsar las reformas
peñistas y sacar adelante por ejemplo ampliar la participación de la
iniciativa privada en Petróleos Mexicanos o para incrementar el IVA y
hacerlo extensivo a alimentos y medicinas.
Tras la rebelión de las tribus contra la firma del convenio, Zambrano
pidió a sus compañeros de partido no quedar atrapados en la lógica de
las disputas internas.
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