¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
La lucha contra la corrupción
María Teresa Jardí
En
Nicaragua cae una célula narcotelevisiva y la televisora involucrada,
la mexicana Televisa, niega el hecho y la administración pública federal
de inmediato se pone al servicio de la televisora para encubrirla. Se
declara que los vehículos, con logos de esa empresa, papeles que les han
permitido el paso, una y otra vez por Centroamérica y todos los caros
implementos inherentes al servicio de informar de esa televisora, no son
de la Televisa.
Y de entrada se busca involucrar, en un registro “falso” de los
vehículos con logos de esa empresa, al gobierno capitalino encabezado
por Ebrard. Y, casi, casi, se ponen también al servicio de esa
televisora las instancias perredistas.
No del todo. Porque a fin de cuentas para registrar se necesitan
documentos originales que fueron presentados, aunque se haya permitido
la presentación por parte de personas “diferentes” a las indicadas para
hacer el registro.
Les decomisan a los narcos, compradores de droga e introductores de
dólares para su compra, es de suponer, una enorme cantidad de dinero
mexicano, también es de suponer. Pero la Secretaría de Relaciones
Exteriores rauda permite, sin protestar, que se quede el gobierno de
Nicaragua con ese dinero a cambio de que se les construya una cárcel de
cinco estrellas a los narcos mexicanos presos en Nicaragua para que
disfruten en ella de su encierro obligado, porque Carmen Aristegui no
suelta el tema.
O al menos ese es subtexto de lo que se comenta entre los nicaragüenses
de a pie, sabios que son los pueblos. Eso es lo que le comentan a una
amiga que va al encuentro cuando pregunta por el mismo a los hombres y
mujeres comunes y corrientes; los que señalan que allá también se ha
callado la información al respecto. Es de suponer que con anuencia, digo
yo, porque así salta a la vista de parte del gobierno surgido del FSLN,
ya se sabe que segundas partes nunca fueron buenas, y que en llegando
al poder todos cambian. Se deja de informar, como ha sucedido aquí, con
dos únicas excepciones: la de Carmen Aristegui y la del POR ESTO! que
realiza la investigación sobre los múltiples nombres usados por la
cabeza de esa célula televisiva.
Un hecho vergonzoso que habla de la corrupción permitida. Un hecho que
aquí también se habría escondido si no fuera por la tenacidad de Carmen
Aristegui, hay que decirlo.
El sueño de los que han hecho de la corrupción una regla es el de que sólo nos desinformasen las televisoras.
Pero... merced a la tenacidad de esa comunicadora y a las excelentes
investigaciones que se realizan por compañeros nuestros que trabajan en
el POR ESTO!, permitidas y auspiciadas por su director que ha ayudado
también a que sea conocida la cara oscura de capos del crimen organizado
de altos vuelos como Roberto Hernández. Impunes. Como quedará impune la
Televisora. Pero no es lo mismo impunes como personas decentes, que
impunes conociendo todos que se trata de canallas corruptos.
Surgida la información de los propios celulares. La tecnología a veces
se ubica al servicio de los que quieren hacer lo correcto, se sabe de
llamadas confirmadas por el cónsul mexicano en ese país de la exhibida
como cabeza de esa narco célula con un alto ejecutivo de Televisa. Pero
Slim busca cambiar, aunque luego se desdiga, el “permiso” para poder
tener él también la posibilidad de dar el servicio de la televisión de
paga a cambio de no dar a conocer las llamadas entre la que encabeza a
los narcoempleados apellidada en una de sus múltiples personalidades
Alatorre y Amador Narcia, al que incluso, en desagravio, o enviando el
mensaje de que él es intocable, en México se le da un premio.
Sin Carmen Aristegui y sin el POR ESTO!, libres habrían quedado los
narcotelevisivos que dan muestra de la cadena de favores que debe ser
destruida si de combatir la corrupción se trata.
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