¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
El miedo a la realidad
Por Ricardo Andrade Jardí
No
cabe duda que en México se avecina una larga noche. El candidato de
Televisa que aún no usurpa el puesto de presidente y ya cierra las
calles, avenidas y estaciones del metro, haciendo cercos militares para
realizar eventos privados, como la embestida presidencial, que la
telebasura transmitirá a través de los múltiples dispositivos
electrónicos para que la cercada ciudadanía sepa, pero sobre todo “que le
quede bien claro” que la democracia en México es para los que están en
el centro del cerco militar; los cercados, los de afuera,
contradictoriamente, son sólo los espectadores que en tres años saldrán
como borregos a votar mientras las “fuerzas políticas” despilfarran
presupuesto para no convencer a nadie pues es este “el país de las
maravillas” y los ciudadanos pagamos el juego de la democracia pero es
la telecracia la que decide quién gobierna y qué payasos (con perdón de
los verdaderos payasos, los de oficio) nos representan.
Mientras los cercos militares del miedo se apoderan de los espacios
públicos con el pretexto de embestir como presidente MONEX al candidato
idiota de Televisa, la dictadura... perdón el PRI pretende crear una
policía política, lo que ya experimentó en los años 70 con más de un
millar de desaparecidos, por no contar a otros tantos ejecutados, sólo
superados por el desgobierno usurpador del genocida Felipe Calderón.
Y la nueva, pero tan vieja, policía política aunque los totalitarios que
con el prianismo regresan digan que será, por supuesto, para combatir
el crimen organizado, salta a la vista que en este agraviado país el
crimen se organiza al amparo de las instituciones públicas y privadas.
El combate al narcotráfico, por ejemplo, que es un negocio ejemplar del
libre mercado y la competitividad, es decir del capitalismo neoliberal,
implicaría combatir a Televisa y ahí sí, que nadie se equivoque, no será
así. Hay carteles que no se tocan. Para Fecal fue intocable el de “El
Chapo”, para el “nuevo” PRI serán Chabelo y Chespirito los nuevos
intocables.
Así, pues, el analfabeta funcional que se apresta para tomar el poder en
medio del miedo a la realidad reflejado en un majadero cerco militar,
cerrando los espacios públicos y cancelando el derecho constitucional
del libre tránsito, con más de una semana de anticipación al evento, que
marcará el regreso del peor PRI y la larga noche de la teledictadura
disfrazada de una democracia de pacotilla comprada con dinero de los
carteles del narcotráfico Soriana, Monex y Televisa y el último quizás
de entre los más poderosos carteles del mundo, con el que usando como
fachada una cadena de televisión con influencia en toda América, se
trasladan, presumiblemente, toneladas de cocaína y millones de dólares a
todos los rincones del continente. No será Peña Nieto (producto de
Televisa), ni el PRIAN los que se enfrenten a este poder de facto que es
en realidad el verdadero poder político y económico del país.
La nueva, pero tan vieja, policía política que el PRI pretende revivir,
se usará para callar, torturar, asesinar y desaparecer a todas las voces
críticas que se opongan a los nuevos planes de terminar de una buena
vez con la soberanía del país para rematarlo lo más pronto posible en
tanto los mexicanos seguimos tragando... telebasura y asumiendo nuestro
nuevo y opresivo rol de esclavos en el mercado de la competitividad
global. En tanto el PRIAN y sus perros... perdón sus chuchos del PRD
anuncian la “nueva era de la concordia nacional” como inequívoco signo
de la larga noche que se cierne sobre México. Como bien escribiera el
poeta alemán Bertol Brecht: “Cuando los de arriba hablan de paz, el
pueblo sabe que habrá guerra”.
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