miércoles, 28 de noviembre de 2012

Carteles que no se tocan como el televisa

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
El miedo a la realidad
Por Ricardo Andrade Jardí

No cabe duda que en México se avecina una larga noche. El candidato de Televisa que aún no usurpa el puesto de presidente y ya cierra las calles, avenidas y estaciones del metro, haciendo cercos militares para realizar eventos privados, como la embestida presidencial, que la telebasura transmitirá a través de los múltiples dispositivos electrónicos para que la cercada ciudadanía sepa, pero sobre todo “que le quede bien claro” que la democracia en México es para los que están en el centro del cerco militar; los cercados, los de afuera, contradictoriamente, son sólo los espectadores que en tres años saldrán como borregos a votar mientras las “fuerzas políticas” despilfarran presupuesto para no convencer a nadie pues es este “el país de las maravillas” y los ciudadanos pagamos el juego de la democracia pero es la telecracia la que decide quién gobierna y qué payasos (con perdón de los verdaderos payasos, los de oficio) nos representan.

Mientras los cercos militares del miedo se apoderan de los espacios públicos con el pretexto de embestir como presidente MONEX al candidato idiota de Televisa, la dictadura... perdón el PRI pretende crear una policía política, lo que ya experimentó en los años 70 con más de un millar de desaparecidos, por no contar a otros tantos ejecutados, sólo superados por el desgobierno usurpador del genocida Felipe Calderón.

Y la nueva, pero tan vieja, policía política aunque los totalitarios que con el prianismo regresan digan que será, por supuesto, para combatir el crimen organizado, salta a la vista que en este agraviado país el crimen se organiza al amparo de las instituciones públicas y privadas.

El combate al narcotráfico, por ejemplo, que es un negocio ejemplar del libre mercado y la competitividad, es decir del capitalismo neoliberal, implicaría combatir a Televisa y ahí, que nadie se equivoque, no será así. Hay carteles que no se tocan. Para Fecal fue intocable el de “El Chapo”, para el “nuevo” PRI serán Chabelo y Chespirito los nuevos intocables.

Así, pues, el analfabeta funcional que se apresta para tomar el poder en medio del miedo a la realidad reflejado en un majadero cerco militar, cerrando los espacios públicos y cancelando el derecho constitucional del libre tránsito, con más de una semana de anticipación al evento, que marcará el regreso del peor PRI y la larga noche de la teledictadura disfrazada de una democracia de pacotilla comprada con dinero de los carteles del narcotráfico Soriana, Monex y Televisa y el último quizás de entre los más poderosos carteles del mundo, con el que usando como fachada una cadena de televisión con influencia en toda América, se trasladan, presumiblemente, toneladas de cocaína y millones de dólares a todos los rincones del continente. No será Peña Nieto (producto de Televisa), ni el PRIAN los que se enfrenten a este poder de facto que es en realidad el verdadero poder político y económico del país.

La nueva, pero tan vieja, policía política que el PRI pretende revivir, se usará para callar, torturar, asesinar y desaparecer a todas las voces críticas que se opongan a los nuevos planes de terminar de una buena vez con la soberanía del país para rematarlo lo más pronto posible en tanto los mexicanos seguimos tragando... telebasura y asumiendo nuestro nuevo y opresivo rol de esclavos en el mercado de la competitividad global. En tanto el PRIAN y sus perros... perdón sus chuchos del PRD anuncian la “nueva era de la concordia nacional” como inequívoco signo de la larga noche que se cierne sobre México. Como bien escribiera el poeta alemán Bertol Brecht: “Cuando los de arriba hablan de paz, el pueblo sabe que habrá guerra”.

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