¡¡Exijamos lo Imposible!!
Proceso
Los tres tropiezos del arranque de Peña: cerco sobre San Lázaro, pacto político y reforma administrativa
MÉXICO, D.F. (apro).- En vísperas de que Enrique Peña Nieto tome el
poder como presidente de la República, el próximo 1 de diciembre, tres
tropiezos marcan las horas previas: el descontento de los capitalinos
por el cerco militar y policíaco en las principales arterias viales que
conducen al recinto de San Lázaro; la fallida operación política para
que en el Senado se aprobara la reforma a la Ley Orgánica de la
Administración Pública que propuso el PRI hace diez días, y la
suspensión del llamado Pacto por México, negociado por las dirigencias
del PRI, PAN y PRD.
Ante el desconocimiento de otras corrientes
internas de lo negociado por Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD,
con sus homólogos del PAN, Gustavo Madero, y del PRI, Pedro Joaquín
Coldwell, el rimbombante Pacto Por México quedó sin firmarse antes de
que iniciara el próximo sexenio.
En breve conferencia de prensa,
los tres dirigentes nacionales acordaron “seguir trabajando” en la
redacción de un documento final que se negoció en sigilo durante dos
meses y que fue desconocido por la Comisión Política del PRD.
En
el evento también estuvieron los dos coordinadores generales del equipo
de transición de Peña Nieto, Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong,
a quienes todos los comentaristas perfilan como los futuros
“supersecretarios” de Hacienda y de Gobernación, respectivamente.
Sin
embargo, las nuevas funciones planeadas por Peña Nieto para ambas
secretarías tendrán que concretarse después del 1 de diciembre, ya que
la alianza entre el PAN, PRD y PT en el Senado de la República frenó la
ratificación de la reforma aprobada en la Cámara de Diputados.
El
argumento central es que se requieren “controles” y contrapesos por
parte del Senado para que tanto el futuro secretario de Gobernación (que
absorberá a la Secretaría de Seguridad Pública) y el secretario de
Hacienda (quien también incorporará las funciones de la Secretaría de la
Función Pública), sean ratificados por la mayoría simple de los
integrantes del Senado.
Tras 48 horas de intensas negociaciones,
los senadores del PRI, PAN y PRD tuvieron que admitir que no existían
condiciones para que Peña Nieto empiece su gobierno con la reforma
administrativa planteada.
En otras palabras, Peña Nieto tendrá que
nombrar a un titular de la SSP y a otro de la SFP, aunque sea en forma
provisional, o como “encargados de despacho” de unas secretarías que aún
no desaparecerán.
La oposición en la Cámara alta también ha
propuesto que tanto los nombramientos del futuro comisionado general de
la Policía Federal y del secretario ejecutivo del Sistema Nacional de
Seguridad Pública, sean ratificados por el Senado, de la misma forma que
se ratifican a los embajadores, a los integrantes del Poder Judicial de
la Federación y al titular de la PGR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario