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Juicio a Felipe Calderón
Por Ricardo Monreal Avila
Hace dos días, la organización civil “México Evalúa” difundió un informe
aterrador. Más de 100 mil personas han sido asesinadas en el sexenio de
Felipe Calderón, con base en datos del INEGI y del Sistema Nacional de
Seguridad Pública (SNSP).
El
número, que sumaba 101 mil 109 hasta septiembre pasado, es equiparable
al saldo que han dejado guerras como la de los Balcanes, en los 90, y la
de Irak, en la década pasada, advirtió Edna Jaime, directora de la
organización especializada en la evaluación de políticas públicas.
“México ha tenido una intensidad de violencia que es equiparable a zonas
que han estado en conflicto armado, por ejemplo los Balcanes, de 1993 a
1995 tuvieron une estimado de 100 mil muertes violentas. La guerra en
Irak, según la fuente que se presenta en el gráfico, tuvo 114 mil,
México llegó a 101 mil. Nos estamos equiparando con zonas en conflicto”,
indicó.
Este crecimiento, aseguró, coloca a México entre las naciones que más
aumentaron su nivel de violencia al compararlo con otros 80 países en el
mundo.
“Los resultados muestran que México fue el país que registró el
crecimiento promedio anual más alto con 29.3 por ciento y Macao el más
bajo con -23.7 por ciento.
“La mayor parte de las naciones mostraron tasas decrecientes en este
periodo. Concretamente, 50 de las 86 analizadas. Solamente ocho
mostraron crecimientos mayores a 10 por ciento y sólo cuatro presentaron
cambios mayores a 20 por ciento. Estos son México, Kirguistán, Bermuda y
Dominica”, indicó.
Al realizar un comparativo de las tasas de homicidios, resaltó Jaime,
México se ubica en el nivel más alto, al alcanzar en el 2011 un registro
de 23.9 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
“Yo quisiera darles tasas internacionales para que tengamos esta cifra
en perspectiva. A nivel internacional la tasa es de 6.9, en México
tenemos 23.9, casi 24. África, que es una zona con violencia tiene 17.4,
América en su conjunto 15.5, Europa 3.5. Estamos en la categoría de
país con problema de violencia”, indicó.
Al dar a conocer los “Indicadores de víctimas visibles e invisibles de
homicidio”, elaborado con base en datos del INEGI y del SNSP, Jaime
señaló que en los últimos seis años los homicidios en México crecieron
35.5 por ciento respecto de los asesinatos que registraron durante la
Administración de Vicente Fox.
“México Evalúa” calcula la cifra de homicidios con base en datos de las
diferentes procuradurías del país recopilados por el Secretariado
Ejecutivo del SNSP y del INEGI. La organización explicó que en ocasiones
las cifras entre ambas instituciones pueden diferir porque su propósito
es distinto.
Mientras que para las procuradurías el objetivo es abrir una averiguación previa, para el INEGI es registrar defunciones.
Sin embargo, afirmó la organización, “las cifras del INEGI y las del
SESNSP siguen las mismas tendencias y coinciden en que a partir de 2008
aumentó el promedio mensual de homicidios a nivel nacional”.
La organización civil alertó sobre otro problema derivado de los
homicidios anteriores: los deudos y familiares de las víctimas, las
llamadas “víctimas invisibles”.
“Los homicidios que se han registrado en el país en los últimos seis
años han afectado a 344 mil personas que son los deudos de los
fallecidos y que de no ser atendidos podrían generar problemas de
violencia en el futuro”, advirtió la directora de México Evalúa.
“¿Quiénes son las víctima invisibles? No lo sabemos, ni siquiera las
cuantificamos, no hay registro para las víctimas invisibles. (Sin
embargo) nosotros nos permitimos generar una metodología para
estimarlas, una metodología en la que consideramos como víctimas
invisibles a las personas que compartían el hogar con las personas que
fallecieron.
“Nosotros ya desde el año pasado presentamos el índice de víctimas
invisibles de delitos graves, porque reconocemos en las víctimas
invisibles no solamente a personas que llevan un duelo y que cargan con
una herida muy grande, sino también el potencial de conflicto futuro”,
indicó.
Al presentar los “Indicadores de víctimas visibles e invisibles de
homicidio”, la especialista dijo que este estudio también ofrece una
primera aproximación para conocer quiénes son las personas que fueron
asesinadas y quiénes fueron sus asesinos.
Los datos que encontraron, señaló, es que en ambos casos se trata de
jóvenes entre 20 y 29 años de edad que mayoritariamente tienen un nivel
básico de estudios.
“Tanto víctimas como perpetradores tienen características en común y
sobre todo tienen características que nos hablan de una situación de
precariedad. Personas con educación básica o sin instrucción, nos habla
de grupos que viven en precariedad” (Diario Reforma, 28 de noviembre
2012, p.2).
Felipe Calderón ha señalado una y otra vez que su gobierno no es
responsable de este desastre humanitario. Que el 90% de las víctimas son
producto de ejecuciones entre los grupos delincuenciales, y sólo un 10%
son víctimas inocentes. La primera pregunta es: ¿con base en qué
información judicial (por ejemplo, averiguaciones previas) se imputa la
condición de “delincuentes” a los ejecutados, único recurso legal con el
que se puede imputar esa grave condición a una persona?
Con esa misma lógica precaria, el gobierno que está por concluir ha
repartido las responsabilidades del desastre de esta guerra: Los Estados
Unidos de América, por no controlar la venta de armas de asalto (se
olvida que las armas entran a México por aduanas y puertos que son
administrados por autoridades mexicanas federales); los gobernadores y
alcaldes mexicanos, por dejar hacer y dejar pasar a los grupos
delincuenciales (se olvida que el único que puede dar órdenes a las
fuerzas armadas es el Presidente de la República); a los presidentes
anteriores, por no haber prevenido el problema; a los medios de
comunicación por hacer apología del delito y de la cultura de la
violencia; en suma, todos serían responsables menos él. Sin embargo, se
olvida un pequeño detalle: quien dio la orden de golpear el avispero de
abejas asesinas, con lo que tenía a la mano, las fuerzas armadas, fue el
propio gobierno federal.
La responsabilidad del gobierno tal vez no sea por comisión, pero sí por
omisión. En todo caso, esto lo debería decidir no el señor Felipe
Calderón ni nosotros, sino un tribunal judicial, nacional o
internacional. Un desastre humanitario de esta magnitud no debe ni puede
quedar impune.
ricardo_monreal_avila@yahoo.com.mx
Twitter: @ricardomonreala
3 comentarios:
No importa el tiempo que transcurra, lo llevaremos a juicio, el único problema es que se nos pueden adelantar quienes lo llevaron a usurpar la Presidencia, aunque después le echen la culpa al narco. Ese demente ya está muerto en vida y todos los diás se levanta con la preocupación de no perder el mínimo de poder que le dé impunidad y protección y de no perder todo lo que se robó. Ese pequeño ser, escatologicamente psicópata ya tiene su propio manicomio en sí mismo. Saludos Sr. Monreal.
No importa el tiempo que transcurra, lo llevaremos a juicio, el único problema es que se nos pueden adelantar quienes lo llevaron a usurpar la Presidencia, aunque después le echen la culpa al narco. Ese demente ya está muerto en vida y todos los diás se levanta con la preocupación de no perder el mínimo de poder que le dé impunidad y protección y de no perder todo lo que se robó. Ese pequeño ser, escatologicamente psicópata ya tiene su propio manicomio en sí mismo. Saludos Sr. Monreal.
No importa el tiempo que transcurra, lo llevaremos a juicio, el único problema es que se nos pueden adelantar quienes lo llevaron a usurpar la Presidencia, aunque después le echen la culpa al narco. Ese demente ya está muerto en vida y todos los diás se levanta con la preocupación de no perder el mínimo de poder que le dé impunidad y protección y de no perder todo lo que se robó. Ese pequeño ser, escatologicamente psicópata ya tiene su propio manicomio en sí mismo. Saludos Sr. Monreal.
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