martes, 10 de febrero de 2009

¡¡La Digna Virtud Brilla...!!

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Periodista madrina
Alberto Híjar


En busca de nota como sea, Katia D´Artigues echó a andar la mezcla de ironía y cinismo constituyente de su columna periodística por encargo. Para darse la importancia que no tiene por sus reportajes sino por el tono de chica terrible, narró la llamada de Norberto Tapia, director general de Relaciones Interinstitucionales de la Presidencia de la República sobre la grabación publicada por el diario POR ESTO! La tercera voz en la cabina dice “ora sí ya vine a manejar”. La sedicente reportera no logró entrevistar al director de POR ESTO! por lo que recurrió al vocero de Gobernación Homero Niño de Rivera, quien le dijo que la tercera voz es de Miguel Monterrubio, Director de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación, quien gustaba de pilotear aviones. O sea que le dijo lo que tenía que escribir. Al final de la grabación una voz grita “Monti”, que es como llamaban al tal Monterrubio. Parece que el grito es de Juan Camilo Mouriño.

En lugar de concluir que los dos prepotentes funcionarios iban jugando con los instrumentos de vuelo, la periodista cita al capitán Leonardo Sánchez, vocero de ASPA, quien afirma que en la cabina del Learjet no cabe nadie más aparte del piloto y el copiloto. El caso es que da por bueno todo lo que permita cumplir la doble encomienda recibida: descalificar a POR ESTO! y exculpar a Mouriño. “Sospechosismo por doquier” concluye al firmar el encarguito probatorio de sus relaciones con las altas esferas del poder como dicen los clásicos. El título de la colaboración del viernes 30 de enero en El Universal resulta simplemente un anzuelo: “Si no fue Mouriño ¿quién?”.

No es la primera vez que operan periodistas madrina contra POR ESTO! Tampoco será la última. La estrategia del Estado corrupto exige esta especie de paramilitarismo mediático. Así como los investigadores policíacos cuentan con colaboradores insertados, que no infiltrados en el hampa, así los responsables de cuidar la imagen del Estado, se valen de escritores y periodistas ansiosos de los guiños y prebendas de los poderosos, para cumplir su difícil tarea de lavado de sucios prestigios. En esta hora de verbos nuevos como levantar y poner para designar las acciones de quienes atraen y entregan a las víctimas de ejecuciones sumarias, todos los medios cuentan con desinformadores que saben lo que hay que callar, deformar o repetir hasta la náusea para así legitimar la represión. En el caso de Katia D´Artigues se trata de volver chistosito lo que es muy serio. Cuando el presidente Zedillo destapó la identidad del Subcomandante Marcos y me honró involucrándome en sus andanzas, la periodista me encontró y comimos en el modesto restaurante del Centro Nacional de las Artes para probarme su buena onda y sacarme información sobre las novias del tampiqueño desaparecido tras la capucha negra insurgente. Quería información de esta especie para trivializar la historia del dirigente rebelde con amplia aceptación nacional e internacional. Luego apareció entre los activistas contra el concierto de Elton John organizado por Martha Sahagún en el Castillo de Chapultepec. La creme de la creme estaba presente y daba sentido a su columna de entonces, pero más rentable resultaba infiltrarse entre los transgresores. No lo consiguió y por tanto, no hubo nota.

Para estos periodistas madrina pasó desapercibido el reconocimiento internacionalista de la trayectoria profesional de Mario Renato Menéndez Rodríguez. Lejos, muy lejos, están de comprender porqué el revolucionario histórico de Cuba, Armando Hart, y el director adjunto de la UNESCO ante la gobernadora de Yucatán y otras personalidades civiles, reconocen una trayectoria de lucha por la verdad, la dignidad, la soberanía popular, todo eso que les es absolutamente ajeno. “La Utilidad de la Virtud” asumida por Martí es opuesta a la utilidad de la mentira y la calumnia. La frase martiana destaca en la placa para Mario. La digna virtud brilla en los momentos de lucidez popular de quienes gritan contra la desinformación de Televisa, para ser ignorados en los noticieros del día donde actúa López Dóriga, clamorosamente abucheado al ser merecedor del brindis de un torero mal aconsejado en la Plaza México. Por esto, parte del homenaje a nuestro querido Mario es la diatriba oficial y oficiosa como prueba de la infamia de Estado con todo y prensa vendida que la acompaña.

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