¡¡Exijamos lo Imposible!!
26 Feb 09
Rafael Pinzón
A pesar del honroso tercer lugar nacional como estado seguro y a las espectaculares obras e inversiones asignadas a la Procuraduría del estado y al sistema de seguridad pública estatal, el actual sexenio pasará al a historia como uno de los más ineficientes en la resolución de casos como el del famoso homicidio de la BMW; el del abogado Joel de la Rosa , quien fuera secretario de Carlos Sánchez Furrusca, o el del Notario Público Luís Felipe Ordaz, que después de dos años de búsqueda del homicida, supuestamente apareció muerto en otro Estado de la República, sin que aparezca el autor intelectual, tan solo por señalar los más relevantes.
El número de casos no resueltos y la falta de información clara sobre la situación de dichos asuntos judiciales, pone en entredicho la efectividad de la procuraduría de justicia ó la existencia de intereses ocultos que permiten en todos estos casos una total impunidad.
¿De qué sirven más policías, edificios nuevos y tecnologías modernas si no existe la voluntad del estado para solucionar los principales crímenes y dejar de ocultar las fallas del sistema de investigación judicial a través de una política de comunicación que censura y somete a quienes tocan estos temas públicamente?
A casi 6 años de gobierno, la procuración de justicia en el estado de Querétaro es poco clara, selectiva y a permitido casos donde la inactividad policiaca genera sospechas de corrupción, complicidad e impunidad.
LA BMW…Y DONDE ESTÁ EL CULPABLE???
El 27 de noviembre del 2004, tras una noche de fiesta e intercambiar insultos con los tripulantes de una camioneta BMW negra, sin placas, un grupo de jóvenes peleo con el o los ocupantes del lujoso vehículo. En la trifulca fue asesinado el joven Marco Antonio Hernández Galván, quien trató de defender a Miguel Gerardo Rivera Alcántara de un sujeto que lo golpeaba con un arma de fuego y lo pateaba en el suelo.
Por esos hechos se inició la averiguación previa 1/929/2004 ante la Agencia 1 del Ministerio Público Investigador de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Querétaro, sin embargo, en el trámite de la misma se han cometido diversas irregularidades por parte del Procurador General de Justicia; el Director de Averiguaciones Previas y el agente del Ministerio Público investigador, del estado de Querétaro, lo que hasta el momento no ha reportado la detención de ningún sospechoso. Las acusaciones en su momento contra el empresario Federico Ruiz, a quien acusaban de haber sido el ejecutor del crimen no pudieron ser sostenidas, aun cuando ha resultado ser el principal sospechoso social. A más de 4 años de distancia, el caso no ha sido resuelto.
EL ABOGADO Y SU SOCIO
El 4 de marzo del 2007, el abogado penalista Joel de la Rosa fue asesinado junto con su contador y socio Jesús Hernández a tiros en un terreno baldío en las inmediaciones de la colonia Los Cipreses de la delegación Epigmenio González. Cuando el juez correspondiente autorizaba algún embargo, ganado por De la Rosa, Jesús Hernández entraba en escena y se convertía en el interventor directo del procedimiento en curso y determinaba a su arbitrio los montos que deberían ser incautados. Con esta mecánica Joel de la Rosa y Jesús Hernández llevaron a cabo más de una docena de embargos, principalmente a centros nocturnos que operaban con documentación falsa y con irregularidades administrativas. Expertos periciales, consultados en su momento por el DIARIO DE QUERETARO, señalaron que las pruebas de balística, sobre el atentado, que había presentado a los medios de comunicación la Procuraduría General de Justicia, no cuadran. En especial se refirieron al hecho de que las pistolas con un calibre de 9 milímetros tienen como máximo 7 tiros y en el lugar de los hechos se encontraron 9 casquillos percutidos, lo que indica que los disparos pudieron provenir de un fusil de asalto o en su defecto de 2 pistolas con el mismo calibre. A casi 2 años de distancia el caso no ha sido resuelto.
EL NOTARIO
El 10 de noviembre del 2005, a las afueras de sus oficinas, fue asesinado de 5 disparos el notario y empresario taurino Luis Felipe Ordaz. Por ser uno de los personajes más reconocidos en el ámbito de la política, los negocios y la tauromaquia a nivel nacional, el caso fue muy publicitado. Pese a contar con testigos presenciales y un retrato hablado, la procuraduría estatal no dio resultados inmediatos. A finales de octubre del 2008, la Subprocuraduría de Investigación en Delincuencia Organizada, SIEDO, solicitó a la Procuraduría General de Justicia del Estado datos sobre el caso del asesinato. Con base a las líneas de investigación realizada, se logró establecer la identidad del autor material del hecho de nombre César Oswaldo Guzmán Noval (a) “El sargento”, quien fue ampliamente identificado por testigos presenciales y circunstanciales del hecho y a quien se le buscaba en todo el país, específicamente en cuatro estados de la República: de México, Puebla, Distrito Federal e Hidalgo.
En noviembre del 2008, a solicitud de la Procuraduría General de Justicia de esta entidad, su similar en el Distrito Federal confirmó la muerte de César Oswaldo Guzmán Noval, presunto responsable de haber asesinado al notario Luis Felipe Ordaz Martínez. La muerte de Guzmán Noval quedó asentada en el acta de averiguación previa FTL/TLP1T1/742/07-06, iniciada el 6 de junio del 2007. El cadáver de este sujeto fue encontrado frente al número 38 de la calle Ocote, dentro de la colonia Chimilli, delegación Tlalpan.
El cuerpo presentaba huellas de tortura, pues además de que estaba envuelto en un edredón, sus manos y sus pies estaban amarrados con corbatas. La cabeza de este sujeto estaba cubierta con una bolsa y se encontró amordazado, con una calceta en la cavidad bucal. Pese a todo ello, no se conoce la identidad del asesino intelectual y el caso se encuentra prácticamente archivado.
QUERÉTARO; EL ESTADO DEL NO PASA NADA
Como estos casos que se encuentran sin resolver ha habido otros más; el del guardia de seguridad que murió a manos de la Policía Investigadora Ministerial y que nunca aparecieron los millones que fueron robados en la camioneta de seguridad. También se han dado muertes misteriosas que fueron consideradas como suicidios por la autoridad, cuando los mismos familiares afirmaron que nunca hubo intentos de suicidios. O aquel comerciante que muere en el interior de su vehículo cuando este se incendia y el occiso no pudo salir de su auto. Qué decir del sucedido hace apenas unos días en pleno centro de la ciudad, en donde fue victimado otro queretano, ahora de la familia Robles Ordoñez. Nada se sabe. Ante tales sucesos el gobernador Francisco Garrido, su procurador estatal y servidores públicos del ramo, simplemente los han calificado como “casos aislados"
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