Martí Batres Guadarrama
Objeciones de la Memoria
24 de febrero de 2009
México polarizado
Tal es el título de un análisis de contenido, con orientación teórico social, publicado en 2008 por Marco Antonio González Pérez, doctor en sicología social por la Universidad Autónoma de Madrid y director del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades del Tecnológico de Monterrey, estado de México, donde se documentan las estrategias de discriminación y franco racismo de los adversarios de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de 2006 para impedir su triunfo.
Con base en entrevistas a público abierto, analizando expresiones de Calderón, panistas, empresarios, clero y medios de comunicación —analizando el contenido de 66 videos difundidos en internet contra el perredista—, explica por qué la polarización alcanza límites nunca vistos, aunque quien la auspició hoy llame a la unidad.
Todo ello, asevera González Pérez, fue inducido mediante mensajes injustificados por su tremendismo y falta de fundamento que impactaron a gran parte del electorado conservador, desinformado, de clase media y baja. “Utilizaron estrategias de manipulación persuasiva, propia de las peores campañas de miedo y odio como las de la Alemania nazi, el macartismo y el pinochetismo y en todas las tristes experiencias mundiales donde se ha llamado a la limpieza étnica o religiosa, que ha dado lugar a genocidios y a la violencia generalizada”.
Explica que los beneficiarios del neoliberalismo recurrieron a campañas casi todas ilegales para impedir el triunfo de AMLO. Dejaron de lado la confrontación de ideas y el debate democrático para infundir terror entre la sociedad. “El miedo siempre se impone a la razón, suprime el discurso político y abre la puerta a las políticas de la destrucción”. Lo único que los movió, subraya, fue el pánico a perder el poder.
La manipulación mediática, promover odio y miedo alentado por un pequeño grupo de potentados, provocó la fractura social, cuyas consecuencias erosionaron más la convivencia ciudadana maltratada por el neoliberalismo.
Advierte el académico que los costos sociales, económicos y políticos de lo anterior han sido muy altos para el país: “tenemos una sociedad dividida, medios de comunicación descaradamente sometidos a los intereses de los grupos en el poder, falta de credibilidad en las instituciones, corrupción generalizada con impunidad y un programa de gobierno que se aleja cada vez más de los intereses populares para responder sólo a las exigencias de las cúpulas nacionales y extranjeras”.
Lo más curioso y cínico de todo esto, concluyo como lector del texto, es que Calderón y apoyadores gritaban entonces que si AMLO era Presidente habría crisis económica, desempleo e inflación. Justo lo que hoy viven millones de compatriotas. Entonces el realmente peligroso era otro.
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