Por Esto!
“Te felicito, Enrique”, dicen que le dijo Obama
Álvaro Cepeda Neri
Conjeturas
I.- Todo el espectáculo de la Cumbre de las Américas y su paralela: el Foro de la Sociedad Civil, se lo llevó el encuentro previamente arreglado entre Raúl Castro y Barak Obama. El resto de los asistentes pasaron a muy segundo término. No existieron. Así que los saludos del presidente estadounidense con, por ejemplo, Peña, solamente interesó a los medios de comunicación mexicanos. Fue como supimos que, en corto, Obama, volvió a tocar el tema de las once contrarreformas, y ahora agregó: “Te felicito, Enrique”, que ha de haber satisfecho al mexiquense que sacó fotos para su álbum de los recuerdos. Y quizá, como el loco de Fox, hasta en una de sus casas bajo sospecha de sobornos, instale su museo para que lo visiten quienes quieran mirar sus chucherías. Es claro que Peña es un presidente más del montón. No es el gran reformador que anda creyendo ser. Sino el reformista que no es lo mismo. Los cambios que impulsó sin la participación de la sociedad civil, empezando por la fiscal-financiera y terminando con la energética, en lugar de estimular el crecimiento, generaron recesión.
II.- Y para colmo, la globalización del neoliberalismo económico, con la crisis petrolera y la devaluación del peso, después de las elecciones, llevarán al país al desastre vía los despidos, bajísimo consumo, más delincuencia, corrupción y que se depriman los mercados. El “te felicito, Enrique” lleva mensaje. Que sepan que Washington apoya a Peña; así, los policías de la DEA, FBI y la CIA y los camouflageados, ya pueden andar armados a la luz del día. Los empresarios estadunidenses quieren entrarle a la privatización petrolera anunciada por Coldwell. Y más ahora que se llevarán el oro negro a precio de regalo para rellenar sus pozos vacíos, por la estrategia del capitalismo gringo para apoderarse de la riqueza mexicana. Y va Obama por el petróleo de Cuba. Todo entra en la sabiduría-rapiña del capital yanqui que está dándole gran oxigenada a su sistema económico, para enfrentar a sus débiles rivales de China (la Rusia de Putin está en graves problemas) y de la Unión Europea con una Alemania atascada en el pronazismo de la Merkel.
III.- Así que mientras tanto flores y alabanzas a Peña de parte de Obama, elogiado éste por Raúl Castro y hasta exculpado. La economía estadunidense nos hace más dependientes. Los gobernantes se apoyan entre sí, en el reparto del poder; como los capitalistas lo hacen entre ellos. Son las complicidades entre los que tienen el mando político y son dueños del capital. Obama sabe lo que representa Peña para esos intereses estadunidenses. Y Peña se merece toda clase de parabienes. Permitir la explotación y saqueo petroleros en el contexto del libre mercado, para que de la renta de esa doble acción, solamente le queden al país las sobras, es para que Peña reciba aplausos, una ovación cerrada y que lo “reconozcan” por sus cambios. Y que tales muestras vengan de Obama, significan un “honor”. Los falsos políticos están necesitados de pasteles para celebrar sus “hazañas”. El Estadista rechaza las medallas. Peña estuvo feliz con el elogio.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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