¡¡Exijamos lo Imposible!!
Proceso
“No funcionará la treta” de EPN para proteger a Granier: AMLO
MÉXICO, D.F. (apro).- El presidente del consejo ejecutivo del
Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador,
acusó al presidente Enrique Peña Nieto de tender un puente de impunidad
al exgobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo.
En su cuenta de
Twitter, el excandidato presidencial aseguró que Peña Nieto le pidió al
procurador general de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, que
procure la impunidad de Granier Melo, quien se negó a comparecer ante el
Ministerio Público el pasado 30 de mayo porque, según su abogado, no
estaba “legalmente citado”.
De acuerdo con López Obrador, el
Ejecutivo también instruyó al presidente nacional del PRI, César Camacho
Quiroz, a deslindarse del caso que implica al exmandatario como
responsable del desfalco financiero de Tabasco y el hallazgo de 88.5
millones de pesos en una propiedad.
“@lopezobrador_: EPN mandó a
Camacho del PRI a deslindarse de Granier, pero ha instruido a Murillo
Karam que procure su impunidad. No funcionará la treta” (sic), escribió
el exjefe de Gobierno del Distrito Federal.
En relación con ese
asunto, el diario Milenio le da voz en su edición de este lunes al
exsecretario de Finanzas de Tabasco, José Manuel Saiz Pineda, a quien se
le acredita la propiedad de los 88.5 millones de pesos encontrados en
un inmueble de un familiar de su contadora y secretaria, Marlis Cupil.
De
acuerdo con Saiz Pineda, las acusaciones en su contra es “un burdo
montaje” del actual mandatario, Arturo Núñez, y adelantó que se
defenderá “con la ley en la mano y aportando todas las pruebas de las
acusaciones que en mi contra hace la actual administración de Tabasco y
que carecen de sustento jurídico y financiero.”
El exfuncionario
defendió también a Granier Melo al rechazar que su administración
hubiera dejado en quiebra financiera a la entidad, y acusó a Núñez de
inventar cifras del endeudamiento estatal con fines mediáticos.
El
exfuncionario estatal sostuvo que la Secretaría de Hacienda sabe que
cada peso ingresado a las arcas del gobierno tabasqueño entre 2007 y
2012 fue ejercido con soporte documental amplio y suficiente.
“¿Usted
cree que Hacienda iba a permitir un faltante de mil 918 millones 597
mil 977 pesos? Además, hay documentos oficiales, elaborados por el
gobierno actual, que dan cuenta de las cifras reales, no inventadas o
diseñadas con fines mediáticos”, puntualizó.
Como responsable de
las finanzas públicas de Tabasco en la pasada administración, Saiz
Pineda subrayó que las reconocidas certificadoras internacionales Fitch
Ratings y Moody’s no hallaron ninguna anomalía en las cuentas.
Aseguró
que el monto real de los adeudos del gobierno estatal al 31 de
diciembre de 2012 era de 8 mil 799 millones de pesos, como lo registra
un documento elaborado por quienes hoy lo acusan de desfalco. “Fueron
ellos quienes lo revisaron y lo presentaron en tiempo y forma al
Congreso”, apuntó.
Precisó que la referida cifra incluye la deuda a
largo plazo y otros adeudos, y no solo lo que oficialmente se considera
deuda pública y que la Secretaría de Hacienda reporta en sus informes.
Detalló
que los créditos a largo plazo con bancos comerciales ascendían a 4 mil
440 millones de pesos al término de la administración de Granier,
mientras la deuda con Banobras era de 2 mil 47 millones, de los cuales
el gobierno de Núñez no pagaría más que intereses, porque corresponde al
gobierno federal amortizar el capital.
Adicionalmente, los
pasivos a corto plazo de proveedores, acreedores diversos y ajustes de
participaciones federales, detalló, sumaban mil 564 millones de pesos,
más 129 millones por concepto de impuestos por pagar y retenciones del
ISR, así como 53 millones de pesos en el renglón de fianzas.
“Esas
cifras son comprobables, tengo los elementos probatorios suficientes
para aclarar las cosas, y además nadie de mi equipo de trabajo en la
Secretaría (de Finanzas) fue requerido para hacer aclaraciones o para
ofrecer explicaciones adicionales. Evidentemente no les interesa. Yo
mismo estuve dispuesto y atento a comparecer desde el inicio del
problema, pero no recibí ninguna llamada”, dijo.
El exsecretario
insistió así en que “la administración estatal no se encontraba en
quiebra financiera (al momento de entregarla a Núñez) y existen todos
los soportes documentales para comprobarlo”.
De los 88 millones de
pesos en efectivo presuntamente encontrados en pasado 22 de mayo en un
inmueble del padre de su secretaria en SCP, dijo:
“Ni es mío ese
dinero, ni es cierta la afirmación del procurador (Fernando) Valenzuela.
Es muy grave que las autoridades de Tabasco recurran al montaje y
siembra de pruebas falsas, pero es más grave aún que estén llegando al
extremo de recurrir a la tortura como el caso de la señora Marlis Cupil,
quien ha acreditado los daños sufridos en su persona, así como las
amenazas y presiones recibidas por personal de la procuraduría para
incriminarme mediante confesiones absurdas”, insistió.
Demandó por
ello al gobernador Núñez y al procurador Valenzuela a que ciñan su
actuación a la justicia y al respeto a las leyes que ellos, más que
nadie, están obligados a prodigar.
“Le exijo al gobernador Núñez y
al procurador Valenzuela que aclaren el origen de ese dinero. Exijo y
seguiré exigiendo justicia y respeto a las leyes. Espero que recapaciten
y actúen en consecuencia, y de lo contrario, confío en que la
Procuraduría General de la República y la Comisión Nacional de Derechos
Humanos aclaren y sancionen debidamente el infundio y los abusos”.
Según
el exsecretario de Finanzas, en Tabasco no existen garantías para un
proceso justo, pues a su juicio tanto la procuración como la impartición
de justicia en la entidad están subordinadas a las indicaciones
políticas de Arturo Núñez y “de quien él mismo llama su jefe, (Andrés
Manuel) López Obrador”.
No obstante, Saiz Pineda aseguró tener los
elementos probatorios suficientes para responder a las imputaciones en
su contra e insistió en que existe un manejo tendencioso de la
información financiera en el estado.
“En lo inmediato, espero que
impere la justicia, que termine la estrategia de persecución y
linchamiento, que se verifiquen las cifras que dejamos, los datos de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de las calificadoras, pues
ahí está la verdad, y no la que dice Arturo Núñez”, puntualizó.
En
su edición 1908 del pasado 26 de mayo, la revista Proceso publicó una
nota titulada “Tabasco, la trama del saqueo”, en la que da cuenta de
cómo Ganier aprovechó la solidaridad por las inundaciones de 2007 para
socorrer sus propios bolsillos y los de sus socios.
La incautación
de casi 90 millones de pesos en efectivo por la Procuraduría General de
Justicia del Estado (PGJE), dice la nota, sólo jaló un hilo de la trama
del exgobernador Andrés Rafael Granier Melo y su exsecretario de
Finanzas, José Manuel Saiz Pineda, para saquear las arcas del estado…
una ingeniería corrupta de la que Proceso dio cuenta en diversos
reportajes (ediciones 1891, 1887 y 1884).
De acuerdo con la PGJE,
dos hombres son clave para armar el expediente que lleve a la cárcel al
exmandatario y principales saqueadores. Se trata de Martín Alberto
Medina Sonda y Abraham Cupil Córdova. El primero, un empresario yucateco
que es socio y operador financiero de los negocios de Saiz Pineda; el
segundo, padre de Marlis Cupil López, secretaria del mismo
exfuncionario.
El dinero –88 millones 560 mil 134 pesos– fue
hallado en una casa de dos plantas donde está la refaccionaria Jomeli,
en la calle Mario Trujillo García número 225, ejido Lomitas del
municipio de Nacajuca, unos 15 kilómetros al norte de Tabasco. Lo
guardaban en cinco cajas de cartón.
El inmueble es propiedad de
Abraham Cupil Córdova, padre de Marlis Cupil López, secretaria de Saiz
Pineda en la firma Patrimonium Asesores Fiscales (SCP). Este despacho,
del que es socio Medina Sonda, se ubica en la calle Andrés Sánchez
Magallanes 1113, del centro de Villahermosa. Al catearlo, la PGJE halló
“abundantes” documentos contables del gobierno de Granier Melo.
La
refaccionaria es propiedad de Abraham Cupil López, hermano de Marlis e
hijo de don Abraham Cupil, conocido en la comunidad como vendedor de
agua de garrafón.
La dirección de la refaccionaria Jomeli es la
misma que proporcionó Cupil Córdova para adquirir la empresa Suministros
del Carmen, SA de CV, que en abril de 2008 compró 160 hectáreas a 500
mil pesos cada una e inmediatamente la revendió al Instituto de Vivienda
de Tabasco (Invitab) a un millón 400 mil pesos la hectárea, con lo que
ganó más de 140 millones de pesos.
El entonces diputado federal
del PRD y ahora senador Adán Augusto López Hernández denunció estos
hechos en octubre de 2008 y presentó una demanda penal ante la
Procuraduría General de la República (PGR).
Al legislador le
pareció inexplicable que Cupil Córdova, “humilde vendedor de agua”, y
José Alberto de la Rosa Santamaría, dependiente de una tienda, compraran
Suministros del Carmen y, de inmediato, invirtieran cerca de 100
millones para comprar los terrenos que revendieron al Invitab, con una
ganancia de 900 mil pesos por hectárea.
Suministros del Carmen,
fundada en 1997 en Campeche, estaba quebrada. Su capital contable era de
apenas 250 mil pesos y ya no podía pagar sus deudas.
Tras la
histórica inundación de finales de 2007, el entonces presidente Felipe
Calderón ordenó a la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) que
entregara 350 millones de pesos al gobierno de Andrés Granier para la
compra de terrenos y la construcción de 2 mil 500 viviendas para los
damnificados.
Esta información privilegiada fue aprovechada por
Saiz Pineda para operar el negocio a través de su socio Martín Medina
Sonda, quien mediante su empresa Triton Holding, SA de CV le dio a
Suministros del Carmen el dinero necesario para comprar los terrenos.
El
diputado López Hernández presentó demanda contra Saiz Pineda y quienes
encabezaban la Secretaría Asentamientos y Obras Públicas, Héctor López
Peralta; la Contraloría, Roger Pérez Evóli, y el Invitab, Ariel Cetina
Bertruy. Los acusó de evasión fiscal, ejercicio abusivo de funciones,
fraude, lavado de dinero y tráfico de influencias.
También señaló
formalmente a Abraham Cupil Córdova y José Alberto de la Rosa
Santamaría, los “dueños” de Suministros del Carmen, empresa en la que
también figura como socio Antonio Espinosa de los Monteros.
Éste,
amigo y protegido de Granier, le rentaba camionetas blindadas al
gobierno estatal, distribuía despensas a través de su Abarrotera
Monterrey y combustibles en su consorcio gasolinero Lemon, con más de 15
estaciones de servicio en la entidad. De los Monteros posee otros
negocios, como el lujoso gimnasio Sport City de Villahermosa, que será
demolido tras un largo litigio judicial por el uso del suelo.
Pero la demanda del legislador perredista fue congelada por la PGR y no se supo en qué quedaron las investigaciones.
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