domingo, 9 de junio de 2013

El colmo de la desfachatez y desverguenza

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
Romero Deschamps: el “trabajador”

“Los trabajadores no nos servimos de Pemex, sólo le servimos a la institución”, afirmó el pasado viernes Carlos Romero Deschamps.

El líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) lo dijo ahí frente al Presidente Enrique Peña Nieto, como si nada, como si en su historial de dos décadas al frente de ese poderoso gremio no la vergüenza de ser el líder sindical que más demandas legales tiene en su contra, la mayoría de ellas presentadas ante la Procuraduría General de la República (PGR).

Esas demandas incluyen decenas de cargos, desde peculado, enriquecimiento ilícito, nexos con la delincuencia organizada, fraude y malversación de fondos contra los trabajadores petroleros, hasta homicidio.

Pero a Romero Deschamps no le tocan un pelo. No lo ha hecho ninguno de los últimos cuatro presidentes de la República [Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y el propio Peña Nieto].

Es más, el 7 de junio pasado, en el puerto de Mazatlán, Sinaloa, donde se realizó la ceremonia por el 75 aniversario de la creación de Pemex, el líder organizó una gran recepción para él y el Presidente EPN. Centenares de trabajadores petroleros corearon su nombre y el del mexiquense, y aplaudieron a rabiar su afirmación: “Los trabajadores no nos servimos de Pemex”.

Con el apoyo de sus asoleadas huestes, el también Senador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) –tan “trabajador” que no ha presentado una sola iniciativa en la actual Legislatura y ha faltado a la mayoría de las reuniones de trabajo de las comisiones a las que pertenece–, se dio valor para poner en la mesa el tema que le preocupa actualmente:

Se comprometió a que en la próxima negociación del Contrato Colectivo de Trabajo del STPRM, que ya está en puerta, negociarán con el director de la paraestatal, Emilio Lozoya Austin, acuerdos “que beneficien a ambas partes”.

Y mientras la familia priista se congratula y se apapacha, Romero Deschamps sigue sumando pruebas de corrupción.

Esta semana se difundió en la prensa que tanto en los sexenios de los panistas Fox Quesada y Calderón Hinojosa, y ya con Peña Nieto en el poder, la cúpula del sindicato petrolero recibió un total de 302 millones 950 mil pesos para “Ayudas al Comité Ejecutivo General”.

Tan sólo para los gastos de viaje de Carlos Romero Deschamps, el gobierno federal pagó del erario 30 millones 948 mil 697 pesos.

En total, en los últimos 12 años, Pemex le ha otorgado al sindicato petrolero mil 750 millones de pesos.

Sin embargo, el 15 de mayo pasado, el PRI le volvió a dar carta de impunidad a Carlos Romero Deschamps, luego de que la bancada tricolor en el Congreso frenara una petición de la Comisión Permanente para que la PGR investigue el enriquecimiento inexplicable de los líderes sindicales del país.

Los legisladores del PRI se negaron entonces a que la propuesta fuera discutida y aprobada durante la sesión ordinaria de la Comisión Permanente, por lo cual se mandó a una tercera comisión.

La petición solicitaba iniciar una investigación sobre el patrimonio de los líderes sindicales debido a los escándalos de Romero Deschamps y su familia.

Además incluía una petición para que Luis Videgaray Caso, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), informara si la Unidad de Inteligencia Financiera investiga o ha recibido reportes sobre operaciones financieras que puedan se constitutivas de delitos por parte de los sindicatos, sus poderosos líderes y sus familias.

Pero nada pasó. El PRI ni siquiera aceptó que se pidiera a las instancias competentes una investigación por los casos de los hijos de Carlos Romero Deschamps, quienes han sido denunciados públicamente por tener propiedades millonarias en Miami y por la opulencia que presumen en redes sociales.

Así están las cosas. Así se las gasta el “trabajador” líder y así también desoyen los reclamos las actuales autoridades federales.

Mientras el abuso y la corrupción de este personaje permanezca sin freno, también se minará la credibilidad del gobierno de Peña Nieto quien, desde su primer discurso como Presidente, afirmó que apostaría por la transparencia… Pero seis meses después la opacidad y la impunidad siguen ganando la batalla.
(SIN EMBARGO.MX

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