miércoles, 8 de mayo de 2013

Siguen en su bla,bla,bla en el dizque pacto

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Panorama desolador
Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

Carestía genera mayor hambruna
Grave desaceleración económica
Rapacidad política y empresarial
Multimillonarios y menesterosos
Saqueo de arcas públicas, impune

Duarte: acusaciones sin sustento

“La libertad, por lo que respecta a las clases sociales inferiores de cada país, es poco más que la elección entre trabajar o morirse de hambre”.- Samuel Johnson

Poco alentador se presenta el panorama económico en México pese a las llamadas reformas estructurales, las que ya hicieron y las que están cocinando con corsé y faja a través de agregados a un Pacto por México que ha resultado la fórmula mágica para ocultar el sometimiento de los partidos de oposición a los mandatos de un “nuevo PRI” que, según se observa, en efecto acumuló experiencia y ha perfeccionado todas las técnicas que se requieren para hablar mucho, no decir algo y dar ramalazos al pueblo por distintas vías. El incremento a los precios de alimentos básicos resulta incomprensible, inaceptable, inhumano y para establecer un punto de comparación, cabe destacar que el 3 por ciento de la población consume cada año, por bienes y servicios, la cuarta parte del tamaño de la economía mexicana y gasta el 12.5 por ciento del PIB.

A esto se agrega que el Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, señala que en México, “todo funciona bien menos la tasa de crecimiento de su Producto Interno Bruto, la cual ha sido muy baja en los últimos años”. El INEGI, por su parte, reporta que en el 2011, el valor económico del trabajo no remunerado de los hogares fue de 3 billones 154 millones de pesos, lo que representó el 22 por ciento del PIB. Esto, independientemente de que somos un país con ciudadanos endeudados con la casa, el coche, y con las tarjetas de crédito, tan es así que el director corporativo de BANAMEX señala que, pese a la desaceleración, esa institución sigue facturando las mismas sumas y, obviamente, percibiendo iguales y multimillonarias utilidades. Ante todo esto, el titular de Hacienda señala: “La reforma hacendaria creará incentivos para promover la legalidad y una revisión a programas sociales que derivan en actividades informales”. (¿?¿?¿).

Habrá que saber si el titular del Ejecutivo y los integrantes de su gabinete han percibido que el país se les está desbaratando en las manos y que todo lo que reciben son ofertas que cada vez nos hunden más, como es el caso de la instalación de maquiladoras y la compra de papel especulativo. En los altos vuelos en los que andan, no saben que hay tal desequilibrio en esto que llaman mercado libre con la ley de la oferta y la demanda, que mientras en los centros comerciales lanzaron el kilo de jitomate hasta a 70 pesos, en los mercados populares puede encontrarse en 22 pesos. ¿Quién autoriza esos incrementos de hasta el 400 por ciento? El huevo ha incrementado en un 20 por ciento y argumentan que por la gripe aviar, sin embargo y pese a que se sabe que esta cundió en las granjas de Bachoco, no han efectuado revisiones y, mucho menos multas, por lo que no existe ley alguna que pueda aplicarles sanciones para que se cubra el incremento ante la escasez y que no sean los consumidores los que paguen por la enfermedad de sus aves.

En enero de este año, 18 piezas de huevo ya costaban 20 pesos. Actualmente están en 41 pesos. El tomate verde, la cebolla, los chiles, calabaza, chayotes y en general todas las verduras han aumentado en un 30 por ciento mínimo. Otro ejemplo de estos desbordantes incrementos se encuentra precisamente en el tomate verde que de 4 pesos con 50 centavos el kilo, pasó a 67 pesos con 50 centavos en centros comerciales. O sea que para llenar un tanque de gasolina ya se requiere disponer de toda una quincena de pago de salario mínimo y para comprar un kilo de tomates, no hay salario de esa naturaleza que alcance. De ese tamaño está la situación en el planeta Tierra, en ese que no voltean a ver los grandiosos funcionarios de nuestro país, los que fueron seleccionados con el voto y los que, a su vez, son producto del dedazo de siempre.

Dijo José González Morfin, diputado panista, que no puede el gobierno ser rehén de los grupos de maestros disidentes e inconformes, o de los estudiantes encapuchados, o de los que exigen mayor seguridad e instalan policías comunitarias y la respuesta directa sería si más de 110 millones de mexicanos, tan sólo con el desempleo, la pérdida del poder adquisitivo y los permanentes incrementos a los alimentos, electricidad, combustibles, tarifas de agua y otros servicios, y la inseguridad debemos ser rehenes de la pirámide burocrática que vive lujosamente y permite que tirios y troyanos se enriquezcan robando las arcas públicas de una y mil maneras. De nuevo preguntamos: ¿quién o quienes han hecho más daño a este país?

Porque los sabelotodo en economía han tenido que reconocer la desaceleración que se vive desde hace más de 8 meses. Claro que, visto desde sus perspectivas, los incrementos a los precios de alimentos son “choques temporales”, así los ha calificado el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, quien acostumbrado como está a incluir en su contratación el gasto por alimentos y dada la proporción corporal que tiene, ni sufre ni se acongoja como millones de familias mexicanas. Acepta que “el trabajo se nos ha complicado” y vuelven a su baja inflacionaria y a señalar todas las bondades que esto atrae, lo malo es que no sabemos para quién porque para usted o para su servidora no veo ninguna.

El director de Mastercard en México y Centroamérica, Antonio Junco, reporta que los mexicanos que están en la punta de la pirámide del ingreso consumen cada año bienes y servicios por el equivalente a 250 mil millones de dólares, cantidad similar a una cuarta parte del tamaño de la economía mexicana. Y vaya que Junco sabe de estas cifras, ya que gran parte de este gasto lo ejecutan con tarjetas de crédito que liquidan en su totalidad mensualmente. Y todavía hay más, ya que de ese grupito un 3 por ciento es responsable del consumo por 125 mil millones de dólares, es decir, el 12.5 por ciento del valor de nuestra economía o la cuarta parte del PIB. De ese tamaño es la desproporción que existe en México. Ese nivel ha alcanzado la desigualdad.

Frente a estos reportes, el anuncio hecho por la SAGARPA en manos de un ex gobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez, exhibido en varias ocasiones por su ex esposa por negarle la pensión alimenticia de sus hijos, sobre la inversión de mil 500 millones de pesos en 300 municipios para la cruzada contra el hambre suena a una abierta y franca burla, una que van aceptando paso a paso los dirigentes de los partidos políticos que se encuentran muy, pero muy preocupados porque no se empleen con fines electoreros cuando lo que tendrían que hacer es inconformarse ante esta situación que tiene bases reales, que conforma el México de hoy, el de las realidades y no el de la palabrería y la firma de pactos con añadidos.

La dependencia, a cargo de Martínez Martínez, nada ha dicho de otra serie de acciones dentro de su ámbito de competencia que, realmente, podrían contribuir a erradicar el hambre de extensas regiones del país, como una verdadera y profunda reactivación de la actividad agropecuaria, no sólo para subsistencia sino para la comercialización en todo el país y hasta para la exportación, a fin de evitar la importación de la mayoría de alimentos que consumen los mexicanos y que tiene al país en una gran vulnerabilidad alimentaria.

AUN HAY MAS

De todo lo anterior, en otras naciones ya hubiesen encontrado responsables, en la nuestra no hay uno solo que sea sentado al banquillo para que aclare quebranto tras quebranto en las finanzas públicas y por el cierre y liquidación de paraestatales y ni qué decir de la desaparición forzada de pensiones y la disminución de políticas públicas sociales. Es más, han tenido, tienen y van por más. Tal es el caso, por ejemplo, del sindicato magisterial que demanda incrementos salariales cuyos montos significarían una erogación más de 24 mil millones de pesos. ¿Se los concederán a quien firmaba los cheques para los “gastos” de la señora Gordillo, a cambio del sometimiento de los mentores y la aceptación total a la reforma educativa?

Y están en un impasse hasta que se olvide el escándalo mediático de los casos de los grandes y buenosparanada juniors como los hijos de Andrés Granier, a cuya hija, Adriana, le negaron el amparo que promovió para que descongelaran cuantas bancarias por un monto de 14 millones de pesos. ¿Dónde los obtuvo o como le hizo para ganarse esa fabulosa cantidad a su corta edad? Y ni qué decir de su hijo varón. quien también tuvo el buen gusto de comprarse sendo departamento en Miami, tal y como lo hizo el de Romero Deschamps, sólo que mintiendo en el monto de la adquisición y mucho más lujoso, ya que sólo tiene ciento veintitantos metros de construcción y una sola recámara.
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