jueves, 9 de mayo de 2013

Anda como pollo con las patas quemadas

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Contralínea 
Versini-Montiel, una piedra en cada zapato de Peña
Álvaro Cepeda Neri *

Como una bola de nieve que al avanzar aumenta su volumen amenazando irse sobre el peñismo, es el caso ¡francés!, del conflicto por la custodia de los tres hijos del matrimonio entre Maude Versini y Arturo Montiel, tío de Peña y a quien copió la precampaña para hacerse de la candidatura presidencial. Éstos, ya divorciados, sostienen un pleito entre judicial, favoritismo político (por el parentesco Montiel-Peña) y personal. Montiel se había matrimoniado con la francesa y le ofreció el título y corona de “primera dama” (que no existe y es más falso que Salinas). Fue un romance efímero. Montiel fue descartado por su corrupción, el botín mexiquense y sus aires de jeque y jefe del Grupo Atlacomulco. Fue postulado por el Partido Revolucionario Institucional, por Zedillo, Labastida y Fox, con la ayuda de Diódoro Carrasco entonces en la Secretaría de Gobernación, quien luego dio el chaquetazo y se afilió como panista.

Es el estira y afloja por la custodia que se le había otorgado a la francesa, pero en unas vacaciones de los niños con su padre, éste decidió no reintegrarlos a su madre. La señora Versini entabló nueva demanda (ya por dos ocasiones) recibiendo resoluciones en su contra que no le devuelven a sus hijos. Se ve claramente la mano negra, ya que los juzgados de lo familiar en el Estado de México obedecen a los intereses peñistas y han preferido quedar bien con Montiel. La francesa, cuidando de no tocar ni con el pétalo de una rosa a Peña, sostiene que de pleito legal ha pasado a ser un asunto político. La reportera del periódico Reforma Mónica Delgado ha estado atenta a las declaraciones de doña Maude Versini y mantiene al día a la opinión pública.
 
Versini y Montiel son una piedra en cada zapato de Peña. Supongo que éste no sabe qué hacer. Se trata de su tío y quien lo estuvo llevando de la mano a la candidatura presidencial: ascensos administrativos, electorales, políticos, económicos y puso a su disposición todo lo que Montiel tejió. Claro que Peña hizo modificaciones al aprender de los errores de Montiel. Y sobre todo, aprovechar el desastre panista-Calderón y los arreglos al interior del priísmo, que lo hicieron candidato no cuestionado y ganar, cuestionado, la elección que lo hizo presidente. Si le urgía a Peña que lo de la Cassez se resolviera, en los términos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para corregir en algo las estupideces y abusos de García Luna y Cárdenas Palomino (con la complicidad de Calderón), no halla cómo resolver lo de Versini.
 
El señor Peña no podrá caminar, salvo como pollo con las patas quemadas, hasta que el pleito Versini-Montiel se zanje. Montiel, quien tiene más hijos de otro matrimonio a los que heredó una fortuna, no quiere ceder. Y el conflicto se complica. La francesa está dispuesta a recobrar a sus hijos. No el dinero y las influencias políticas del exesposo, pero una gran publicidad para su caso. Todo parece depender de Peña, pues para su desgracia, es quien puede quitarse ambas piedras si, salomónicamente, logra que ambos excónyuges sigan teniendo la custodia y se repartan la guarda respectivamente.
 
*Periodista

No hay comentarios: