sábado, 4 de mayo de 2013

¡Cabrón! si parecía BO priista en campaña

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Encrucijada
Lilia Arellano


Estado de los ESTADOS

Exhibe Obama superioridad de EU
Buen discurso; una cruel realidad
Socios no; sólo hay maquiladoras
No se logró desnarcotizar agenda
Muchos pendientes dejan BO-EPN
Hoy, un severo “gasolinazo” más

“La espiral de la violencia sólo la frena el milagro del perdón”.- Juan Pablo II
 

Las expresiones vertidas por el presidente de los EU, Barack Obama, no pudieron ser más claras; ahora sí, no hay ni la menor duda de la falsedad que rodea a las frases pronunciadas una y mil veces: “tenemos un trato de amigos, de socios”; “es el momento en el que ambos países podemos hablarnos de tú a tú”; “existe un total y absoluto respeto a la soberanía y autonomía de ambas naciones”; “tenemos una frontera común que no divide sino acerca”, y así se podrían llenar páginas enteras de lo dicho por los mandatarios mexicanos, en una intentona permanente de tapar una realidad que nos muestra el grado de subordinación al que se ha llegado. El discurso pronunciado por el afroamericano, en el Museo Nacional de Antropología, nos hizo notar hasta dónde conocen la historia de este país y la influencia que en ella han ejercido y el grado de desconocimiento que existe en este lado de la frontera.

Primero y con un toque de superioridad, el Presidente estadounidense se autonombró representante de miles de millones de mesoamericanos que viven en su país. También hizo gala de ser un conocedor de la cultura mexicana, en todos los ámbitos, y citó a Octavio Paz con una sentencia que advierte: “La modernidad no está fuera, sino dentro de nosotros. Es ahora y es también lo más antiguo; es mañana y el origen del mundo; tiene miles de años y a la vez, acaba de nacer”. Esta presentación contradice su autobiografía, texto en el que reconoce sus orígenes y la falta de tiempo para asimilar el conocimiento sobre muchas materias y de entre ellas, en la que ayer quiso dar cátedra.

Habló a los jóvenes y festejó que deseen deshacerse de viejos hábitos y quienes formamos a nuestra familias con esos “viejos hábitos” nos quedamos sin comprender cómo puede hablar de que compartimos valores cuando es, precisamente, la falta de historia cultural lo que nos hace tan diferentes y a ellos tan escasos de lo que ahora intenta presumir Obama. Dijo que hay mexicanos que “distorsionan, crean malinterpretaciones que hacen difícil avanzar hacia delante” y, de entre ellas, citó el que se advierta que EU le falta al respeto a México o intenta “imponer su soberanía o que simplemente queremos levantar muros”. ¿Y, no ha sido así? Porque los hechos, las acciones, la barrera y el dominio existen y son inocultables.

Hizo toda una apología de los temas que en escasos meses de gobierno ha manejado Peña Nieto y en los cuales se encuentran las reformas, mismas que como se ha visto, tienden a mejorar, a lograr el progreso, la riqueza, pero no de este territorio y sus ciudadanos sino de los que habitan en los Estados Unidos, sin que los que buscan se cumpla el sueño americano y quienes ya tienen décadas de vivir allá, de resultarles productivos, de entregarles los años con la más potente fuerza de trabajo, alcancen un solo beneficio que no sea el pago por el trabajo que realizan.

Ya sin ningún rubor, se tocó el tema de convertirnos en maquiladoras. “Estamos frente a un México de nueva prosperidad, con nuevos acuerdos comerciales internacionales, convirtiéndose en un líder de manufactura desde Tijuana hasta Monterrey, hasta Guadalajara y a través de las mesetas centrales. Un líder global en automóviles, aparatos y electrónica; pero también un centro de innovación en alta tecnología, un productos de hardware y software para la era digital”. O sea lo que los chinos les fabrican más caro, y eso de entrada. Y tan perdida está la mirada de Obama, que ve un país que ha sacado a millones de personas en situación de pobreza -¿qué cifras le dieron?, ¿es que se conformó con lo que el papel aguanta y el anuncio de la cruzada contra el hambre?-. Dio por un hecho que los que estaban en el Museo “están twiteando” y con ello ya habló de que la juventud mexicana es una generación empoderada por el poder de la tecnología.

“Somos dos naciones soberanas y debemos trabajar juntos, con respeto mutuo. Ahora somos socios iguales”. ¿Esto es posible con la diferencia de poder adquisitivo entre un dólar y un peso, entre las monedas base de cada país, con la primera uno puede adquirir varios productos y recibir valiosos centavos de cambio, en tanto que con la otra no se puede adquirir ni un chile o la cáscara de un tomate? Y de nuevo, la verdad para que nadie se diga engañado: “Este país se ha embarcado en una ambiciosa agenda de reforma que haga a su economía más competitiva y a sus instituciones más transparentes y Estados Unidos los respalda en la búsqueda de esos cambios”. O sea que de allá tiene que venir la aprobación y el resguardo; o sea que las leyes son para obtener la aprobación de allá; o sea que nada qué ver que no sea caerse con los impuestos y obedecer por parte de los mexicanos.

Lanzó una alerta para que no se den “mordidas” pero al referirse a las armas, hizo el reconocimiento de rigor sobre el daño y la muerte que ocasionan pero: “lástima Margarito” nos aguantamos porque su Constitución garantiza el derecho individual de portar armas y eso “es algo que como presidente, juré defender y apoyar” , así que de una en una o de 100 en 100, pero ese tráfico continuará y a diferencia, a gran diferencia de lo que sucede en México ellos no están dispuestos, ni aún con miles de cadáveres de por medio, a modificar un ápice de su carta magna, en cambio los legisladores mexicanos han logrado, como en las fondas, elaborar un documento a gusto de quienes en realidad dominan y mandan, los superiores, aquellos que les dan el visto bueno.

El compromiso de no deportar a los “dreamers” provocó aplausos, inexplicablemente; y al referirse a la migración, aseguró que debe tenerse una frontera regulada, obviamente por ellos, y también aclaró que tanto interés en el terreno económico lleva su jiribilla y ésta radica en cubrir las necesidades mínimas, las básicas de los ciudadanos para evitar que sigan emigrando hacia aquellas tierras. Y luego, llegaron los sueños a las palabras y también se escuchó el nombre del cura Hidalgo y hasta la parte sensible del Himno Nacional. El montaje fue perfecto y para quienes obtendrán beneficios directos, extraordinario.

¿CUÁLES SOCIOS?

No puede haber socios igualitarios en una relación comercial si las condiciones entre ambos son totalmente diferentes. El tamaño de la economía estadounidense es mucho mayor que el de la mexicana, ni duda cabe, por lo que la igualdad no se da ni puede darse mientras dichas condiciones no cambien, como ya se demostró, más que fehacientemente, con la aplicación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, cuyos resultados, en términos de ganancias para uno y otro país, están a la vista. La desigualdad de la relación también se manifiesta actualmente en la negativa estadounidense a una justa petición de México para que tanto este país como Canadá, sean parte de las negociaciones de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea. Obama pretende firmar un ambicioso acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, pero se niega a integrar a éste a sus socios comerciales de América del Norte. La posición de México es que en lugar de que Estados Unidos, Canadá y México tengan acuerdos individuales de libre comercio, se realice uno global entre estas tres naciones con Europa

Los Estados Unidos aplican la estrategia de “divide y vencerás”, para lo cual negocian la Sociedad Transpacífica con varios países asiáticos y latinoamericano de la Costa del Pacífico, incluyendo a México. Y por el otro lado, la Sociedad Transatlántica con la Unión Europea. Lo injusto de esta posición de Estados Unidos, es que niega a México la posibilidad que le daría un acuerdo de libre comercio entre América del Norte y la Unión Europea, que le ayudaría, entre otras cosas, a exportar libre de impuestos a Europa productos automotores hechos con componentes estadounidenses y canadienses. Cabe destacar que bajo las reglas de origen de los acuerdos de libre comercio, los países no pueden exportar bienes fabricados con componentes provenientes de terceras naciones.
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