¡¡Exijamos lo Imposible!!
Ligados, narco y política
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Opacidad y rapacidad en el Congreso
Predominan corrupción e impunidad
Exigen a EPN resultados en seguridad
En 2014, 54 mil mdp contra el crimen
Mantienen profes oposición a reforma
“La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia”: Ghandi
Dice un viejo refrán que no sólo hay que ver los árboles sino el bosque.
Y es así que debe observarse la situación actual en nuestro país, en
renglones que hoy aparecen tan ligados como el narco y la política.
Resulta que una de las banderas que más ha utilizado Peña Nieto tiene
amplia referencia en la transparencia, una que, por lo visto, no obliga a
quienes elaboran las leyes a cumplir. Tan es así, que de los cerca de
mil millones de pesos que recibirán este año, sólo tienen que informar
sobre la utilización de 300 millones. Y son estos mismos, los que
deberían considerar que su actuación es observada con lupa, los que
tendrían que poner la mejor muestra. Aunque sólo les ha dado por aceptar
que es el narcotráfico quien produce el mayor número de empleos en el
país.
Así están las cosas. Por una parte están estos legisladores que siguen
con las mañas de siempre, de cada Legislatura, enriqueciéndose y
cumpliendo a cabalidad los deseos presidenciales, los que le dan un voto
de empleador a los narcotraficantes, tal y como lo hicieran los
funcionarios de Felipe Calderón al reconocer, el subprocurador, que
estos grupos devolvieron la dignidad a miles de mexicanos, al contar con
capacidad económica para la manutención de sus familias, y el
subsecretario de la SARH instando a copiar el modelo de mercado de los
malosos porque demostrado estaba, que era un éxito que debería
trasladarse a todos los productos del campo.
En un documento presentado por Ricardo Monreal Ávila y Ricardo Mejía
Berdeja, en el que se propone la reforma a los artículos octavo y noveno
de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, dejan establecido
que, según estimaciones recientes, hay 468 mil mexicanos que se dedican
al narco, cifra que es cinco veces mayor al total de los que trabajan,
por ejemplo, en la industria maderera o si se prefiere, tres veces más
de quienes laboran en la planta oficial de Petróleos Mexicanos y eso que
ésta es, afirman, la petrolera que más empleados tiene en el mundo.
De ese tamaño está la estructura de los narcotraficantes, la que se
puede detectar entre vigilantes, abogados, médicos, secretarias y no se
ha logrado establecer, nos informaron otros, cuál es el número de los
que están en el campo, de los matones, de los “halcones” y la punta de
la pirámide: los capos. Y es que el narco se ocupa de todas las áreas,
han conformado una red que supera a las establecidas en cualquier
empresa, incluido en esto la distribución y hasta la exportación. “La
infiltración en las estructuras gubernamentales es enorme. A esto, hay
que sumar los altos índices de impunidad. La delincuencia organizada ha
logrado manipular, por medio del soborno, chantajes y amenazas, a una
gran parte del sector gubernamental”.
Algunos, como los exponentes, consideran que modificando las leyes se
podrá avanzar y demostrado, con la realidad cotidiana, está que no es
así. Una y otra vez sabemos de reformas a todo tipo de Códigos, de otras
que son Constitucionales y que para llegar a ese punto recorren la
geografía nacional y tienen que ser aprobadas por los Congresos locales
y, sin embargo, las cosas no siguen igual sino que van de mal en peor.
Lo que parece no figurar en ningún lenguaje, en los diccionarios de los
políticos, es la moral pública y sin este elemento, tampoco se puede
hacer frente a las bandas criminales porque tan organizados los unos
como los otros. Aunque habrá que hacer notar que los de un bando se
juegan la vida y los del otro, cuando mucho, un jalón de orejas, unos
periodicazos y tal vez una inhabilitación temporal, de esas que no
perjudican.
Al estar así el panorama, ¿qué tanto miedo le pueden influir a los
mafiosos las autoridades cuando, visto está, están corrompidos hasta el
cogote? Y es cosa de analizar, justo del mismo punto, de dónde salieron
las propuestas de Reforma, lo que está pasando con el uso de los
recursos. Los coordinadores de las bancadas en San Lázaro son: Manlio
Fabio Beltrones, del PRI; Luis A. Villarreal, del PAN; Silvano Aureoles,
del PRD; Arturo Escobar, del Verde; Ricardo Monreal, de Movimiento
Ciudadano. Entre todos, tienen bajo su administración más de 800
millones de pesos de presupuesto que pueden aplicar libremente, sin
tener que rendir cuentas más que de un 30 por ciento.
Si a lo anterior se le suman los fraudes que existen en el Infonavit, en
Pronósticos Deportivos, los denunciados y por los que no hay un solo
detenido en los “Melate”, las desviaciones de los ex gobernadores
detectadas y evidenciadas por su sucesores, como el caso de Granier, el
señor de Tabasco; o de los tamaulipecos, incluyendo a su senador de la
pirámide; los cometidos por los ex mandatarios panistas morelenses que
suman 12 años de saqueo; las cuentas en sindicatos que tienen líderes
protegidos, como es el caso de Pemex y Carlos Romero Deschamps, ya se ve
que no hay por dónde puedan tenerle miedo a quienes, entre mafiosos,
simplemente se entienden.
Ante todo esto, los ciudadanos somos los que estamos literalmente
entrampados, ya que no puede dejarse de subrayar la penetración en los
cuerpos policíacos, en las mesas de los Ministerios Públicos, en las
determinaciones de los jueces, en las cuales mucho hay de temores y
amenazas de muerte. En fin, que solamente con percatarnos de que pueden
entrar como en su casa y balacear, a quien se encontraba dentro de un
elevador en el Hospital Ángeles de Interlomas, propiedad de Olegario
Vázquez Raña, tras haber recibido el alta médica posterior a la
intervención quirúrgica y que en los medios electrónicos las notas se
muevan de tal manera que en cámara cerrada aparezca un médico –que se
supone actúa con moralidad y verdad- y refiera que la balacera se dio
fuera del inmueble, podemos darnos cuenta del manejo de unos y otros ya
en el terreno mediático.
Porque, sea esto dicho con toda precaución, ya se llegó mucho más allá
del límite, se está en el borde de un gran vacío. Antonio Garza Arellano
salía, mencionamos en el anterior párrafo, dado de alta del nosocomio.
Según el diario Reforma, lo atacaron cuando se dirigía al
estacionamiento y dan santo y seña de los impactos de bala visibles: dos
en los vidrios de los elevadores de la Torre de consultorios y dos más
en una pared. O sea que no fue como dice El Universal, en pleno patio y
hasta muestra una foto. ¿O cuál miente? Porque el galeno, responsable
del lugar, dijo que “cayó en el patio”; en esos hospitales existen
casetas con personal de seguridad a la entrada y salida. ¿Nadie vio
salir o entrar a los agresores?
Pero también están las cámaras de seguridad y es increíble que al ser
dado de alta después de una operación, pueda uno salir completamente
solo del hospital. ¿No hubo acompañantes?, ¿tampoco testigos?, ¿y el
personal de seguridad que se encuentra en varios puntos nada vio?, ¿cuál
es o era la actividad de Garza Arellano para que determinaran
ejecutarlo? ¿A quién o a quiénes encubren no sólo las autoridades sino
los del propio hospital? Pasan horas y horas, y la justificación para no
dar información es que se está investigando y, como suele suceder,
tendremos en breve el dicho de “llegaremos hasta el fondo del asunto y
caiga quien caiga” y veremos que no cae nadie. Así que esta delincuencia
está más que organizada y con protección permanente. ¿O no?
EXIGEN RESULTADOS EN SEGURIDAD
Justo el punto neurálgico de la actual administración federal fue tocado
por dos escritores durante el anuncio de la campaña para resignificar
la Estela de Luz en un Memorial de Víctimas. Fueron Juan Villoro y
Javier Sicilia quienes demandaron al presidente Enrique Peña Nieto que,
ante el panorama de violencia que traspasó el sexenio anterior, revierta
los daños y prevenga la violencia con hechos reales, más allá de
infundir a la población una mera percepción de que hay tranquilidad en
el territorio nacional. Javier Sicilia fue más allá al asegurar que no
vislumbra con claridad cuál es la política de seguridad, pues la
violencia, las muertes y las desapariciones continúan. Sin embargo, el
dirigente del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad señaló que
“se vale” conceder un año al gobierno de Peña Nieto, tal y como sus
voceros lo pidieron, para que baje la violencia.
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